Me paré en seco al ver que mi hermano se había hecho una especie de lanza de hielo para... enfrentarse a estos. Me quedé horrorizado y de piedra al ver la situación, la cual mi mente trataba de procesar.
Fuí corriendo hacía Zhivot, pero al instante, unos demonios aparecieron por los lados desprevenidamente y me atraparon, inmovilizándome para impedir que dañaran a mi hermano pequeño.
Forcejeé todo lo que pude, pero fué en vano. Ellos eran muy fuertes y corpulentos y yo tan solo era un niño, flaco e indefenso.
—¡Zhivot, no tienes porqué hacer esto! ¡Tienes toda una vida por delante!—dije mientras las lágrimas me brotaban mejillas abajo. —Por favor, no me hagas esto...—dije con un hilo de voz agachando la cabeza.
—Tranquilo hermanito, seguro que sales de esta. No creo que yo llegara a escapar de estos feos. Tu eres fuerte y valiente, sé que puedes cuidarte solo—dijo mientras me dedicaba una última sonrisa. —Confío en ti, Hazel.
—Vaya vaya, el pequeño se entrega por su hermanito mayor... Menuda panda de imbéciles—dijo el demonio el cual me rajó el ojo.
—¡No por favor, déjenlo ir y matenme a mi, os lo suplico!—grité sollozando.
—¡Haz el favor de callarte!—dijo uno de los demonios. Los demonios me apretaron los brazos y me estremecí de dolor.
—Tú, demonio feo—dijo Zhivot. El demonio se quedó perplejo con la palabra feo. —te reto a pelear contra mi y si quieres me matas, pero deja a mi hermano—dijo haciendo cuchillos de hielo a su alrededor.
—¡Zhivot por favor, no lo hagas, te lo ruego!
—¡Te hemos dicho que te calles!—dijeron los demonios y de inmediato, me golpearon en las costillas. No sé si aquel día me rompí alguna porque tenía ganas de morirme de tanto dolor...
—Callate Hazel, o te van a dejar hecho unos zorros—dijo mi hermano como advertencia. —Te conviene hacer caso, niño cabezota.
—Bien—dijo el demonio agarrando su puñal. —Hay trato, mocoso, dejaré a tu hermano libre.
—¡NO!—grité haciendo un charco con mis lágrimas en el suelo. Uno de los demonios me metió un puñetazo en la barriga, que me dejó mareado.
Entonces mi hermanito pequeño empezó a pelear contra este. Quería hacer algo al respecto, pero no era casi consciente de lo que pasaba.
Pelearon durante un rato, pero creo que ya nos imaginamos quien gana si no somos tan idiotas. Zhivot le atacó con su lanza de hielo, pero éste esquivó echándose hacía atrás y le agarró de la lanza y se la trajo a si, con Zhivot incluido.
Este lo atrajó hacía él y le puso el cuchillo en el cuello. Este luchaba para que no le clavara el cuchillo. Me iba a poner a derramar lágrimas, pero pensé que había cogido la suficiente fuerza como para deshacerme de esos idiotas.
De un veloz movimiento, le clavé mi codo a uno en la barriga con todas mis fuerzas. Este se retorció de dolor y le metí una patada en los huevos para rematarlo.
El del otro lado se dió cuenta, pero no le dejé tiempo de reaccionar porque le metí un puñetazo en la cara, dejándolo inconsciente.
El que sostenía a Zhivot se puso algo nervioso e intentó apegar más el cuchillo a mi hermano.
—¡Deja a mi hermano!—grité.
—¡Corre cabeza de chorlito, me las puedo arreglar yo solo! Confía en mí—dijo mi hermano sonriéndome. —Y si no llego a salir de esta, recuerda que siempre estaré contigo ¡Pero corre!
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Rage y los hechizos del mal
SpiritualUn chico junto a su hermano siendo felices en su casa perooo... Un día llegan un par de ''gente'' y arrazan con la vida de todos, menos Hazel, nuestro protagonista. Antes de que lo fueran a matar, un tipo aparece y decide cuidarlo, pero en sus tierr...