SINOPSIS
Lucero y Mía Mijares Hogaza, hermanas totalmente diferentes, por dentro y por fuera, pero de sentimientos un poco similares.
Por chantaje Lucero tendrá que acudir a un viaje a París, donde conocerá a su peor pesadilla... Eduardo Capetillo...
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Cuando Lucero tomó mi mano, me sentí tan bien, me gustaba esa sensación. Durante el camino pensaba muy bien en lo que haría, quise sacarle plática pero cuando iba hablar su teléfono sonó interrumpiendome.
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En el camino iba tomada de la mano de Eduardo, me gustaba estar así.
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Vi que el me iba a decir algo cuando mi teléfono sonó interrumpiendo, tome la llamada. -Hola! -Lucero, cállate y escucha.- dijo la voz de Mel.- Joss me pidió que fuera su novia.- grito emocionada, tuve que despegarme el teléfono un poco o me dejaría sorda, pensé que Joss se lo pediría antes, pero se tardó, vi a Eduardo y le indique que era Mel, el asintió y siguió conduciendo, yo puse el teléfono en altavoz. -Que bueno! Y que le respondiste?.- pregunté curiosa -Crees que le diría que no? Obvio le dije que si.- dijo emocionada -Me alegro mucho Mel, estoy feliz por los dos, felicita a Joss de mi parte.- dije y Eduardo hablo. -Y de mi parte también.- dijo sin dejar de mirar la carretera. -Ok... los tortolitos están juntos, creí que llame en mal momento.- dijo Mel y yo miré a Eduardo. -No Mel, no es lo que te estás imaginando.- dije un poco nerviosa. -No te preocupes Beba, yo los dejo para que sigan haciendo lo que sea que estuvieran haciendo.- dijo Mel -No Mel, no cuelgues.- dije rápido. -Llamo después, los quiero.- dijo y yo no quería que colgará creyendo algo que no era.- cuídense... o mejor no.- Que? Mel no me hagas esto, decía mentalmente. -Mel no, colgó.- dije al escuchar que ya había colgado la llamada, Eduardo solo negaba con la cabeza mientras sonreía. -Por fin son novios?.- me preguntó aligerando el ambiente. -Si, pero Joss se tardó un poquito, no crees?.- - Se tardó pero fue porque quería estar seguro de lo que sentía por Mel.- dijo y yo pensé en mí, en lo que estaba pasando con Eduardo. -Al parecer no es la única persona que quiere estar segura.- dije pensando en voz alta. -A que te refieres?.-pregunto de inmediato. -No, a nada, ya casi llegamos?.- pregunté nerviosa, rogando que no se hubiera dado cuenta que hablaba de mí. -Si, ya llegamos.- dijo y se estacionó, se bajo de la camioneta a abrirme la puerta, cuando me soltó de la mano sentí que mi mano había quedado vacía. Me baje y observe el lugar en el que estábamos. -Que hacemos aquí Eduardo?.- pregunté confundida. -Pagando mi deuda.- dijo y me volvió a tomar de la mano y entramos al lugar, después de un rato caminando al parecer llegamos a lo que el buscaba. - Entra y compra lo que tú quieras Lucero.- dijo frente a una tienda de ropa. -Que? No Eduardo... -Lucero si, dale tu pantalón y tus tenis, estoy muy avergonzado por eso, entra y compra lo que quieras.- dijo y yo negué. -No es necesario Eduardo, no voy a dejar que gastes tu dinero. -Sabes que el dinero no es problema, tómalo como un regalo de bodas, ve, o prefieres que entre contigo?.- preguntó -No, no quiero que entres ni que me compres nada, enserio, no es necesario.-dije -Por supuesto que sí.- dijo y llevo su manos a mis mejillas dando leves caricias.- déjame consentirte, quiero hacerlo, si?.- dijo cerca de mi rostro, yo me desconcentre y solo pude verlo a los ojos y asentir. -Esta bien.- dije y los dos nos miramos y sonreímos
