La preparación

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Lucifer se despertó más tarde de lo que normalmente era su hora habitual, la modificación del trato anoche también lo había agotado mentalmente, hacía mucho que no realizaba una práctica similar, pero ahora Alastor no tenía encima a su esposa, y eso era bueno... ¿verdad? Se movió entre sus suaves sábanas hasta tomar el teléfono en busca de mensajes de Charlie cómo siempre hacía, nunca antes había hablado tanto con su pequeña manzanita y cada vez se sentía más natural, pero ese día no iba a haber demasiado tiempo para hablar, a las 16:00 saldrían del Hotel. No había tiempo que perder.

Se levantó de su cómodo lecho y procedió a vestirse, aunque el sombrero y chaqueta lo dejaría para la reunión, había cosas que preparar con Charlie. Y Alastor, joder, ¿era conveniente ir a despertarlo? Tal vez necesitaba algo más de sueño reparador para estar listo. Era un gran día para su pequeña, tenían que estar todos listos.

No fue el único en pensar así ya que cuando las puertas del ascensor se abrieron en el enorme Hall ahí estaban todos los amigos de Charlie a su alrededor y su hija estaba preciosa. Su pelo rubio suelto, vestida con un vestido largo de color rojo con el forro blanco y bordes en negro; sus brazos estaban desnudos al igual que lo que llevó en la gran pelea con Adán y... se parecía a Lilith tantísimo.

—¡Action! —Gritó Angel que sostenía un montón de papeles sentado en uno de los taburetes.— Entra Val.

¿Qué?

Lucifer permaneció junto la barandilla de las grandes escaleras observando exactamente que era eso, y en ese instante Husk se acercó con un mantel a modo de capa.

—Princesa, que sorpresa verla aquí... en mi estudio. —Dijo Husk leyendo al final de la frase su pequeña tarjeta donde seguramente tenía todo anotado.

Estaban ensayando la confrontación de Char-char con el gilipollas de Valentino, todos, todos esos pobres jóvenes estaban ayudando a su hija, la princesa, pero no por ser la princesa, por ser su Char-char. Incluso Niffty se movía inquieta alrededor de la rubia mientras ajustaba el bajo del vestido.

—Oh, será breve —dijo su hija mientras le daba un papel en blanco— vengo a entregarte la renuncia de Polvo de Ángel.

Era un buen principio. Husk siguió leyendo el guion, trabándose en los insultos y al quinto tartamudeo Lucifer salió de su pequeño escondite dando unos suaves aplausos.

—¡Increíble chicos! ¿Cuánto lleváis haciendo esto?

Todos se giraron para ver al rey terminar de aplaudir y remangarse más las mangas de su camisa, iba a unirse a aquel pequeño teatro.

—¡Papá! —Se emocionó Charlie al verlo, pero tras dar unos pasos hacia él se detuvo y dio un par de giros sobre sí misma— ¿qué te parece el vestido?

—Estas hermosa, querida niña. —Lucifer acortó la distancia abrazando a la joven que parecía bastante segura de sí misma.— ¿En qué puedo ayudar, director? —Preguntó Lucifer mirando a Angel, sacando un sonrojo del joven que no pensaba que nadie lo iba a llamar así.

—Bueno, podrías ayudar a Charlie con la parte que tiene que manifestar sus cuernos y esas cosas. Creo. Si le parece bien a su majestad.

—¡Claro! —Le sonrió Lucifer tratando de calmar a esa pobre alma que se jugaba todo en menos de 6 horas— lo que me pida el director.

Siguieron el guion durante otros 40 minutos hasta que Angel sugirió que habría que hacer algo de improvisación para que Charlie estuviera preparada, cosa que iban a hacer después de unos 30 minutos de entrenamiento con Vaggie, y mientras el resto se fueron a comer.

Hazbin Hotel Series: Jaque al CiervoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora