˚˖𓍢ִ໋🌷͙֒ꜰᴜᴛᴀᴛꜱᴜ ✧🩷 ɴᴏ ˚.ᴛᴀᴍᴀꜱʜĪ 🎀༘⋆

💖 ᴠɪᴀᴊᴇ ᴀ ʟᴀ ɪꜱʟᴀ ᴅᴇʟ ᴀᴍᴏʀ (6) 💖

La noche continuó con una magia inquebrantable, y la fiesta parecía fluir con el ritmo del corazón de la isla. Los habitantes del pueblo, junto con los sombreros de paja, se unieron en una danza de alegría, donde cada movimiento era una celebración de amor y amistad. Las luces titilantes, las risas y la música creaban una atmósfera donde el tiempo parecía desvanecerse, y los problemas del mundo exterior quedaban muy lejos.

Mientras la música resonaba, Luffy se encontró arrastrando a Zoro nuevamente al centro de la pista. "¡Vamos, Zoro! ¡Baila conmigo! No seas un aguafiestas", decía con su característico entusiasmo, mientras movía los brazos de manera descoordinada pero llena de alegría.

"¡Te dije que no sé bailar!", respondió Zoro, cruzando los brazos en un intento de resistirse. Pero, a medida que observaba a Luffy disfrutar y reír, una parte de él deseaba unirse a esa felicidad.

"Solo sigue el ritmo", le aconsejó Usopp, quien había decidido aprovechar la oportunidad para mostrar sus habilidades de baile, aunque su movimiento era más cómico que elegante. Zoro, resignado, finalmente se unió, imitando torpemente los pasos de Luffy, que parecía perderse en su propia burbuja de felicidad.

Sanji, entre risas, había terminado de ayudar a las mujeres del pueblo a preparar el banquete. Ahora estaba en su elemento, sirviendo platos deliciosos y ofreciendo a todos una muestra de su increíble cocina. "¡Prueben esto! ¡Es un plato especial que solo se sirve en ocasiones festivas!" exclamó, mientras desbordaba confianza.

Robin y Chopper estaban sentados cerca de la mesa, disfrutando de los manjares y observando a sus nakamas con una mezcla de cariño y diversión. "Es hermoso verlos tan felices", comentó Robin, sonriendo mientras tomaba un sorbo de un refrescante cóctel de frutas. "Este lugar tiene algo especial".

"¡Y la comida también es increíble!" añadió Chopper, sus ojos brillando de emoción mientras probaba un trozo de un pastel hecho de frutas tropicales. "¡Es tan dulce y delicioso!"

Mientras tanto, Brook, con su guitarra en mano, comenzó a tocar una melodía suave, haciendo que las luces parpadeantes parecieran bailar al compás de su música. Las voces de los lugareños se unieron a él, creando un canto nostálgico que evocaba historias de amor y aventuras pasadas. Las letras hablaban de la conexión entre las personas, de los lazos que se forjan en los momentos de alegría y tristeza.

Conforme la noche avanzaba, el anciano de la barba blanca se acercó a la tripulación. "Ha sido una noche maravillosa, pero hay algo más que debemos hacer antes de que termine la celebración", dijo con una voz llena de sabiduría. "Este es un momento para honrar el amor, y quiero que cada uno de ustedes haga una promesa, una declaración sobre lo que significa el amor para ustedes."

Luffy se iluminó ante la idea. "¡Eso suena genial! ¡Quiero ir primero!" Se acercó al anciano, con los ojos brillando de emoción. "Yo prometo siempre buscar aventuras y hacer reír a mis amigos. Quiero que todos se sientan felices y que nunca perdamos nuestra amistad."

La multitud aplaudió, y el anciano sonrió, asintiendo. "Hermosa promesa, joven pirata. Ahora, ¿quién quiere seguir?"

Sanji, impaciente por compartir su declaración, se adelantó. "Prometo dedicar mis platos y mi amor a aquellos que me rodean. Cocinaré siempre con el corazón y con el deseo de hacer felices a las personas que amo." Su mirada se posó brevemente en Nami, quien sonrió, un poco sonrojada.

Robin fue la siguiente, su voz suave resonando entre los presentes. "Prometo ser un refugio para quienes lo necesiten, compartir historias y ayudar a que el amor florezca donde sea que vaya." Su mirada se desvió hacia Chopper, quien la observaba con admiración.

Chopper, nervioso pero emocionado, dijo: "Yo prometo siempre cuidar de mis amigos y ayudar a que se sientan mejor. El amor es cuidar de los demás, y siempre estaré aquí para ellos."

La atmósfera se llenaba de emociones mientras cada uno compartía sus promesas. Cuando fue el turno de Zoro, su corazón latía con fuerza. Sabía que este era su momento. Respiró hondo y se acercó al anciano. "No soy bueno con las palabras, pero prometo proteger a mis nakamas, incluso si eso significa enfrentarme a lo que sea necesario. El amor es proteger a aquellos que son importantes para ti."

La multitud lo miró en silencio, y luego, aplaudieron con fuerza. Aunque sus palabras fueron simples, la profundidad de su significado resonó en todos los presentes.

Finalmente, Luffy, entusiasmado, le dio una palmada en la espalda a Zoro. "¡Eso fue genial, Zoro! Eres el mejor espadachín y amigo que podría pedir. ¡Ahora todos somos parte de esto!"

El anciano miró a todos con satisfacción. "Ahora, con estas promesas selladas, celebremos el amor que nos une. ¡Bailemos y disfrutemos juntos!"

Con eso, la música resurgió, y todos se unieron en una danza colectiva que simbolizaba sus lazos renovados. El ritmo vibrante llenó el aire, y Luffy se movía con alegría, mientras Zoro se dejaba llevar por la energía del momento.

Mientras todos bailaban, el cielo estrellado brillaba por encima de ellos. Los corazones de la tripulación y los habitantes del pueblo latían al unísono, creando una conexión que resonaría mucho más allá de esa noche mágica.

A medida que la celebración continuaba, Luffy, en medio del baile, se detuvo un momento para observar a sus nakamas, sintiendo que, sin importar lo que sucediera en el futuro, siempre estarían juntos en sus aventuras. No solo eran una tripulación; eran una familia, unidos por un amor que trascendía cualquier desafío.

Y así, en la Isla del Amor, no solo descubrieron el significado del amor en sus diversas formas, sino que también se unieron más que nunca, listos para enfrentar cualquier aventura que les aguardara en el horizonte.