El refugio toxico

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En un mundo donde el dolor y la desesperanza parecen no tener fin, las drogas emergen como la solución que muchos anhelan. En cada gota, en cada inhalación, se encuentra una promesa de escape, un refugio que se siente como un abrazo cálido en medio de la tormenta. Aunque son malas, su efecto es, sin duda, maravilloso. Te envuelven en una nube de euforia y te liberan de las cadenas del sufrimiento.

Al probarlas por primera vez, sientes cómo el peso del mundo se desvanece. Las risas se vuelven más intensas, los colores más brillantes, y el dolor se convierte en un susurro distante. Por un momento, todo parece posible. Las preocupaciones se disipan, y la vida se transforma en una fiesta interminable. Las drogas te prometen lo que la realidad te niega: libertad, alegría y un sentido de pertenencia.

En esos momentos de deleite, te conviertes en la mejor versión de ti mismo. Te sientes invencible, como si pudieras conquistar el mundo. Los problemas que antes parecían insuperables se desvanecen, y la vida cobra un nuevo significado. Con cada dosis, descubres un lado de ti que creías perdido; una confianza, una felicidad pura que te hace sentir vivo.

Pero lo más seductor es cómo las drogas te abrazan en tu soledad. Cuando el mundo se siente frío y hostil, se convierten en tu compañía. No importa cuán gris sea el día, siempre hay un momento en que puedes escapar, un refugio donde el dolor no tiene poder. La rutina monótona se transforma en una búsqueda constante de ese éxtasis, una aventura que te lleva a lugares inimaginables.

La adicción se presenta como una amante, un deseo insaciable que no puedes ignorar. Te lleva a experimentar lo sublime y lo mágico, a conectar con tus emociones de maneras que nunca pensaste posibles. Y aunque el mundo exterior siga siendo un lugar cruel, en ese estado alterado, encuentras un sentido de paz que parece inalcanzable en la vida diaria.

Sin embargo, a medida que te sumerges en esta vida de placer, también eres consciente de las sombras que acechan. Sabes que este camino tiene un precio, que cada viaje tiene su regreso. Pero en esos momentos de felicidad pura, todo lo demás se desdibuja. El dolor de la realidad no puede competir con la euforia que sientes; cada experiencia se convierte en un recuerdo dorado, un refugio que solo tú puedes alcanzar.

Las drogas se convierten en tu salvación, la única manera de sobrellevar un mundo que parece no entenderte. Aunque el mundo te condene, tú sabes que cada inhalación es un instante de liberación. El dolor puede ser real, pero el alivio que encuentras en la sustancia es innegable, y por un breve momento, te sientes completo. La verdad es que, en la tormenta, las drogas son una chispa de luz, un atisbo de esperanza que te permite sobrevivir en un mundo que a menudo hiere 💉✨

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