20 años después... (actualidad)
(Okey, recordemos que Rage estaba en un bar y había peleado y estaba hablando con una joven llamada Heartbite. De momento solo se habían presentado y habían charlado un poco)
Rage
Me levanté de la silla para irme a mi casa, pero me acordé de que tenía una pregunta pendiente para Heartbite, así que me paré en el acto.
—Oye Heartbite... ¿Tú eres un demonio, cierto?—dije alzando una ceja. Esta se quedó en silencio.
—No, claro que no—dijo frunciendo el ceño mientras se cruzaba de brazos. Solté una pequeña risa casi en el acto.
—¿Y me dices que no eres un ser de estos diciéndome que apesto a magia mientras que se supone que la magia no existe? Se te da tan mal mentir como a mí contigo...—dije aguantando la risa. Esta puso los ojos en blanco y me metió un codazo en el estómago.
—¡Aghh, oye! ¡Que duele, bruta!—dije poniéndome una mano donde me había pegado. Acto seguido, le tiré un poco de un mechón de pelo. Entonces, un ser oscuro se me tiró encima mío, haciéndome caer encima de la barra del bar.
Al impactar, dejé añicos la barra. Bueno, destruí la barra. Al parecer, aquel ser tenía una fuerza descomunal.
Con unas pocas fuerzas traté de sentarme y me quedé horrorizado al ver quien era quien me había tirado... Mefistòfeles...
Oh no, hacía tanto tiempo que no veía a ese demonio que un escalofrío recorrió mi espalda. Por un instante me dí por muerto, quizás él me había reconocido y venía a matarme.
Me puse en pie con algo de dolor en la espalda y lo miré con algo de horror.
—Mefistòfeles... Está vez te mataré, cabrón...—dije mientras me ponía nervioso.
—¿De qué hablas, fumado?—dijo confuso. —Ni siquiera te conozco...—se acercó a Heartbite. —Creo que este pavo se ha bebido mucho... ¿No crees, hija?—musitó mirándome feo. —Bien, tengo mi comida en bandeja...—dijo sonriendo maliciosamente.
Me quedé en shock al escucharlo. Al parecer, no me había reconocido (cosa que menos mal) y que Heartbite era su hija. Todo no podía ir a peor.
Me acerqué a una mesa y le metí un trago a mi cerveza (que gracias al Diablo que estaba intacta).
—Pelea contra mí, Mefistòfeles...—dije sacando mi espada plata. Mefistòfeles alzó una ceja.
—Oh vaya... Eres de esos que complican un poco las cosas... Jeje, me encanta pelear con estos, no suelen durar mucho...
—Eso crees tú, hijo de puta...—dije mientras saqué el libro de Sham de mi bolsillo. Al instante, Mefistòfeles alzó la otra ceja, sorprendido. Se quedó algo pálido al observar mi libro. —Si Mefisto, tenías razón, apesto a magia...—dije sonriendo, para molestarlo.
—Hija, espérame afuera. Esta garrapata tiene algo que me interesa...—dijo sin quitar ojo de mi libro.
—Papá, pero por qué...—dijo Heartbite atónita. Ella no entendía nada de lo que pasaba.
—Heartbite...—su padre la interrumpió tapándole la boca. La miró seriamente y esta asintió, yéndose afuera del bar. A todo esto, todo el mundo se había ido al ver aparecer a Mefistòfeles...
—No tendré piedad, cabrón... Le haré venganza...—dije metiendole una mirada fulminante. Este me la devolvió.
—¿A quién, borracho de mierda...?

ESTÁS LEYENDO
Rage y los hechizos del mal
SpiritualUn chico junto a su hermano siendo felices en su casa perooo... Un día llegan un par de ''gente'' y arrazan con la vida de todos, menos Hazel, nuestro protagonista. Antes de que lo fueran a matar, un tipo aparece y decide cuidarlo, pero en sus tierr...