cαριтυℓσ 25

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Pasó el día y, cuando salimos de clases, encontré a Joshua afuera esperándome. Él estaba junto a una chica muy parecida a él, y se me hizo algo conocida. 
«¿Esa no es la chica con la que sale Lucía?» pensé, y creo que sí. Con razón el otro día él parecía tan cómplice.

—Hola, mocosa. —Él me abrazó e interrumpió mis pensamientos.

—Hola, idiota. —Sonreí al sentir el abrazo.

—Quiero presentarte a alguien que quizá ya conozcas. —Él caminó hacia la chica. —Mocosa, ella es Mariana, mi hermana.

—Mucho gusto, Alice. Mi hermano me ha hablado mucho de ti. —Ella sonrió amablemente.

—El gusto es mío. —Sonreí.

Comenzamos a caminar los tres hasta un parque, donde nos encontramos con Lucía. Mariana y Lucía se fueron a una biblioteca cercana y Joshua me acompañó a casa; mi madre lo invitó a entrar.

—Hola, señora Miller, ¿cómo está? —dijo él sonriéndole a mi madre; olvidaba que eran mejores amigos.

—Hola, querido, muy bien ¿y tú? —dijo ella invitándonos a pasar y dándome un beso en la frente.

—Me alegro mucho, señora Miller; yo muy bien. —Él sonrió mientras entrábamos.

—¿Ya hablaron del viaje? —preguntó ella mirándonos y sirviendo un poco de té.

—No, aún no. —Dije y tomé un poco de té con una pequeña sonrisa.

Hablamos un poco más con mi madre y fuimos a mi habitación. Me senté en la silla de mi escritorio y él se sentó en mi cama.

—¿A dónde vamos a ir? —pregunté mientras encendía el computador.

—Me gustaría que fuéramos a Isla Palma; dicen que es muy bonito.

—¿Isla Palma? —pregunté mientras buscaba en Google; era una isla con aguas azules y cristalinas. —Es muy bonita.

—Así como tú. —dijo él y se puso al borde de mi cama, cerca de la silla del escritorio, y sonrió.

—¿Qué llevaremos?

Empezamos a planear el viaje y ya teníamos todo listo: compramos los boletos de ida y vuelta para la playa y arreglamos qué íbamos a llevar. Ya era algo tarde y comimos con mi madre; ella le dijo a Joshua que se quedara, que hablara con su madre para pedirle permiso, y ella aceptó. Hablamos con mi madre, nos reímos y lavamos los platos. Nos despedimos de ella y fuimos a mi habitación.

—Mira. —dije sacando algo de la estantería.

Saqué el ajedrez; le dije a Joshua que lo armara mientras iba a lavarme la cara y cambiarme. Me cambié y al llegar él estaba con su camiseta y un pantalón que tenía en mi casa. Yo salí con mi camiseta grande y unos shorts.

—Tú eres linda hasta para irte a dormir. —dijo él sonriendo.

—¿Lo dudabas? —dije juzgándolo y sentándome para jugar; últimamente he estado mejorando en el ajedrez.

—Para nada. —Él sonrió.

Se acercó para darme un beso y empezamos a jugar. Después de algunas rondas nos fuimos a dormir, ya que estaba algo tarde.

—Te gané una. —dije sabiendo que él me dejó ganar.

—Yo perdí contra una mocosa. —Él sonrió.
Me abrazó y nos quedamos dormidos.

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Nota
Buenos días/noches/madrugadas mis pequeños copos de nieve; espero les haya gustado el capítulo de hoy. Recuerden comer bien.

~ Gaby 🪻💓

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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