2007.
La luz del sol se filtraba a través de las cortinas de la amplia sala de estar, iluminando un mar de juguetes esparcidos por el suelo. Haein, con solo diez años, estaba concentrada en construir una torre con bloques de colores, mientras su hermano Kwon, de cuatro, la observaba con sus grandes ojos marrones llenos de admiración.—¡Mira, Haein! ¡Es la más alta del mundo! —exclamó Kwon, saltando en su lugar.
—¡No la toques! —respondió Haein, riendo mientras ajustaba un bloque que parecía a punto de caer—. Si lo haces, se va a derrumbar.
La Sra. Kang entró en la sala, apresurándose mientras empacaba unas maletas. Su expresión era de tensión, algo que no pasaba desapercibido para Haein.
—¿Vamos de vacaciones, mamá? —preguntó Haein, entusiasmada.
La madre de Haein se detuvo por un momento, mirando a sus hijos con una mezcla de tristeza y determinación.
—No exactamente, cariño. Necesitamos... salir de aquí por un tiempo —dijo la Sra. Kang, tratando de mantener la calma en su voz.
Haein frunció el ceño. Sabía que algo no estaba bien, pero la idea de unas vacaciones la mantenía optimista. Fue entonces cuando el Sr. Kang entró en la casa, con un aire de urgencia que hizo que Haein dejara de jugar. La mirada en su rostro le heló la sangre.
—¡Haein! ¡Kwon! —gritó el Sr. Kang, con una voz que resonaba como un trueno—. ¡Vengan aquí, rápido!
—Papá, ¿qué pasa? —preguntó Haein, su voz temblando un poco.
—Es... es complicado. Necesitamos irnos ahora —dijo, mirando nerviosamente por la ventana. Su mirada era feroz, pero había una sombra de miedo en sus ojos—. Hay personas que buscan dañarnos. No están contentos con lo que he estado investigando.
La Sra. Kang se acercó, tratando de calmarlo.
—¿Por qué no podemos simplemente ir a la policía? —preguntó Haein, todavía sin entender la gravedad de la situación.
El Sr. Kang sacudió la cabeza, frustrado.
—No, no podemos confiar en ellos. Son parte del problema, Haein. —Luego se agachó a la altura de sus hijos—. Escuchen, esto es muy importante. Deben ser valientes. No importa lo que pase, siempre estaré con ustedes.
Kwon, sin comprender del todo, miró a su hermana, que sentía la preocupación apoderándose de ella.
—¿Voy a ver a mis amigos otra vez? —preguntó Kwon, sus ojos llenos de lágrimas.
—Sí, claro —dijo el Sr. Kang, con una sonrisa forzada—. Solo es por un tiempo. Pero primero, necesitamos salir de aquí.
La Sra. Kang tomó la mano de Haein, quien se sintió atrapada entre la inocencia de su infancia y la realidad abrumadora que la rodeaba.
—Haein, confía en tu padre. —La voz de su madre era firme—. Siempre hay esperanza, pero debemos actuar rápido.
El Sr. Kang se giró hacia la puerta, asegurándose de que no hubiera nadie a la vista.
—Recuerden, no debemos hacer ruido. —Les dio una mirada intensa—. No sabemos quién nos está buscando.
Haein sintió que su corazón latía con fuerza, pero una chispa de determinación se encendió en su interior.
—¿Podemos llevar nuestra casa de muñecas? —preguntó Kwon, tratando de aferrarse a algo familiar.
La Sra. Kang sonrió levemente, aunque la preocupación aún la envolvía.
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Between wounds and needles - Choi Yeonjun.
AksiChoi Yeonjun, un sargento con una reputación de seriedad y frialdad, se encuentra con la nueva fiscal, Kang Haein, en la Unidad de Víctimas Especiales. Desde su primer encuentro, sus personalidades chocan: mientras Yeonjun se muestra distante y rese...