Nunca te olvidé

Capítulo 23.

"Una tarde emocionante."

Thomas Mondragón

"Estoy emocionada por nuestra cita de hoy, ya quiero verte. <3"

Sonrío al leer el mensaje de Gemma. Por alguna razón todo lo que esta chica dice o hace, me resulta bastante tierno.

"Que tierna. A mi también me mantiene entusiasmado. :)"

Gemma y yo nos veremos en un restaurante de comida china cerca de las cinco de la tarde. Después de eso, quedamos en visitar el acuario que no tiene más de dos meses de haberse inaugurado. Y cómo por último, finalizar nuestra cita yendo por un helado.

Estoy emocionado a pesar de todo. Ella es una chica increíble, la cual, estoy seguro de que hará de esto una salida que valga la pena.

Y esta vez, no llamo a Julián y elijo mi vestuario yo mismo. Pero para eso, tengo algo que hacer primero.

"¿Es muy imprudente si te pregunto de qué color es tu vestuario?"

Solo espero no parecer muy tonto para cuando lea mi mensaje.

"Ahhhh, claro que no. Voy de marrón oscuro."

Uff. Por un momento pensé que se burlaría, o peor aún, que iría de un color fosforescente."

Volteo de cabeza mi ropero, pues a pesar de que tengo más de una camiseta y camisas color marrón, necesito encontrar mi favorita.

—¡Aquí estás! —la tomo emocionado cuando la encuentro hasta el fondo. Es una camisa de vestir con botones blancos—. ¿Cachucha o no? —me dirijo a mi compañero de habitación favorito, Alastor, quien como de costumbre, está acostado entre dos de mis almohadas.

Esta vez no la llevaré, me duele, pero tengo que desacostumbrarme de ella para comenzar a "apreciar" mi cabello. Luego de estar vestido y haber peinado mi cabello lo mejor que pude, salgo de casa, no sin antes darle un beso de despedida a Alastor, claro.

Camino hasta la parada de autobús y luego de tomarlo e ir todo el viaje de pie, bajo a pocas calles del restaurante.

Me siento nervioso, y al mismo tiempo, no puedo dejar de pensar en Benjamín. Supongo que es comprensible, ¿no?, ¿cómo podría sacarlo de mi cabeza de un día para el otro?

Estando cerca del restaurante, puedo ver a Gemma afuera, sentada en una pequeña banca viendo su teléfono.

"Ya estoy aquí afuera del restaurante. ‹𝟹"

Recibo su mensaje, aunque no me detengo a responderle, simplemente llego directo.

—Hola —la saludo al llegar y ella me mira con una amplia sonrisa—. Siento llegar tarde, ¿tienes mucho aquí?

—No, no te preocupes. Llegué hace como cinco minutos.

Me detengo a mirarla unos momentos, estoy impresionado.

—Vaya, en verdad te miras muy bonita —le digo sincero.

Se ha hecho ondulaciones en el cabello, lleva un delineado de color negro y blanco, mientras que su boca, está pintada con una fuerte tinta de color rojo. Sus labios lucen tan gruesos y resaltan de una manera tan linda. Y bueno, de su vestimenta ni hablar, lleva un top de tirantes junto con una falda de un marrón oscuro del mismo tono que mi camisa.