Saturno>Lukas Urkijo

31.Zinnia (mezcla)

Recuerdo de los amigos ausentes

Las semanas pasaron, y la atmósfera entre Kelly, Lukas y Alan comenzó a cambiar. Después de la tensión anterior, ambos chicos se dieron cuenta de que la amistad que compartían con Kelly valía la pena, y decidieron dejar atrás los malentendidos y celos.

Una tarde, mientras Kelly y Lukas estaban en un café, Alan se acercó a su mesa con una sonrisa nerviosa.

—Hola, ¿puedo unirme? —preguntó, mirando a ambos con expectación.

Lukas se miró a Kelly, quien asintió, animándolo a aceptar la invitación.

—Claro, Alan. Siéntate —dijo Lukas, tratando de sonar relajado, aunque en su interior aún había un rastro de tensión.

Alan se sentó, y durante un momento, los tres se quedaron en silencio, como si el ambiente aún estuviera cargado de lo que había pasado. Sin embargo, Kelly rompió el hielo.

—Entonces, ¿qué has estado haciendo? —preguntó, sonriendo para alentar la conversación.

—Nada demasiado emocionante. Solo he estado trabajando en mis estudios y practicando algunos trucos de magia nuevos —dijo Alan, riendo suavemente—. Necesito impresionar a alguien en una próxima fiesta.

Lukas arqueó una ceja, un gesto que no pasó desapercibido para Kelly. Sin embargo, decidió ignorar la pequeña broma y enfocarse en la conversación.

—¿Aún haces esos trucos ridículos? Recuerdo el desastre del azúcar —dijo Kelly, riendo.

Alan se rió junto con ella, y por un momento, la tensión desapareció.

—Sí, bueno, sigo intentando mejorar mis habilidades. La última vez me hicieron un chiste en Instagram por eso —dijo Alan, mostrando su teléfono con una foto de un truco fallido. Ambos se rieron y el ambiente se sentía más ligero.

Lukas observó a Alan mientras bromeaban, sintiéndose un poco más cómodo. Era evidente que la chispa de la amistad estaba resurgiendo.

—Oye, ¿y qué tal si hacemos una noche de juegos pronto? —sugirió Lukas, sintiendo que era un buen momento para fortalecer su vínculo.

Alan sonrió ampliamente.

—¡Eso suena genial! Podríamos invitar a todos y tener una competencia amistosa. Además, necesito venganza por la última vez que perdí ante ustedes —dijo, un guiño en su tono.

—¿Crees que puedes vencerme en algún juego? —se burló Lukas, cruzando los brazos con confianza.

—Solo tienes que esperar y ver —respondió Alan con determinación.

A medida que la conversación continuaba, las risas y anécdotas fueron fluyendo. Compartieron historias de su infancia, recordando momentos divertidos y torpes. Kelly se dio cuenta de que, a pesar de las tensiones, la amistad que había con Alan nunca se había desvanecido por completo; solo había estado dormida por un tiempo.

Mientras la tarde avanzaba, Alan tomó un respiro profundo.

—Quiero disculparme, chicos. Siento que las cosas se salieron de control entre nosotros. No debería haber dejado que los celos afectaran nuestra amistad. Kelly, siempre has sido una amiga increíble, y Lukas, me alegra que estés en su vida —dijo, su voz sincera.

Lukas asintió, sintiendo que había llegado el momento de sanar viejas heridas.

—No hay resentimientos, Alan. Lo importante es que estamos todos aquí ahora, y quiero que eso siga así —dijo, extendiendo su mano en un gesto de reconciliación.

Alan tomó su mano, seguido por Kelly, y juntos formaron un pequeño círculo, sellando su nueva amistad.

—Así que, ¿prometemos ser amigos de nuevo? —preguntó Kelly, sonriendo de oreja a oreja.

—Prometido —respondieron ambos, riendo y sintiendo que el peso de las tensiones pasadas se aligeraba.

Después de esa tarde, la dinámica entre los tres cambió. Se hicieron inseparables, compartiendo más momentos juntos y creando recuerdos que durarán por mucho tiempo. Las bromas entre ellos se multiplicaron, y aunque Lukas y Kelly continuaron su relación romántica, Alan se convirtió en una parte fundamental de su grupo de amigos.

La amistad se fortalecía día a día, y cada vez que Alan hacía uno de sus trucos de magia, Kelly y Lukas se aseguraban de apoyarlo y reírse con él. Con el tiempo, se dieron cuenta de que lo que realmente importaba era la conexión que tenían entre ellos, y que la vida, aunque complicada a veces, estaba llena de oportunidades para la risa y la alegría.