2. moccachino regresa

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Era otro día en el que Sakusa no tenía nada que hacer, había abierto hace dos horas y aún nadie llegaba. Bueno, al menos eso creía, porque se había quedado dormido en el mostrador por media hora sin querer queriendo.

Una de dos: o no había llegado nadie o había llegado un cliente demasiado introvertido como para despertarlo.

Sea como sea, un cliente entro a la tienda al fin, sacándolo de su trance.

"Ah, pero si es 'Moccachino'."

— Bienvenido. — Saludo Sakusa como de costumbre.

— Hola. — Le sonrió el rubio. — ¿Me das un Moccachino?

— Por supuesto, ¿Desea algo más?

— ¿Que postre me recomiendas?

"¿Que? ¿Otra ronda de preguntas para terminar haciendo lo que quisiera?"

— Para acompañar un moccachino le recomiendo galletas de leche.

— Entonces dame esas.

Sakusa se sintió complacido ante tal respuesta, no le hizo hablar en vano, como la última vez.

— Muy bien. ¿Atsumu Miya, no es así?

— ¡Oh, lo recordaste! — Lo señaló sonriente.

— Sí, bueno, no es como que tenga muchos nombres que recordar por aquí.

— Tienes buena memoria. — Lo elogió. — Pero... Yo no recuerdo tu nombre ¿Cuál dijiste que era? — Preguntó, sintiéndose de lo mas astuto.

— No se lo dije, señor. — Respondió evadiendo la pregunta, mientras preparaba la bebida.

— Ah. — Y no volvió a hablar al deducir que el pelinegro no quería responder aquella pregunta.

Sakusa termino la orden al escribir el nombre del chico en el embase.

— Aquí tiene. Tenga buen día.

— Sí, gracias.

Dulce como Mocca - SakuatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora