Nunca te olvidé

Capítulo 26.

"Felices 18, Thomas."

Faltan exactamente cinco minutos para que se lleguen las doce en punto y no estoy despierto a altas horas de la noche por alguna razón. En realidad, no logro conciliar el sueño, tan solo puedo pensar en lo mucho que puede cambiar lo que ha sido de mi vida hasta ahora a partir de mañana, no me emociona ninguna fiesta, ni las cosas que se supone que ahora podré hacer con solo mostrar una credencial, lo único que espero es poder sacar a Esteban de ese hospital, presentar la prueba en el teléfono de mi padre y que todo resulte bien con eso. Tener a mi hermano de vuelta conmigo y recuperar su vida es en lo único que me emociona pensar.

Justo cuando se dan las doce, mi teléfono vibra sobre el pequeño mueble al costado derecho de mi cama, estiro un poco el brazo para alcanzarlo y al encender la pantalla puedo ver en la barra de notificaciones que se trata de un mensaje de Julián.

De Juliano rano 🐸:

"Feliz cumpleaños, amigo. No estoy seguro de que estés despierto justo ahora, pero x. No solo espero, también estoy seguro de que este será el mejor cumpleaños de tu vida. Y no solo porque ahora podrás acompañarme a antros, sino porque por fin tendrás de vuelta lo que tanto has deseado, confío en que Esteban regresará muy pronto, ¿y qué mejor regalo que ese? Aprecio como a ninguna otra tu amistad, me siento el más afortunado por haberte encontrado, nuestra amistad es lo más valioso que tengo, y jamás dejaré que te vayas de mi vida.

Te amo, hermano. xoxoxo."

Me emociona leer su mensaje, Julián es único, y me siento aún más afortunado que él de tenerlo en mi vida. Él me ha hecho fuerte incluso en los momentos más difíciles. Sin él, probablemente yo no estaría aquí.. Recuerdo esa noche oscura cuando todo en mi vida parecía desmoronarse, una vez más... Me encontraba en el baño, exhausto y lleno de dolor, con la mente repleta de pensamientos oscuros y negativos, el cuerpo marcado por mi propia desesperación, me brotaba con intensidad sangre de ambos brazos, manchando mi ropa y el piso, estaba decidido a ponerle fin a mi vida, Julián me encontró justo a tiempo y junto con Arturo, me llevaron al hospital. Pasé la noche y parte del día siguiente allí, ambos estuvieron conmigo, Julián no se despegó de mí ni un instante, incluso cuando no podía estar dentro de la habitación, se la pasaba afuera en los pasillos.. Saber que estaba ahí, que no me abandonaba por ninguna circunstancia, me hacía sentir afortunado, me sentía aliviado y reconfortado por su presencia, comprensión y cariño. Mina no se presentó en ningún momento, incluso cuando regresé a casa, aparentó asombrarse por las vendas que rodeaban mis brazos, preguntándome que había pasado, aunque insistió poco, porque para un rato después, ella estaba como si nada.. Sin Julián yo no seguiría aquí, sin Julián yo habría acabado con mi vida esa noche.. Él fue mi luz en la oscuridad, y lo sigue siendo.

...

Al amanecer, abro un poco los ojos para luego tallarlos y antes de levantarme para comenzar mi día, agradecer a Dios y a la vida por alcanzar otro año más. Estoy listo para comenzar el día con el mejor humor posible.

Alastor llega hasta conmigo y se recuesta en mi pecho, impidiéndome levantar, frota su cabeza sobre mi pecho y suelta ronroneos, estoy seguro de que me está felicitando en idioma gato. Lo abrazo de la ternura que me provoca, pero dura poco, porque pronto se escapa de mi agarre.

Me levanto de la cama luego de ver la hora, nuevamente se me está haciendo un poco tarde. Me ducho y selecciono la ropa que usaré hoy, un pantalón marrón oscuro con una camisa blanca de botones, y claro, no puede faltar mi cachucha del mismo tono que el pantalón.

—Te veo más tarde, Alastor —lo acaricio una vez más y lo dejo recostado sobre la cama.

Bajo a la cocina para tomar una manzana, y como de costumbre, espero encontrarme con Mina en la sala, pero ella no está ahí, en su lugar, hay una pequeña nota sobre la mesa de centro. La tomo suponiendo que es para mí y me sorprendo muchísimo al leerla: