El sol brillaba alto sobre el Thousand Sunny, bañando la cubierta con su calor, mientras la tripulación descansaba tras un largo día de entrenamientos y pequeñas aventuras en la isla más reciente. Luffy, como siempre, andaba de un lado a otro, con su habitual sonrisa despreocupada, mirando el horizonte sin un propósito claro. Zoro, por su parte, estaba afilando cuidadosamente sus espadas, algo que hacía con precisión y devoción casi religiosa.
Luffy, en su constante movimiento, se detuvo un momento y observó a su primer oficial. Aunque era conocido por su impulsividad, Luffy había desarrollado una habilidad sorprendente para notar cosas pequeñas, detalles que nadie más veía, incluso si no lo hacía conscientemente. Y hoy, algo en Zoro llamó su atención. Mientras lo miraba, su vista se posó en las espadas que el espadachín cuidaba con tanto esmero. Siempre había sido así: Zoro y sus espadas eran casi inseparables, y cada una tenía un significado profundo.
—Oye, Zoro —dijo Luffy de repente, acercándose y agachándose a su lado.
Zoro, sin apartar la vista de su trabajo, gruñó en respuesta, un gesto que en él equivalía a una aceptación de la presencia de su capitán.
—Siempre estás con esas espadas —continuó Luffy, sentándose a su lado—. ¿Nunca has querido otra? Algo nuevo... algo mejor.
Zoro levantó la vista un poco, sin dejar de pasar la piedra por el filo de una de sus espadas. Sabía que Luffy rara vez se interesaba por cosas tan específicas, lo que le hacía pensar que su capitán había notado algo. Aunque Zoro siempre había sido discreto sobre sus deseos, no podía evitar que en ciertos momentos, durante las visitas a nuevas islas, algo brillara en sus ojos ante la visión de una espada excepcional. Sin embargo, jamás había dicho nada. Sabía lo costosas que podían ser y, aunque no lo admitiera en voz alta, tenía un respeto enorme por el esfuerzo que su tripulación ponía en conseguir lo que necesitaban. Pedir algo más, cuando ya tenía espadas tan valiosas, parecía innecesario.
—No necesito más espadas —respondió Zoro, manteniendo su tono firme, aunque en su interior, aquellas palabras de Luffy le removieron algo que había estado enterrado desde hacía tiempo.
Luffy, con su típica sonrisa despreocupada, simplemente asintió.
—Ah, vale, si tú lo dices —dijo, poniéndose en pie de nuevo y alejándose con la misma rapidez con la que había aparecido.
Zoro no le dio más importancia y continuó afilando sus espadas. Lo que no sabía es que Luffy, en su manera despreocupada de ser, había registrado ese pequeño brillo en sus ojos.
Días después, mientras la tripulación exploraba una nueva isla, Luffy y Usopp se aventuraron en un mercado lleno de vendedores ambulantes que ofrecían todo tipo de artículos, desde comida hasta armas. Luffy, atraído por los olores de la comida, rápidamente se desvió hacia uno de los puestos, mientras Usopp examinaba otros objetos curiosos.
Fue entonces cuando, en medio de su entusiasmo por las frutas exóticas y los dulces, Luffy lo vio: una espada magnífica, colocada en un estante de un vendedor especializado en armas. El filo resplandecía bajo la luz del sol y la empuñadura estaba grabada con detalles intrincados, representando dragones enroscados. Aunque Luffy no era un experto en espadas, algo en ese arma le recordó a Zoro.
—¡Oye, viejo! —exclamó Luffy, señalando la espada—. Quiero esa.
El vendedor, un hombre mayor con una larga barba, se rió al ver la emoción en el rostro del joven capitán.
—Esa es una espada especial, muchacho. No es algo que cualquiera pueda llevar —dijo el hombre, observando a Luffy de arriba abajo.
—Es para mi amigo. Él es fuerte, ¡muy fuerte! —replicó Luffy, sacando el dinero sin pensarlo dos veces.
Minutos después, Luffy salió del mercado con una sonrisa de oreja a oreja, llevando la espada envuelta en tela a la espalda. Cuando volvió al Sunny, esperó hasta la noche, cuando todo estaba tranquilo y solo se escuchaba el murmullo del mar.
Zoro estaba, como de costumbre, haciendo su turno de guardia, sentado en la cubierta con las piernas cruzadas y los ojos cerrados, en un estado de meditación ligera. Luffy, sigiloso para sus estándares, se acercó y dejó caer la espada envuelta a su lado.
—Oye, Zoro, mira esto —dijo con una sonrisa, sentándose junto a él.
Zoro abrió un ojo, desconcertado al ver a Luffy con esa expresión de entusiasmo, y luego bajó la vista a la espada envuelta. Desató la tela con cuidado, y cuando la espada quedó al descubierto, Zoro contuvo la respiración por un segundo. Era hermosa. No solo por su apariencia, sino por la perfección del equilibrio en su peso. Podía sentirlo incluso sin levantarla por completo.
—¿Qué... qué es esto? —preguntó Zoro, sorprendido.
—Es para ti —dijo Luffy, como si fuera lo más normal del mundo—. La vi y pensé que te gustaría.
Zoro quedó en silencio. Por un momento, no supo qué decir. Nunca había pedido nada, y mucho menos esperaba que Luffy, de todas las personas, notara algo tan personal. Se sentía abrumado, algo que rara vez le sucedía. Intentó mantener su compostura, su expresión habitual de dureza, pero sus manos temblaban ligeramente al tocar la empuñadura.
—No necesitaba otra espada —dijo finalmente, su voz más baja de lo habitual.
—Lo sé —respondió Luffy, su mirada fija en el horizonte—. Pero pensé que te gustaría tenerla. Ya sabes... por si quieres.
Zoro, sin poder evitarlo, sonrió muy levemente, algo que casi nadie notaría, pero que Luffy vio al instante. En ese pequeño gesto, en el brillo oculto en los ojos de Zoro, había algo más profundo que gratitud: había una mezcla de asombro, de afecto no dicho, y sobre todo, de un lazo que solo ellos podían comprender. Zoro trató de ocultar esa emoción, pero sabía que Luffy lo había visto. Y, curiosamente, no le importó.
—Gracias, capitán —dijo Zoro en voz baja, pero con una sinceridad que pocas veces dejaba escapar.
Luffy, satisfecho, simplemente sonrió y se echó sobre la cubierta, cruzando las manos detrás de la cabeza.
—De nada, Zoro.
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˚˖𓍢ִ໋🌷͙֒ꜰᴜᴛᴀᴛꜱᴜ ✧🩷 ɴᴏ ˚.ᴛᴀᴍᴀꜱʜĪ 🎀༘⋆
RomansaCreo que la portada ya dice de que será, pero aun recalco que este será un apartado dado para una pareja "Boy x Boy" respecto a 2 personajes de un anime muy conocido 🌟 La intención de esta historia (de muchas) es simplemente dar muchas situaciones...