veintiocho de septiembre | barcelona
agustina's pov
chiara (serena) 💗
hoy
20:16
aterrizandooo
20:17
perfectooo
cenamos en algún lugar?
dale, me pasas a buscar por el aeropuerto?
vale, te espero
(❤️)
Después de salir del control de pasaportes, me dirigí a la zona de salida y ahí la vi. Chiara, tan enérgica como siempre. Me acerqué, sonriendo, y la abracé.—Te extrañe —dije, sintiendo un nudo en el estómago que no podía explicar.
—Lo mismo digo —respondió, devolviendo el abrazo con fuerza. —¿Lista para disfrutar de Barcelona? preguntó, a lo que yo asentí
Nos subimos al auto, y Chiara comenzó a hablar de todo lo que había preparado para esos días. Pero, a pesar de lo que decía, mi mente se mantenía algo ocupada en la idea de cómo había cambiado todo en tan poco tiempo. Cómo las últimas semanas me habían metido en una rueda de estrés, y cómo Franco, de alguna forma, había sido una parte importante de ese rejunte de cosas.
El viaje hasta la casa de Chiara fue tranquilo, pero mi mente seguía dando vueltas. El ruido del auto y las luces de la ciudad de Barcelona me daban una especie de respiro, pero Franco, su sonrisa arrogante, seguía presente en mi cabeza. Cada vez que pensaba en lo que había pasado en el avión, una parte de mí no podía evitar preguntarme si había algo más detrás de ese encuentro.
Finalmente, llegamos a la casa de Chiara. Era un departamento moderno, en una zona tranquila de Barcelona, pero con una vista espectacular de la ciudad. Me sentí agradecida de poder quedarme en su lugar, no solo por la comodidad, sino porque sabía que necesitaba desconectarme un poco y disfrutar del tiempo con mi amiga.
—Mirá, te dejo mi cuarto —me dijo Chiara mientras abría la puerta de su departamento. La habitación era sencilla, pero acogedora. Había un par de fotos de ella y yo en las paredes y la cama era grande, perfecta para descansar después del largo día de viaje.
Dejé mi valija en el piso y empecé a desempacar, mientras Chiara recorría la cocina, asegurándose de que tuviéramos todo lo necesario para la noche. Un par de veces me hizo comentarios sobre cómo había estado el clima en Buenos Aires, pero mi mente seguía ocupada. Cada vez que pensaba en cómo se habían dado las cosas con Franco, me sentía un poco más confundida.
Después de unos minutos, Chiara me dijo que se iba a cambiar y que íbamos a salir a cenar. Yo también me metí en el baño, me arreglé un poco, me puse un top negro, una pollera plateada y unas botas negras y me maquillé levemente, solo para no sentirme tan desarreglada. Mientras me preparaba, pensaba que tal vez un poco de diversión y desconectar de todo me haría bien.
En cuanto terminamos, nos subimos al auto, Chiara me miró y sonrió.
—¿Qué te parece si vamos a ese restaurante italiano que te conté? Está cerca y tiene la mejor pasta de la ciudad.
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a fondo | franco colapinto
FanfictionEn el apasionante y competitivo mundo del automovilismo, donde cada segundo cuenta y las emociones quedan relegadas al último lugar, Agustina, una periodista decidida a construir su carrera, se cruza con Franco Colapinto, un joven piloto argentino c...