a fondo | franco colapinto

010 | far from end game

dieciocho de septiembre

agustina's pov

21:34 

Hoy había sido un día largo, pero lo que realmente no esperaba era la invitación a un evento exclusivo esa noche. Aunque no tenía muchas ganas de ir, pensé que podía ser una buena oportunidad para desconectarme un poco del mundo de la Fórmula 1 y disfrutar de una noche sin tanto ajetreo. 

La fiesta se celebraba en un lugar elegante, y aunque no estaba organizada directamente por Franco o su equipo, su nombre flotaba por el aire, lo cual garantizaba que sería un lugar donde me encontraría con varias personas del paddock.

Decidí que no podía quedarme en el hotel, así que me preparé. Me metí a la ducha, dejando que el agua caliente me relajara por completo. El sonido del agua cayendo me tranquilizó después de un día lleno de tensión. Sabía que necesitaba relajarme para lo que fuera que me esperaba esa noche.

Cuando salí, me miré en el espejo y me sorprendí al ver lo relajada que me sentía. Así que, sin perder tiempo, empecé a vestirme. Me puse un vestido rojo largo, con un escote moderado pero que dejaba claro que no era un evento cualquiera. Los tacones rojos completaban el conjunto, dándole el toque final de elegancia que necesitaba para no desentonar en un ambiente como ese.

Me maquillé de forma sencilla pero efectiva. Un poco de base, corrector, rubor, el smokey eye negro de siempre y gloss.  Un poco de perfume (el good girl de carolina herrera, como siempre) y ya estaba lista para salir. Con los nervios a flor de piel, agarré mi cartera y me dirigí al lugar del evento.

Al llegar, la atmósfera era exactamente lo que esperaba: sofisticada, lujosa, con una mezcla de gente del paddock y otros invitados que no pude identificar al principio. Todo estaba perfectamente decorado, con luces suaves que creaban una atmósfera íntima y relajada. La música de fondo era suave, casi hipnótica, y la gente hablaba en pequeños grupos, riendo y compartiendo anécdotas.

Fue fácil encontrar a biza, quien no tardó en saludarme con una sonrisa. Pero lo que más me llamó la atención fue la cantidad de miradas que recibía el lugar. Y era obvio, Franco Colapinto no tardó en ser uno de los principales atractivos. Estaba rodeado de gente, como siempre, en su elemento, con esa sonrisa que parecía destinada a robarse toda la atención.