˚˖𓍢ִ໋🌷͙֒ꜰᴜᴛᴀᴛꜱᴜ ✧🩷 ɴᴏ ˚.ᴛᴀᴍᴀꜱʜĪ 🎀༘⋆

🌊 ᴏʟᴀꜱ ᴅᴇ ꜱᴇɴᴛɪᴍɪᴇɴᴛᴏꜱ - ᴘᴀʀᴛᴇ 2 🌊

El sol brillaba con fuerza sobre el Thousand Sunny, reflejando las olas en un hermoso espectáculo de luces. Zoro se despertó esa mañana sintiéndose diferente, más ligero. Luffy todavía dormía, su rostro tranquilo y despreocupado, como siempre. Zoro se sentó en la cubierta, recordando la conversación de la noche anterior. Había algo en la forma en que Luffy lo había mirado, una chispa de determinación que lo había tocado profundamente.

A pesar de la calidez del sol, Zoro sintió un frío en su interior. Sabía que el alcohol no era la solución a sus problemas. Había estado huyendo de sus inseguridades, de su pasado, y eso le había llevado a depender del licor. Con un suspiro, se levantó y se dirigió a la cocina, donde encontró a Sanji preparando el desayuno. Al ver a Zoro, el cocinero frunció el ceño. "¿Estás mejor? La última vez que te vi, parecías un espectro."

"Un poco", respondió Zoro, y se sentó en la mesa. Sanji lo observó con una mezcla de preocupación y curiosidad. "Luffy te cuidó anoche. Está realmente preocupado por ti, sabes." Zoro asintió, sintiéndose un poco avergonzado. "Lo sé. Estoy tratando de... lidiar con esto."

Esa tarde, Luffy se unió a ellos después de despertarse. "¡Buenos días, Zoro! ¿Listo para una nueva aventura?" Su entusiasmo era contagioso, pero Zoro sentía la presión de ser fuerte. "Sí, pero hay algo de lo que quiero hablar", dijo Zoro, tomando aire.

Luffy lo miró, intrigado. "¿De qué se trata?" Zoro se sintió un poco nervioso. "Quiero dejar de beber. No quiero ser una carga para el equipo. A veces, siento que estoy estancado, como si no pudiera seguir el ritmo."

Luffy lo miró con seriedad. "Zoro, nunca has sido una carga. Eres uno de los más fuertes de la tripulación. Pero no tienes que cargar con todo solo. Todos enfrentamos nuestros demonios." Zoro sintió que su corazón se apretaba. "Pero tú eres diferente. Siempre sabes hacia dónde ir. Yo... a veces me siento perdido."

Luffy inclinó la cabeza, pensativo. "No tengo todas las respuestas, Zoro. Pero quiero ayudarte a encontrar tu camino. Eres mi nakama, y eso significa que siempre estaré aquí." Zoro sintió una calidez en su pecho, una conexión profunda con su capitán que iba más allá de la amistad.

Con el tiempo, Zoro y Luffy comenzaron a compartir más momentos. Paseaban juntos por la cubierta, hablando sobre sus sueños y anhelos. Zoro se dio cuenta de que Luffy también enfrentaba sus propias luchas; a veces, la presión de ser el capitán lo hacía sentirse solo. Se dieron cuenta de que, aunque sus batallas eran diferentes, ambos estaban en el mismo barco, luchando contra sus propios monstruos.

Una noche, mientras navegaban bajo un cielo estrellado, Zoro se sintió más audaz. "Luffy", dijo, "¿alguna vez has tenido miedo de fallar? De no ser lo suficientemente fuerte para proteger a los demás." Luffy se quedó en silencio, mirando las estrellas. "Sí, a veces. Pero tengo fe en mis amigos. Siempre encontramos una manera de levantarnos, juntos."

Zoro lo miró, sintiendo una mezcla de admiración y afecto. "Gracias, Luffy. Quiero ser más fuerte, no solo para mí, sino para proteger a todos." Luffy sonrió, esa chispa de entusiasmo en sus ojos. "Lo serás, Zoro. Sé que puedes lograrlo."

