Creo que la portada ya dice de que será, pero aun recalco que este será un apartado dado para una pareja "Boy x Boy" respecto a 2 personajes de un anime muy conocido 🌟
La intención de esta historia (de muchas) es simplemente dar muchas situaciones...
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La luna llena flotaba en lo alto del cielo, derramando su luz plateada sobre una pequeña isla perdida en el Grand Line. La noche estaba viva, vibrando con el eco de risas, música y conversaciones animadas. El viento del mar soplaba suave, meciendo las palmeras y trayendo consigo la frescura del océano. Era la noche perfecta para una celebración, y los Sombrero de Paja, después de una agotadora batalla, finalmente podían permitirse disfrutar de su victoria.
La plaza central de la isla se había transformado en el corazón de la fiesta. Antorchas encendidas bordeaban el lugar, iluminando a los festejantes que bailaban y brindaban en un desenfreno lleno de alegría. Mesas rebosantes de comida, bebidas chispeantes y pequeños fuegos artificiales que estallaban en el cielo añadían una chispa mágica al ambiente. A lo lejos, las olas rompían suavemente contra la orilla, casi como si el mar mismo celebrara junto a ellos.
En medio de este caos festivo, los Sombrero de Paja estaban repartidos por toda la plaza, cada uno disfrutando la noche a su manera.
Nami, siempre estratégica, estaba sentada cómodamente en una mesa cerca del escenario, con una copa de vino en la mano. Sus ojos brillaban mientras conversaba con algunos de los locales, trazando cuidadosamente sus próximos movimientos. Su risa suave se entremezclaba con la música, y en su rostro se dibujaba una expresión de satisfacción por la nueva bolsa de berries que había conseguido durante la negociación con los anfitriones de la isla. Para Nami, una fiesta no solo era para divertirse, sino también una oportunidad para sacar provecho.
Cerca de ella, Robin disfrutaba de la celebración a su propio ritmo. La arqueóloga estaba sentada a la sombra de una palmera, con un libro en las manos, aunque de vez en cuando alzaba la vista para observar a los isleños que bailaban y reían a su alrededor. En su rostro había una calma casi mística, una paz que solo ella parecía tener en medio de la fiesta. De vez en cuando, una sonrisa sutil cruzaba sus labios mientras escuchaba las anécdotas de los habitantes, pequeñas historias sobre la isla que, sin duda, le parecían fascinantes.
No muy lejos, el incansable Chopper corría de un lado a otro, maravillado por la variedad de postres y dulces que los locales le ofrecían. Con sus ojos brillando de emoción, el pequeño doctor se había sumergido en una montaña de helados y caramelos. Sus gritos de alegría resonaban por toda la plaza cada vez que descubría un nuevo sabor que no había probado antes. Entre bocados, Chopper seguía atento a las conversaciones sobre medicina local, fascinado por las técnicas de curación de la isla, aunque su concentración siempre volvía a desviarse hacia algún dulce tentador.
Usopp, por su parte, había encontrado su propio público. Con su típico carisma y entusiasmo, estaba de pie sobre una tarima improvisada, contando historias heroicas de sus hazañas —algunas exageradas, otras completamente inventadas—, y los isleños lo escuchaban embelesados. La multitud coreaba sus gestos dramáticos mientras narraba cómo "el gran capitán Usopp" había derrotado monstruos gigantes y esquivado cañonazos en pleno vuelo. Las risas llenaban el aire, y Usopp, feliz por la atención, disfrutaba de cada segundo.
