2 » Volar como Aquila

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—¡Pinche madre! —grité lo más enojada que pude—. ¡Puta maleta vales verga! —volví a gritar mucho más fuerte al ver lo que por accidente había metido a mi maleta con las prisas. Hace mucho que no vociferaba de esa manera y mucho menos con esas palabras... o mejor dicho maldiciones. Quizá después de casi dos meses de haber vivido en Estados Unidos mi vocabulario mexicano se había silenciado... hasta ahora. Y es que no había palabras tan indicadas como las había en español para describir mi frustración ante la situación... fuck y shit no estaban a la altura.

—¿Qué pasa? —Zayn llegó agitado corriendo de las escaleras hasta la habitación—. Escuché palabras extrañas y vine en cuánto pude.

—Nada, solo que a la tonta de mi se le ocurrió traer este suéter —dije enojada mostrando la prenda verde.

El alzó una ceja tratado de entender lo importante de la situación.

—Y eso es... ¿malo?

—¡Claro que sí! —levanté la voz—. Mira

—Espera... acaso ese no es el suéter de Harry.

—Aleluya, hasta que lo reconoces —exclamé exasperada. ¡Es que nadie entendía mi situación!

—Pero no entiendo porque traes un suéter de Harry, creí que lo que menos querías era pensar en él estos días.

—Zayn —dije dándome un pequeño golpecito en la frente— ¿eres menso o te haces?

—Uhm.

—Olvídalo —dije—. El caso aquí es que este jodido suéter es... —suspiré no pudiendo terminar la oración.

¿En realidad qué era este suéter? Era solo una prenda que podía tirar hasta el fondo de mi maleta y no sacarla hasta regresarla a su dueño original sí, pero también era una penda de ropa que me recordaba al amor de mi vida que no está conmigo y la cuál podría usar para evocar cada noche antes de dormir.

—Si quieres yo lo guardo y luego se lo devuelvo a Harry —sugirió Zayn.

—No está bien... yo tengo que manejar esto... después de todo no es como si ya no lo volviera a ver... además no lo odio —la última frase la dije más bajo que un susurro— no puedo odiar a quién solo amor me ha dado.

HARRY

Desde la mañana estaba aquí sentado en el sofá de la casa con la incertidumbre consumiéndome a cada segundo más y más. Mi madre y mi hermana no paraban de llorar. Hace un rato que había llegado mi abuelo con las medicinas y se había encerrado con ella en su habitación alegando que quería pasar tiempo a solas con ella. Me sentía desprotegido y vulnerable ante cualquier noticia que pudiera tener consecuencias fatales. Quería un abrazo, no saben cuánto lo necesitaba en ese instante. Mi madre tiene a Robin y Gemma prefería sufrir en soledad, y yo estaba aquí solo, necesitando del soporte de alguien. Pensé en los chicos, ellos son mis amigos y si les hablase vendrían corriendo en mi auxilio, pero ahora no era a ellos a quién quería a mi lado... sino a Ascia. Ella era la única que lograba desaparecer la tristeza de mi vida con solo una mirada, aparecer un arcoíris con solo su sonrisa y traer de vuelta la alegría a mi vida con sus besos. Sin embargo estaba tan lejos de mí, y no me refiero físicamente porque Bradford quedaba a unos cuantos kilómetros al noreste de Cheshire.

ALONDRA (ASCIA)

—Muchas gracias por la cena señora Malik estuvo deliciosa —dije una vez terminé de limpiar mis labios de los restos de comida con una fina servilleta blanca. Me paré de la silla dispuesta a recoger los platos, vasos y cubiertos.

—Oh no querida déjalo, yo lo hago —dijo levantándose— al fin y al cabo tu eres mi invitada.

—¿Y por qué nunca haces cenas tan deliciosas cuando estamos solas? —preguntó inocente Safaa aunque con una pizca de descaro.

Ties ⇨ 2° Freedom » Harry S. [1D]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora