Hasta el cambio

Tormenta

Advertencia:

Capitulo sensible, aspecto delicado en la salud mental (ataque de pánico) y palabras vulgares.

Con ese aviso, continuamos.

Dos almas se encontraban sentadas en el suelo blanco del lugar. Una con raspones y sudado mirando el suelo formulando la variedad de preguntas que rondaba por su cabeza, mientras el otro seguía molesto y cansado por el trabajo extra que no le correspondía hacer.

─¿Por qué dijiste que era un cadáver por más de 40 años? Y ¿por qué te disgusta escuchar la palabra zombi? ─ lanza con una determinación que desconocía hasta el momento; desea saber toda la verdad.

El mayor voltea asombrado por la pregunta directa, logra ver esa determinación en los ojos del más joven que le indica que no va a dejarlo en paz con eso, sabía que iba a preguntar eso y tal vez más cosas, pero ahora no está de humor para contarle o es que no quiere traumarlo.

─No preguntes algo que no comprenderás─ su voz lenta, pesada y susurrante, expresa el temor de contar esa realidad, mientras pronuncia aquellas palabras su mirada se fija al horizonte con el ceño fruncido.

─No te hagas el pendejo...me dijiste que me ibas a explicar todo lo que ocurre en el futuro.

El silencio e ignorancia del mayor exalto al menor, quería respuesta que claramente no iba tener si lo pedía de buena manera, así que contra atacó.

─...Me debes explicaciones─ habla con una seriedad que no pensó usar ─...estas ocupando mi cuerpo y viviendo mi vida─ se acerca más para que lo escuche con claridad ─así que habla tu puta boca para contestar las dudas que tengo.

El mayor no pudo evitar reírse con fuerza por el vocabulario usado y la forma de exigirle, esa acción le calmo. Él tiene razón en ese sentido pensó mientras analizaba las palabras.

─Eso no es gracioso─ le piñizco el brazo como venganza.

El mayor se quejó y sobo la zona piñizcada, se perdió por momento en la sensación del dolor, hasta que le golpea en la pierna.

─No es necesario ser muy agresivo.

─Te perdiste de nuevo...─ espero un momento por la respuesta ─¿me vas a decir o no?

Sonrió pesadamente y dirigiendo su mirada al frente empezó a contar ─Unos de los eventos que rodea nuestra familia es ser un cadáver.

─No te entiendo...

Se ríe ligeramente ─no es algo que se pueda comprender tan fácilmente.

─No me vas a decir más ¿verdad? ─ mira serio y defraudado por la poca información dada.

Lo mira feliz siendo eso su única respuesta.

─¡Me desespera tu actitud cariñosa y cursi!...puedes quitar esa estúpida cara cuando estemos juntos.

─Eso sonó raro.

─Cállate idiota─ empuja a su inquilino.

Se vuelve a reír el mayor.

─Lo haces a propósito...─ lo mira molesto con ganas de meterles unos golpes en la cara.

─Tú...actitud me causa gracia...aunque fue esa actitud la que hizo daño a Evan─ voltea a mirarlo con cierto enojo y culpa.