La actividad de esa tarde estaba siendo muy divertida, entre todos estaban decorando el nuevo local para la apertura de mañana, los últimos toques de personalidad de cada miembro original del Hotel.
En esos momentos estaban Lucifer y Alastor, junto a Vaggie, Angel y Cherri decorando la sala, mientras Husk, Charlie, Niffty y Rosie preparaban el Hall. Si, la amiga de Alastor se había sumado a esa actividad grupal cómo un miembro más, tal vez deberían advertirla de los peligros de ese Hotel. Alguien debería advertirle de que, si seguía cayendo en las redes de la joven princesa del infierno, tal vez acabaría en el cielo.
—¿Van a venir al final los actores de tu nueva serie, Angel? —Preguntó Lucifer, tratando de traer un tema de conversación para todos.
—Si, aunque espero que vengan los de la serie que se está emitiendo ahora, esos sí que están buenos.
Lucifer pudo ver los ojos de Alastor rodar justo enfrente suyo, ambos estaban en el techo colocando espumillón brillante gracias a un suelo conjurado del ángel. Lucifer sujetaba la caja con las decoraciones y el demonio más alto que él las iba atando de las vigas
—Joder, nunca te había visto tanto sin follar, es verdad. —Dijo Cherri cuando se dio cuenta de ese cambio en su amigo.
—¡Ya te digo! Incluso pensé buscar algún cliente o las aplicaciones para follar. Pero no sé, desde que Charlie me liberó...
—Necesitas unos buenos pollazos. —Le cortó su amiga.
Y hubo dos reacciones simultáneas, Alastor y Vaggie emitieron un sonoro y contundente:
— UUUUGGggh.
Que se escuchó en toda la sala al mismo que tiempo que Lucifer decía:
—¡No! No, no, nope.
Lo que sí que desconcertó a toda la sala, sobre todo cuando Lucifer dejó la caja flotando junto a Alastor y abrió sus alas para bajar hasta donde estaban Angel y Cherri.
—No necesitas follar.
—Eeh —empezó a hablar Angel, bastante sin palabras por la reacción del rey— ¿perdón?
—O sea, si quieres, hazlo. —Lucifer tenía lo que quería decir en la cabeza, solamente tenía que organizarlo.— Mira, el sexo puede ser increíble, mágico, pero es que, ¡no tienes ni idea!
—¡¿Perdona?! —Eso había tocado la parte más profesional de Angel.
—¿Sabes a cuantos se ha follado esta reina del sexo? —Dijo Cherri, respaldando a su amigo.
—Si. —Claro que lo sabía— ¿y cuantos los has elegido tú? ¿Acaso no había veces que querías que te destrozaran para que dejaran de usarte?
Lucifer sabía que acababa de hacer mucho daño abriendo esa herida, pero había asistido a suficientes charlas de su hijita para saber que "la única herida que no se cierra, es de la que no se habla".
—Eso no es el sexo, Angel. Hay pasión, hay fuerza en el sexo, pero tiene que haber consentimiento. Tienes que saber que la otra persona va a parar si se lo pides, tiene que haber confianza. Y no creo que hayas tenido de eso.
Lucifer se acercó otro poco al demonio que ya tampoco lo miraba.
—A veces el sexo es torpe, y te ríes, otras veces fluye solo, como si fuese una melodía que nunca puedes olvidar. Otras veces sientes que vas a explotar, que no puedes tener tanto de alguien a quien quieres, a veces se llora en el sexo. Hay sexo de reconciliación, de ruptura, hay besos que terminan en roces rápidos. Hay tanto que no has vivido, Angel.
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Hazbin Hotel Series: Jaque al Ciervo
RomanceUn nuevo Hotel, nuevos huéspedes. Alastor no pensaba que el rey del infierno pudiese ver a través de los tratos, seguir las cadenas, conocer los bozales que algunos portaban en ese mundo. No, Alastor no lo había tenido debidamente en cuenta y poco a...