23.Azucena

13 1 0
                                    

Corazón inocente

El sonido de la notificación en su teléfono despertó a Kelly de su ensoñación. Era una tarde tranquila en casa, y mientras revisaba sus mensajes, uno en particular llamó su atención. "Vuelo confirmado. ¡Nos vemos pronto!", decía, seguido de un emoticón de un avión y otro de un corazón.

Kelly se quedó mirándolo por unos segundos, procesando lo que significaba. ¡Sofía venía a visitarla a México!

—¡No puedo creerlo! —exclamó, sentándose emocionada en la cama.

Sofía, su mejor amiga de Australia, aquella que la había apoyado en los momentos más difíciles, estaba a punto de llegar. La emoción de poder volver a verla era inmensa. Habían pasado meses desde la última vez que se vieron en persona, aunque nunca dejaron de mantenerse en contacto por mensajes y videollamadas.

Kelly inmediatamente llamó a Lukas para contarle la noticia.

—¡Lukas! ¿Adivina qué? —dijo Kelly con una voz radiante.

—Mmm... ¿Te acuerdas de dónde dejaste las llaves por fin? —bromeó Lukas.

—¡No! Bueno, sí, pero eso no importa ahora. Sofía está viniendo a México. ¡Viene a visitarme la próxima semana! —dijo, la emoción evidente en su voz.

Lukas se rió.

—¡Eso es increíble, Kelly! Sé cuánto la extrañas. Estoy seguro de que será como en los viejos tiempos.

Kelly sonrió, sintiéndose más emocionada de lo que había estado en meses. Sabía que su vida en México había cambiado mucho desde que llegó, y tenía muchas ganas de compartir esa nueva parte de su vida con Sofía.

---

Una semana después, Kelly se encontraba en el aeropuerto, con el corazón latiendo rápido mientras esperaba en la terminal de llegadas. Finalmente, las puertas automáticas se abrieron y Sofía apareció, arrastrando una maleta pequeña y con una gran sonrisa en el rostro.

—¡Kelly! —gritó Sofía al verla, corriendo hacia ella.

—¡Sofía! —respondió Kelly, abrazándola con fuerza—. No puedo creer que estés aquí.

Ambas se quedaron abrazadas unos momentos, como si quisieran compensar todo el tiempo que habían estado separadas.

—¿Cómo estuvo el vuelo? ¿Estás cansada? —preguntó Kelly mientras salían del aeropuerto.

—Un poco, pero nada que no pueda arreglar un buen café y una siesta rápida —respondió Sofía—. Estoy tan emocionada de estar aquí. He estado contando los días.

—Yo también. Hay tanto que quiero mostrarte. ¡Y además tienes que conocer a mis amigos de aquí!

Sofía sonrió mientras se subían al coche.

—Me alegra tanto verte feliz, Kelly. Aunque, debo admitir, tengo curiosidad por conocer a todos esos chicos que mencionas en tus mensajes. Especialmente a ese tal Lukas —dijo, guiñando un ojo.

Kelly se sonrojó un poco, riéndose.

—Sí, bueno… Lukas es algo especial. Ya lo conocerás.

---

Durante los días siguientes, Kelly y Sofía retomaron su amistad como si no hubiera pasado el tiempo. Fueron a recorrer la ciudad, probaron la comida mexicana que tanto le había descrito Kelly en sus mensajes, y pasaron horas poniéndose al día sobre sus vidas.

Una tarde, mientras paseaban por el centro histórico, Sofía miró a Kelly con una sonrisa cómplice.

—Veo que México te ha cambiado un poco. Te ves más segura, más feliz —comentó Sofía.

Kelly la miró, sonriendo con gratitud.

—Sí, siento que he crecido mucho desde que llegué. Conocer a Alan, Lukas y el grupo me ha ayudado a adaptarme. Pero tenerte aquí ahora me hace darme cuenta de cuánto te extraño. Nadie me conoce como tú.

Sofía asintió, comprendiendo.

—La distancia no cambia las verdaderas amistades, ¿verdad? —dijo, dándole un suave golpe en el brazo—. Aunque admito que he sentido un poquito de celos de Lukas.

Kelly se rió, sabiendo que Sofía lo decía en broma.

—Lukas te va a caer bien, ya verás. Aunque también es un poco celoso, como ya te he contado —dijo Kelly con una sonrisa irónica.

—¿Celoso? Hmm… tal vez debería ponerlo a prueba —dijo Sofía, guiñando un ojo de nuevo—. Sólo para asegurarme de que te trata bien.

Kelly rodó los ojos, aunque sabía que Sofía siempre había sido protectora con ella. Sin embargo, en el fondo, la idea de que Sofía y Lukas se conocieran le producía un pequeño nerviosismo. ¿Cómo sería tener a sus dos mundos juntos?

---

Finalmente, llegó el día en que Kelly decidió presentar a Sofía al grupo. Quedaron de encontrarse en una cafetería al aire libre, donde Lukas, Alan y el resto del grupo ya los estaban esperando.

—Ahí están —dijo Kelly, tomando la mano de Sofía mientras se acercaban a la mesa.

Cuando llegaron, Lukas se levantó primero, con su sonrisa habitual.

—Así que tú eres la famosa Sofía —dijo, extendiendo la mano.

—Y tú eres el famoso Lukas —respondió Sofía, estrechando su mano, pero lanzándole una mirada evaluadora.

Lukas soltó una risa nerviosa, mientras Kelly observaba la interacción con interés.

—Es un placer conocerte. Kelly me ha hablado mucho de ti —dijo Lukas, mirándola con amabilidad.

—Lo mismo digo. He escuchado tantas historias de ti y de este grupo que siento que ya los conozco a todos —dijo Sofía, tomando asiento junto a Kelly.

La conversación fluyó naturalmente, aunque Sofía aprovechaba cualquier oportunidad para lanzar pequeños comentarios sobre Lukas, poniendo a prueba su sentido del humor. Para sorpresa de Kelly, Lukas lo manejaba bien, respondiendo con chistes y risas, lo que alivió un poco su preocupación.

Alan, por otro lado, observaba la interacción con una sonrisa. Había algo reconfortante en ver a Kelly tan feliz con Sofía a su lado. Al final de la tarde, el grupo completo estaba riendo y disfrutando del tiempo juntos, como si Sofía siempre hubiera sido parte de esa dinámica.

Al despedirse, Sofía le susurró a Kelly:

—Lukas me cae bien. Pero no te preocupes, aún soy tu mejor amiga.

Kelly soltó una risa, abrazándola con fuerza.

—No hay competencia, Sofía. Siempre serás tú.

Saturno>Lukas UrkijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora