2024.
Cinco años habían pasado desde aquella noche en la que el destino había cruzado los caminos de Haein y Yeonjun. Ahora, las luces de Seúl no parecían tan brillantes como antes, o al menos no para Yeonjun. A sus 28 años, el ahora sargento de la Unidad de Víctimas Especiales había visto demasiado, soportado demasiado. Había llegado a ser conocido por su fría eficiencia y su capacidad para mantener la distancia, lo cual le permitió enfrentar los peores casos sin que sus emociones lo afectaran.Sin embargo, esa mañana, la tensión en el aire era palpable. La nueva fiscal, Kang Haein, había sido asignada a trabajar con ellos en un caso particularmente complicado. Lo último que Yeonjun necesitaba era otra persona que no comprendiera la realidad del trabajo en la unidad. Y mucho menos alguien con la pasión y determinación de Haein.
Haein entró al edificio de la Unidad de Víctimas Especiales con paso firme. A sus 27 años, su reputación como fiscal ya comenzaba a formarse. Su energía era incansable y su objetivo era claro: lograr justicia, no importaba lo difícil o lo peligroso que fuera el caso. Esa mañana, lo primero que hizo fue ir a la oficina de Yeonjun. Había oído mucho sobre él. Sabía que no sería fácil, pero su convicción era más fuerte que cualquier desafío que pudiera enfrentar.
Al entrar, la fría mirada de Yeonjun la recibió. Su oficina, aunque ordenada, estaba llena de papeles, fotografías de víctimas y casos sin resolver. Parecía un espacio que apenas permitía la entrada de personas.
—Sargento Choi —saludó Haein, sin titubear—. Soy Kang Haein, la nueva fiscal asignada al caso del homicidio en el centro de la ciudad. He oído mucho sobre usted.
Yeonjun levantó la vista de su escritorio, su expresión inmutable.
—Fiscal Kang. —Su tono era formal y distante—. Espero que no estés aquí para complicar aún más las cosas.
Haein lo miró directamente a los ojos, un brillo de determinación en su mirada.
—No estoy aquí para complicar nada. Estoy aquí para ayudar a resolver este caso. ¿Tiene algún problema con eso?
El sargento la observó durante unos segundos, notando su confianza. Sin embargo, algo en su tono no le gustaba. Había algo desafiante en su presencia, algo que le recordó a sí mismo cuando era más joven y lleno de ideales. Pero ahora, él sabía que la realidad era más complicada. Había aprendido a no esperar nada fácil.
—El caso no es sencillo —respondió finalmente, su tono frío pero firme—. Ya has sido puesta al tanto de los detalles. No necesitamos más personas causando distracción.
Haein no retrocedió. Su mirada era firme.
—Lo único que quiero es que los responsables paguen por lo que han hecho. No tengo tiempo para distracciones. Si cree que puedo ayudar, bien. Si no, estaré trabajando sola. —Su voz era clara y decisiva.
Yeonjun la estudió por un momento más, como si tratara de evaluar si realmente estaba lista para enfrentar la gravedad del caso. Ella no parecía alguien que se dejaría intimidar fácilmente, eso era seguro.
—Este caso involucra gente peligrosa. La unidad ha estado trabajando en el durante semanas y ha habido múltiples amenazas. Si te metes en este caso, debes saber que no habrá marcha atrás —dijo él, finalmente con un tono más serio.
—Lo sé -respondió Haein, con la misma determinación en su voz—. Lo que más quiero es hacer justicia, y si tiene algún problema con eso, será mejor que lo diga ahora.
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Between wounds and needles - Choi Yeonjun.
ActionChoi Yeonjun, un sargento con una reputación de seriedad y frialdad, se encuentra con la nueva fiscal, Kang Haein, en la Unidad de Víctimas Especiales. Desde su primer encuentro, sus personalidades chocan: mientras Yeonjun se muestra distante y rese...