✧ ᴢᴏʀᴏ ᴇɴᴛʀᴇ ʟᴜꜰꜰʏꜱ ✧

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El Thousand Sunny navegaba en aguas tranquilas bajo un cielo despejado

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El Thousand Sunny navegaba en aguas tranquilas bajo un cielo despejado. La brisa era suave, acariciando las velas y llenando el aire con una sensación de calma que contrastaba con la habitual energía de la tripulación. El barco avanzaba de manera constante hacia su próximo destino, una isla que apenas comenzaba a dibujarse en el horizonte.

En la cubierta, Zoro se encontraba en su lugar habitual, recostado contra el mástil principal. Con los brazos cruzados sobre el pecho y su bandana atada a la cabeza, disfrutaba del raro momento de paz. Sus ojos estaban cerrados, pero no dormía del todo; siempre mantenía una parte de su atención alerta, sobre todo cuando Luffy andaba suelto por el barco.

El capitán, como era costumbre, no podía quedarse quieto. Se movía de un lado a otro del Sunny, con una energía contagiosa, aunque sin un propósito claro. A veces hablaba con Franky sobre mejoras para el barco, otras veces intentaba robar comida de la cocina, ganándose los gritos de Sanji, o simplemente se sentaba en la proa, observando el horizonte con esa expresión despreocupada y llena de curiosidad.

Sin embargo, hoy había algo más en su comportamiento. Luffy estaba especialmente emocionado, y cada vez que miraba hacia la isla que se acercaba, su sonrisa se hacía más amplia. Robin había mencionado en la mañana que esa isla era especial, un antiguo centro de investigación científica que llevaba décadas abandonado. Solo escuchar la palabra "científica" había sido suficiente para captar la atención de Luffy.

—¡Zoro! —gritó Luffy desde la proa, interrumpiendo el silencio de la cubierta. Corrió hacia él con esa sonrisa radiante que Zoro conocía demasiado bien, la que siempre significaba problemas.

Zoro, sin abrir los ojos, emitió un leve suspiro. Sabía que algo estaba por venir, como siempre que Luffy tenía una idea o descubría algo nuevo.

—¿Qué quieres, Luffy? —respondió, tratando de mantener un tono desinteresado, aunque en el fondo, ya se preparaba para lo inevitable.

—¡Vamos a explorar esa isla! —exclamó Luffy, sin siquiera detenerse a pensar en una respuesta negativa—. ¡Seguro hay cosas increíbles ahí!

Zoro abrió un ojo lentamente y observó a su capitán. Luffy saltaba en su lugar, rebosante de emoción. Siempre era así; no importaba cuántas veces Luffy se metiera en líos, su entusiasmo nunca disminuía. Zoro, por su parte, prefería evitar problemas innecesarios, pero sabía que no había forma de detenerlo.

—Haces que sonar increíble siempre termine en problemas —murmuró Zoro, cerrando los ojos de nuevo—. ¿No puedes dejarme dormir un poco más?

Luffy no respondió, pero Zoro sintió cómo su energía inquebrantable lo envolvía. No importaba cuántas veces intentara negarse, siempre acababa cediendo. Algo en Luffy lo arrastraba, lo hacía querer seguirlo a cualquier lugar, incluso a las aventuras más absurdas.

—Solo esta vez —añadió Zoro, levantándose con pereza—. Pero si te metes en líos, no me culpes.

Luffy soltó una carcajada, esa risa despreocupada que llenaba el aire y que, de alguna manera, siempre lograba que las preocupaciones de Zoro se disiparan. Sin más preámbulos, Luffy corrió hacia la proa, listo para saltar a la isla tan pronto como anclaran. Zoro lo siguió con paso más lento, su mano descansando casualmente sobre el mango de su katana, como siempre preparado para lo inesperado.

˚˖𓍢ִ໋🌷͙֒ꜰᴜᴛᴀᴛꜱᴜ ✧🩷 ɴᴏ ˚.ᴛᴀᴍᴀꜱʜĪ 🎀༘⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora