SINOPSIS
Lucero y Mía Mijares Hogaza, hermanas totalmente diferentes, por dentro y por fuera, pero de sentimientos un poco similares.
Por chantaje Lucero tendrá que acudir a un viaje a París, donde conocerá a su peor pesadilla... Eduardo Capetillo...
Después de que Biby le dijera unas cuantas verdades a Lucero*, siguieron su camino ella y Eduardo hasta encontrar la habitación donde estaba Lucero, al estar cerca, vieron salir a una chica, la cual al verlos de inmediato se acercó a ellos.
-Hola, son los suegros de Lucero verdad?.- pregunto Mel. -Hola nena, así es, cómo lo supiste?.- pregunto Biby. -El parecido con su hijo es innegable.- dijo mirando a Eduardo*, el asintió y sonrió levemente.- Perdón, que maleducada soy, me llamo Melenie Carmona, soy la mejor amiga de Lucero.- dijo ella saludando a Biby y después a Eduardo*.- es un gusto conocerlos. -Soy Eduardo Capetillo y mi esposa Biby.- dijo el devolviendo el saludo. -Es una gusto conocerte nena.- dijo Biby sonriendo.- dime, cómo está Lucero?.- pregunto Biby preocupada. -Por el momento está dormida, pero está bien, ya el doctor les informará.- dijo Mel.- pero hay un asunto importante que deben saber.- dijo un poco sería. -Pasa algo malo? Lucero está bien?.- pregunto Eduardo* preocupado. -Ella está bien, pero tiene que ver con su hijo Eduardo.- Mel suspiró y los miro.- Eduardo está detenido en una delegación de la Ciudad de México, lo acusan de secuestrar a Lucero.- dijo al fin. -Que? De qué estás hablando?.- pregunto Biby asustada. -Solo le puedo decir que Joss y Horacio ya están haciéndose cargo, debido al estado de salud de Lucero decidimos no darle está noticia hasta que lo saquen de ahí.- dijo Mel mirando a Biby.- de hecho Joss se ha estado intentando comunicar con usted.- dijo Mel ahora mirando a Eduardo*. -Apague mi teléfono cuando llegamos.- dijo el sacando su teléfono y encendiendolo, efectivamente tenía algunas llamadas perdidas de Joss. -Por Dios! mi muchacho detenido?.- preguntaba Biby al borde de las lágrimas. -Tranquila mujer, lo mejor será que tú te quedes con Mel, acompañando a Lucero y yo vaya a la delegación para ver cómo están las cosas allá.- dijo tranquilizando a Biby. -Si, creo que es lo mejor, me quedo con ellas, por favor hagan todo lo posible para sacar a mi hijo de ahí.- decía Biby más tranquila. -Por supuesto, ustedes por favor cuiden a Lucero, ella también nos necesita en estos momentos.-dijo Eduardo.- Bueno, me voy, las mantendré informadas.-Dijo y le dio un beso a su esposa y un abrazo a Mel.- por favor cuidalas.- le dijo a esta última, ella asintió y Eduardo salió de inmediato. Mientras tanto Mel y Biby entraban a la habitación de Lucero.
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Cada minuto que pasaba encerrado en esa celda se me hacía una eternidad. Solo quería salir de aquí para buscar y abrazar a mi Lucy, me estaba desesperando sin saber que estaba pasando, sin entender quien me había acusado de semejante mentira, sin saber de mi Lucero, eso era lo que me tenía preocupado, entre ese mar de emociones no pude evitar soltar unas lágrimas, extrañaba a Lucero y sentía miedo al pensar que no pudiera salir de aquí y no estar con ella, las lágrimas seguían saliendo y cuando menos lo espere ya me encontraba llorando como si fuera un niño de nuevo, como hace mucho no lloraba, el solo hecho de pensar en no ver a Lucero de nuevo y no conocer a ese bebé que ahora llevaba en su vientre me hacía sentir miedo. Era mi pensamiento hasta que vi a Joss entrar de nuevo, de inmediato me paré y me acerque a la celda de nuevo.
