Ties ⇨ 2° Freedom » Harry S. [1D]

6 » Visita

ALEXIA

—Juro que si esto me vuelve a pasar, Alondra no vivirá para disculparse —susurré entre dientes enojada por la bochornosa situación que acababa de pasar. La tienda oficial de One Direction, el 1DWorld había llegado a la ciudad y como siempre no podía perderme esta oportunidad de ir... pero claro, como Modest! está involucrado con la banda y todo lo que tenga que ver con la mercancía de los chicos todo estaba malditamente caro. Así que para ahorrarme unos cuantos pesos, fui con el encargado de la tienda, que para mi mala suerte hablaba exclusivamente inglés. Traté de poner en práctica mis conocimientos del idioma gracias a los chicos, pero ninguna palabra en la letra de sus canciones iba a ayudarme a decirle al señor: "la sobrina de Zayn Malik es mi mejor amiga y por lo tanto debe dejarme las cosas gratis... o por lo menos más baratas".

Y no, decirle al señor "I want you to rock me, I want yo yo hit the pedal heavy metal, show me you care" no ayudaría en nada. Al contrario, me difamaría por tratar de cogérmelo verbalmente.

Si a penas y con suerte podía pronunciar bien el nombre de los chicos, mucho menos iba recitar de manera clara y concisa una frase. Aún con mi pobre conocimiento del inglés traté de hablar decentemente con el señor, hasta intenté llamar a alondra pero rápidamente me mandó al buzón, espero que tenga una buena razón para no atender el celular. Pese a todos mis esfuerzos lo que conseguí fue que terminara echándome de la tienda sin comprar nada, incluso me prohibió regresar por mentir.

Si Alondra hubiera estado aquí esto no hubiera pasado... y en caso de que sí, nos hubieran echado a las dos.

—¡Hola mamá! —grité anunciando que había llegado ya a casa.

—¡Hola hija! —respondió ella desde la cocina—. ¿Cómo te fue? ¿Qué compraste?

Me fui con ella y me senté en la barra de en medio. Ella cocinaba una deliciosa lasaña, lo cual era sospechoso considerando que era una cena demasiado rica y deliciosa como para prepararlo en un día común y corriente. Ignoré el platillo y me centré en su pregunta.

—Hum... —iba a responder y contarla mi traumatizante historia que después de ser relatada iría inmediatamente a enterrarse en lo profundo de mis recuerdos; pero la irritante voz de Alex proveniente de las escaleras irrumpió la conversación.

—No es obvio, de seguro la vieron tan fea que la corrieron —dijo mi pequeño gran odioso hermano con una sonrisa socarrona en su rostro. El amaba sacarme canas verdes.

—Cállate bicho —espeté.

—Shh no quiero peleas muchachos —intervino mi madre con su atención en el horno— hoy habrá visitas y quiero que se comporten con clase. Como lo es esta familia.

Alex y yo miramos a mi mamá, al mismo tiempo que preguntábamos lo mismo:

—¿Visita?

—Si, hoy vendrá la tía de Alondra a cenar con nosotros.

—Espera... ¿la bruja? —inquirí desconcertada pero al momento me arrepentí.

—Alexia, ni se te ocurra decirle eso en cara —me reprendió mi madre.

—Descuida mamá, no soy tan descarada.

—Aún —añadió mi hermano menor. Sonreí, él tenía razón. Este era uno de los milagrosos momentos en que por un segundo lo adoraba.

—Como sea, niños quiero que se comporten lo mejor que puedan, ¿esta bien?

Mi hermano gritó un rotundo no y mi mamá creyó que contaría conmigo como la mayoría de las veces pero eso no era así, no ahora cuando se trataba de tener a una persona tan repulsiva en mi casa.