36.Alyssum

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"valor más allá de la belleza".

La mañana siguiente, la brisa fresca y clara anunciaba un nuevo comienzo. Kelly se despertó con la esperanza de que el tiempo curara las heridas de la noche anterior. A pesar de la discusión, sentía en su interior que todo podía resolverse; solo necesitaba hablar con Lukas.

Sin embargo, mientras se preparaba, la preocupación comenzó a filtrarse en su mente. ¿Cómo estaría Lukas? Había pasado la noche sin saber nada de él, y eso no era como solía ser. Con cada minuto que pasaba, su ansiedad aumentaba. Decidió mandarle un mensaje, pero no recibió respuesta.

Con el corazón acelerado, decidió llamar al hospital. La línea sonó y sonó, pero el hospital no atendía. Sus manos comenzaron a sudar, y la inquietud se convirtió en una sensación de pánico. Sin pensarlo dos veces, salió de su casa y se dirigió al parque, esperando encontrarlo allí.

Mientras caminaba, la luz del sol se filtraba entre las hojas de los árboles, pero la belleza del día no podía calmar su inquietud. Al llegar al parque, lo encontró vacío. Un escalofrío recorrió su espalda; algo no estaba bien. Miró a su alrededor, buscando alguna señal de un taxi, pero no había rastro de ninguno

Con la mente llena de preocupaciones, decidió ir a su casa. Al llegar, se encontró con su madre, que parecía inquieta.

-hola Adri le quería pedir el favor si me podrías decir dónde puedo encontrar un taxi es que es para una urgencia sumamente rápida-preguntó Kelly, tratando de mantener la calma.

-No, cariño. Pero si quieres puedo llevar -respondió su madre, con una expresión de preocupación en su rostro.

La incomodidad en el aire se volvió palpable. En ese momento, el teléfono de Kelly vibró. Era un mensaje de Karla, y su corazón se detuvo cuando leyó el contenido.

Karla: Kelly, hubo un inconveniente con Lukas está mañana y sé encuentra muy mal Te necesito en el hospital.

El mundo se detuvo. La incomprensión y el terror se apoderaron de ella, y sintió que se le escapaba el aire de los pulmones. Sin dudarlo, salió corriendo hacia el hospital, cada paso resonando como un latido desesperado de su corazón.

Cuando llegó, el caos reinaba. Gente correteando de un lado a otro, enfermeras y médicos hablando con seriedad. Se sintió desorientada, pero continuó avanzando, guiada por su instinto hacia la sala de emergencias. Karla la esperaba, pálida y con lágrimas en los ojos.

-Karla, ¿qué pasó? -preguntó Kelly, su voz temblando.

-Lo siento tanto, Kelly. Estaba tratando de alcanzarte. No sé los detalles, pero...su corazón se detuvo y están haciendo reanimación y no sé nada más de él -dijo Karla, intentando contener el llanto.

El mundo se desvaneció a su alrededor. La idea de Lukas en peligro la abrumaba. Se sentó en la sala de espera, con la cabeza entre las manos, sintiendo que su corazón se rompía en mil pedazos. Recordó la discusiones anteriores, las palabras hirientes que habían intercambiado y cómo había dejado las cosas tan mal entre ellos.

Pasaron las horas y la angustia se convirtió en desesperación. Cada segundo se sentía como un año, y el silencio ensordecedor de la sala de espera le resultaba insoportable. Finalmente, un médico salió de la sala de emergencias, y su expresión seria hizo que el corazón de Kelly se hundiera.

-¿Es... es Lukas? -preguntó ella, apenas pudiendo hablar.

El médico suspiró, y Kelly sintió que el tiempo se detenía.

-Lo siento mucho. Lukas sufrio un paró cardíaco Hicimos todo lo posible, pero... no pudo sobrevivir.

El mundo se volvió oscuro. Las palabras resonaron en su mente, y una ola de dolor y desesperación la inundó. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos, y no pudo contener los sollozos que desgarraban su pecho.

Karla se acercó y la abrazó con fuerza, sintiendo el dolor en el alma de su amiga.

-Lo siento tanto, Kelly. Estoy aquí para ti -dijo Karla, sus propias lágrimas fluyendo.

Kelly sintió que el suelo se desvanecía bajo sus pies. La realidad la golpeó con una fuerza que la dejó sin aliento. Pensar en todas las risas, los momentos felices y la promesa de un futuro juntos le rompía el corazón.

Pasaron los días, pero la tristeza no disminuyó. La culpa la consumía; las palabras no dichas y la última discusión eran un peso insoportable en su corazón. Se sentía atrapada en un torbellino de recuerdos y emociones, sin poder encontrar una salida.

El funeral de Lukas fue una de las experiencias más dolorosas que Kelly había enfrentado. La comunidad se reunió para honrar su vida, pero para ella, todo se sentía vacío. Las risas y los momentos felices parecían pertenecer a otra persona, a otro mundo.

Mientras miraba su ataúd, el llanto de sus amigos resonaba en sus oídos. Alan, quien había intentado mantener su distancia, se acercó y le tomó la mano.

-No estás sola, Kelly. Todos estamos aquí para ti -dijo Alan, su voz llena de empatía.

Ella asintió, sintiendo el calor de su apoyo, pero su corazón seguía roto. Sabía que la vida seguiría adelante, pero la sombra de Lukas siempre estaría presente. La última discusión y la oportunidad de reconciliarse se convertirían en un eco eterno de lo que podría haber sido.

Mientras el ataúd de Lukas era enterrado, Kelly cerró los ojos y dejó caer lágrimas silenciosas. A su lado, los amigos de Lukas prometieron honrar su memoria y estar ahí los unos para los otros. Pero, en el fondo, Kelly sabía que había perdido algo irremplazable. Una parte de su corazón había quedado con él, y el dolor la acompañaría para siempre.

La vida continuaría, pero el recuerdo de Lukas sería una parte de su historia, una historia marcada por el amor, la pérdida y la profunda tristeza que nunca podría olvidar.

Saturno>Lukas UrkijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora