☆ Capítulo 34 La muerte de Sara ♡

8 0 0
                                    

Al día siguiente...

Cada vez me sentía muy mal, cada vez que salía de las clases interrumpiendo a los profes, debía correr rápido antes que me viniera el vómito. Cada instante me miraba en el espejo y me veía como un espanto, un zombie. Y me toca pedir disculpas a los profes por salir así sin dar permiso y avisar.

Hasta ya me empezaron a darme como unos antojos muy extraños, en el día de hoy me antoje unas deliciosas rosquillas de chocolate con chispas de colores, comí en mi break y todos me miraron. Estaba Max, Gaby y Gabriele.

—Amore mio — Max empezó a hablar—, te veo muy rara. ¿Todo en orden?

Le dije que sí, claro que Max se dio cuenta que yo saliera y me perdería los temas en la hora de las clases.

—Sí, todo bien — respondí a Max.

Limpié con una servilleta que estaba untada de rosquillas en mis dedos y en mi boca.

—Amor, pero te vi muchas veces saliendo en los salones y saben que me dijeron que la vieron que iba al baño... creo a vomitar, eso me comentaron... y antes del break te perseguí y definitivamente era cierto. ¿Digadme que tienes de una vez?

No dije nada porque tenía la boca llena y es mala educación hablar con la boca llena. Me trague los últimos mordiscos de la rosquilla y le respondí a su pregunta.

—No se que carajos me dices.

—Enserio es vuestra respuesta — se sorprendió al escuchar eso.

—Pues... si o qué respuestas estabas esperando.

—No sé, algo más concreto. Por lo visto ya estás bien, estás comiendo bien.

—Sí, estoy bien — repliqué—. Y todos vomitadas me dio mucha hambre, y me antoja estas deliciosas rosquillas de chocolate y eso que no son tan fan al chocolate.

Por eso yo misma me pregunté qué carajo estaba pasándome.

—Pero sigo sin entender... — añadió Max—. Una pregunta, ¿cuántos días estás así con estos malestares, mi diavolina?

—Verdad, amiga — por fin habló Gaby—. Max tiene toda la razón, desde cuando.

Vi a Gabriele que también tiene esta duda. Carajo.

—Pues, no sé. Como tres semanas, creo — respondí—. Desde aquel día de celebración, el día que fuimos los cuatro al bar.

—¿¡Tres semanas? — Gritó Max—. ¿¡Por Qué no me dijiste que hace tres semanas estabas así!?

Todos voltearon a ver que estaba pasando y frunció el ceño.

—Max no grité — dije a voz baja—. Si hace tres semanas que me está dando ¿Y?

Gaby también estaba alterada y ella me dijo:

—Alexa, y tu periodo...

—No vamos a hablar sobre eso — dijo Max.

—Sí, por favor Gaby — recite a Gaby.

—Pero, Alexa...

—Ya sé a qué quieres hablar con eso, pero no vamos a hablar de eso, hay chicos...

—Y...

—No fuiste a un médico — Gabriele habló por lo bajo y negué—. ¿Por qué? Es mejor que vayas a ver un doctor.

—Amor, Gabriele tiene toda la razón. Vamos a ver a un médico. — Calló un momento—. Después de las clases, vamos...

—No es necesario, Max — dije —. Sin embargo, no tengo seguro aún y Marta está apoyando en eso, por lo visto está un poco demorado.

Un Amor En El Extranjero Parte 1 (EN BORRADOR) (En pausa, temporalmente).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora