Capítulo 4: Proyecto Grupal.

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Habían pasado tres semanas desde que Applejack se había integrado al colegio Canterlot. Aunque había hecho buenas amigas como Twilight, Fluttershy y Pinkie Pie, aún seguía enfrentándose a las constantes molestias de Rainbow Dash y su grupo. Hoy era un día diferente. La directora Celestia tenía un anuncio importante para la clase.

Celestia: Hoy, comenzaremos con un proyecto grupal —anunció la directora desde el frente del salón.—Los grupos serán de dos personas, y he decidido asignarlos de manera aleatoria.

Todos los estudiantes se miraron entre sí, algunos nerviosos, otros curiosos, mientras Celestia comenzaba a nombrar los grupos.

Celestia: Sunset Shimmer y Twilight Sparkle —dijo la directora.

Sunset lanzó una mirada desafiante a Twilight, quien solo ajustó sus gafas, intentando no prestar atención.

Celestia: Siguiente grupo, Fluttershy y Rarity —continuó.

Fluttershy sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Sabía que Rarity era parte del grupo de chicas que la trataban mal, y la idea de trabajar con ella no le emocionaba en absoluto.

La directora siguió anunciando los grupos hasta llegar al último.

Celestia: Applejack y Rainbow Dash son el último grupo.

Applejack levantó la mirada hacia Rainbow Dash, quien, al escuchar su nombre junto al de Applejack, solo rodó los ojos y miró hacia el frente con desdén.

Celestia: Bueno, esos son todos los grupos —concluyó, pero Applejack, preocupada por su amiga ausente, levantó la mano.

Applejack: Disculpe, directora, pero Pinkie Pie no asistió hoy. ¿Con qué grupo va ella?

Celestia sonrió con calma antes de responder.

Celestia: Ah, Pinkie Pie. Ella está exonerada de esta materia.

El salón entero exclamó en sorpresa.

Todos: ¿Quéee?.—dijeron al unísono, incrédulos de que Pinkie Pie, la chica más distraída del colegio, estuviera exonerada.

Con el anuncio hecho, las horas pasaron y llegó el recreo. Durante el descanso, Rainbow Dash, Sunset Shimmer y Rarity se reunieron en su lugar habitual, lejos de las demás chicas, criticando a sus respectivas compañeras de proyecto.

Rarity: ¿Pueden creer que me tocó con esa tímida y estúpida de Fluttershy?—se quejó con un gesto de disgusto.

Sunset Shimmer: Lo mío es lo peor —dijo, cruzando los brazos—. Me tocó con Twilight Sparkle, la cuatro ojos, la nerd. Es horrible.

Rainbow Dash, que había estado escuchando, añadió su propia queja.

Rainbow Dash: ¿Bromean? A mí me tocó con la peor de todas, esa granjera de Applejack.

Rarity suspiró dramáticamente.

Rarity: Solo sé que si seguimos trabajando con estas perdedoras, arruinarán nuestra reputación.

El grupo continuó con sus quejas, despreciando a las chicas que no pertenecían a su círculo.

Unas horas más tarde, cuando finalmente terminaron las clases y era hora de salida, Rainbow Dash seguía conversando con Sunset Shimmer y Rarity cerca de la entrada del colegio. Justo en ese momento, Applejack se les acercó.

Applejack: Eh... hola, Rainbow Dash —dijo con una sonrisa incómoda.

Las tres chicas se detuvieron en seco. Sunset Shimmer hizo una mueca de disgusto y fue la primera en romper el silencio.

Sunset Shimmer: Me voy, ya que llegó una mosca y no quiero que piensen que huelo mal —dijo con sarcasmo mientras se alejaba.

Rarity: Te acompaño, querida —añadió asintiendo con la cabeza y alejándose con Sunset.

Rainbow Dash reviró los ojos, y se volteó para mirar a Applejack con desdén.

Rainbow Dash: ¿Qué quieres, granjera? —dijo con desprecio.

Applejack suspiró, manteniendo la calma.

Applejack: Primero, no me llames granjera. Solo quería saber dónde haremos el proyecto. ¿En mi casa o en la tuya?

Rainbow Dash la miró con una sonrisa de superioridad.

Rainbow Dash: Primero, te llamo como quiera. Y segundo, no quiero que alguien pobre pise mi casa, pero tampoco quiero que me vean entrar a una granja. Así que, con todo el disgusto del mundo, lo haremos en mi casa.

Antes de que Applejack pudiera decir algo más, Rainbow Dash se dio la vuelta para irse. Applejack la miró con frustración.

Applejack: ¡Pero ni siquiera me diste la dirección de tu casa! —gritó, pero Rainbow Dash ya estaba lejos, ignorando por completo sus palabras.

Applejack la observó marcharse, sacudiendo la cabeza. Sabía que trabajar con Rainbow Dash no sería fácil.

Un amor que nace del odio. (Appledash) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora