Dulce como Mocca - Sakuatsu

21. cara a cara

Lo primero que hizo Atsumu al llegar a su casa fue correr hacia el baño. Se tomó un breve baño, pero lo suficientemente largo como para quedar completamente limpio. Después de ponerse su bata de baño, empezó a secar su pelo con la secadora, aunque lo dejó a medias para darle un look casual, pero "sexy".

Prosiguió poniéndose todo el skincare que encontró en su casa, para darle una apariencia brillante y naturalmente limpia a su piel. Mientras lo hacía, se fijó en la hora; faltaban tan solo unos minutos para las diez, no le quedaba mucho tiempo. Rápidamente buscó en su armario algún pijama para ponerse, pero realmente tuvo que hurgar para encontrar algo decente, pues Atsumu no solía usar camisetas de pijama para dormir. Sin embargo, no podía mostrarse semidesnudo ante Omi en su primera llamada. Al final, terminó tomando una sudadera amarillo mostaza que encontró tirada en el suelo.

—Este color no me queda —se quejó, viéndose a sí mismo en el espejo, pero no tuvo tiempo para cambiarse, pues el reloj de su habitación le reveló que ya era la hora esperada.

Rápidamente se abalanzó sobre su cama en busca de su teléfono para llamar a Omi, y estaba a punto de hacerlo, pero prefirió escribirle antes, en caso de que le molestaran las llamadas imprevistas, a pesar de que ya había sido anunciada horas antes.

moccachino❤️
¿ya te puedo llamar?

Escribió con manos temblorosas. De pronto, se metió en la app de la cámara para ver cómo se vería.

"¿Si me veo guapo?
¿Casualmente guapo?
¿O debería afearme un poco para que no se diera cuenta de que me arreglé para la llamada?
¿A quién quiero engañar?
No podría afearme ni aunque quisiera."

Un par de minutos pasaron, y Sakusa aún no respondía el mensaje, así que ahí estaba Atsumu, con la conversación abierta, parpadeando solo cuando era extremadamente necesario, sin intenciones de perderse nada. Finalmente, una burbujita de texto apareció en el chat.

omi-omi <3
Sí.

Duró un segundo para que Atsumu le marcara, y otro segundo para que Sakusa contestara.

Cuando la llamada comenzó y la pantalla se iluminó con el rostro de Omi, Atsumu sintió un cosquilleo en el pecho, como una mezcla de nervios y emoción.

"Dios, se ve tan guapo."

El desorden perfecto de su cabello, la seriedad en sus ojos e incluso esas bolsas los acompañaban, aquella expresión cansada que, extrañamente lo hacía ver incluso más atractivo a los ojos de Atsumu, quién no sabía si sentirse celoso o atraído a lo naturalmente guapo que Sakusa era.

Había pasado más tiempo del que le gustaría admitir imaginando cómo sería una llamada así, que ahora que lo tenía ahí, mirándolo tan intensamente, se sentía más nervioso de lo que podría haber previsto.

Atsumu pudo ver una expresión confusa en su rostro, lo cual lo hizo reír.

—¿Y esa cara? —le preguntó Atsumu juguetón, dando las primeras palabras de la llamada.

—Es que no sabía que sería una videollamada. — Respondió Sakusa en un tono dudoso.

—¡Sorpresa! ¿Estás feliz de ver mi rostro, Omi? —lo molestó.

Pudo observar que los ojos de Sakusa recorrieron la pantalla antes de contestar. Atsumu se sonrojó levemente al sentirse cuidadosamente inspeccionado por Sakusa.

—Ya qué. —Le respondió Sakusa encogiéndose de hombros. Se le veía moverse por la habitación para buscar dónde sentarse.

—¿Cómo te fue hoy?