A medida que los días se convirtieron en semanas, Zoro comenzó a entrenar más duro, dejando atrás el alcohol. Luffy estaba a su lado, animándolo y desafiándolo. Sin embargo, a veces, Zoro se sentía abrumado por la presión. En esas noches, cuando el silencio envolvía el barco, se sentaba en la cubierta, recordando los momentos oscuros que había tratado de olvidar.

Una noche, después de un duro día de entrenamiento, Zoro se encontró en la barra, observando el ron que había sido su refugio. Luffy, al darse cuenta, se acercó y se sentó a su lado. "No tienes que hacerlo, Zoro", dijo Luffy con suavidad.

Zoro se pasó la mano por el cabello, sintiéndose perdido. "Es difícil, Luffy. La tentación está ahí. Y a veces, no sé si puedo hacerlo." Luffy le dio una palmada en la espalda. "¿Sabes qué? Es normal sentirse así. Pero estoy aquí, y siempre estaré aquí."

En ese momento, Zoro sintió una conexión aún más profunda. Sin darse cuenta, sus manos se encontraron, y Luffy apretó suavemente. Era un gesto simple, pero lleno de significado. Zoro miró a Luffy, viendo en sus ojos una mezcla de comprensión y apoyo incondicional.

"Quiero que sepas que te respeto mucho", dijo Zoro, su voz casi un susurro. "No solo como capitán, sino como amigo." Luffy sonrió con calidez, haciendo que Zoro se sintiera vulnerable pero seguro. "Lo mismo va para ti, Zoro. Eres más que un amigo. Eres familia."

Con el tiempo, esa conexión se convirtió en un lazo más fuerte. Las risas compartidas y las peleas amistosas se convirtieron en momentos que ambos atesoraban. Sin embargo, la lucha interna de Zoro continuó. Las sombras del pasado aún acechaban, y a veces, el miedo lo atrapaba.

Una noche, después de una dura batalla contra un enemigo formidable, Zoro se sintió agotado y emocionalmente drenado. Se sentó en la cubierta, contemplando el mar estrellado. Luffy se unió a él, sin necesidad de palabras. Simplemente estaban allí, compartiendo el silencio.

"¿Tienes miedo, Luffy?" preguntó Zoro de repente. "¿De fallar? De perder a alguien?" Luffy lo miró, la seriedad en sus ojos era evidente. "Sí, tengo miedo. Pero también sé que siempre hay una oportunidad para seguir adelante. La vida está llena de riesgos."

Zoro se giró para mirarlo. "A veces, siento que estoy luchando contra una tormenta dentro de mí. No sé si podré salir de esto." Luffy le dio una sonrisa alentadora. "No estás solo, Zoro. Lo enfrentaremos juntos. Siempre juntos."

Esa noche, mientras la brisa marina soplaba suavemente, Zoro sintió un nuevo resurgimiento de fuerza. Con Luffy a su lado, estaba listo para enfrentar no solo sus demonios, sino también el futuro. Su amistad había evolucionado en algo más profundo, una conexión que le daba esperanza.

Con cada día que pasaba, Zoro se sentía más en control de sí mismo. Había momentos en los que caía en la tentación, pero siempre encontraba el camino de regreso, guiado por la luz de su capitán. La relación entre ambos se había transformado, y aunque no se habían declarado su amor de forma explícita, ambos sabían que había algo más allá de la camaradería.

Un día, mientras entrenaban juntos, Zoro sintió una confianza renovada. Con una sonrisa decidida, se giró hacia Luffy. "Sé que puedo hacerlo. Gracias por no rendirte conmigo." Luffy le devolvió la sonrisa, con esa chispa en los ojos que siempre había admirado. "Siempre estaré aquí para ti, Zoro. Nunca lo olvides."

A partir de ese momento, la vida a bordo del Thousand Sunny continuó. Zoro se convirtió en un guerrero más fuerte, no solo en habilidades, sino también en corazón. Y en su viaje, aprendió que a veces, la mayor fuerza viene de permitir que otros te ayuden a cargar el peso.

La amistad entre Luffy y Zoro se transformó en un amor silencioso, una conexión que florecía en cada momento compartido, y que se hizo más fuerte con cada aventura que enfrentaron juntos. Con el océano como testigo, ambos sabían que podían enfrentarse a cualquier tormenta, siempre unidos por los lazos que habían forjado.