𝐇𝐀𝐁𝐈𝐓𝐀𝐂𝐈Ó𝐍 𝟏𝟎𝟑 - 𝐆𝐞𝐧𝐞𝐳𝐚.

𝟏𝟕

09/03/2022 - Argentina, Latinoamérica.

ENZO

El agua caliente caía con fuerza sobre mi cuerpo, aliviando el cansancio acumulado después del día de rodaje. Me pasé las manos por el pelo, y a continuación masajeé mi rostro, quitando cualquier resto de maquillaje.

Cerré el grifo y me quedé un momento más dentro de la ducha, dejando que las últimas gotas de agua resbalen por mi piel. El cristal del espejo estaba completamente cubierto de vapor cuando salí.

Cogí una toalla y me la enrollé en la cintura mientras me secaba el pelo con otra. Me sentía mejor, relajado, y eso era lo único que me importaba.

Salí del baño, dejando la puerta abierta para que este se aireara. A los pocos segundos giré mi cabeza, mirando hacia la ventana. La noche cayó más rápido de lo que pensaba, y sin esperarlo, se escuchó un pequeño trueno. Quizá estaba a punto de llover.

Justo en ese momento, alguien llamó a la puerta. Miré de reojo el reloj de mi muñeca.

¿Quién diablos viene a molestar a estas horas?

Pensé mientras, algo molesto, me dirigía a la entrada de la habitación.

—¿Qué pasa? — espeté mientras abría la puerta.

Era Fran.

Estaba apoyado en el marco de la puerta, con una amplia sonrisa, como siempre. Me miraba con curiosidad, pero al instante, su rostro cambió a uno algo burlón.

—¿Interrumpo tu spa privado? — preguntó en tono de broma, ignoré su comentario.

—¿Qué quieres? — hablé cruzándome de brazos.

—Matías ha ido al supermercado a comprar algunas cosas para los chicos. Pensé en preguntarte si necesitas algo. Ya sabes, por si quieres aprovechar. — fue directamente al grano, ignorando mis malas maneras de contestar.

Matías, claro.

Me esforcé en no poner los ojos en blanco. Lo último que quería era tener que pedirle algo a él, pero si ya iba a ir... bueno, al menos me ahorraré el trabajo.

—Sí, que me traiga una caja de cigarros, solo me queda uno. — respondí con desinterés, volviendo la vista hacia la ventana.

Antes de que Fran se marchara, noté sutil el sonido de la lluvia golpeando el vidrio, efectivamente, estaba lloviendo.

—¿Hace cuánto que se fue? — pregunté, fingiendo casualidad, mientras me secaba el cabello con una toalla.

Fran se encogió de hombros.

—No mucho. Debe estar volviendo ahora, aunque con este clima... — dice, mirando también hacia la ventana, como si recién notara la fuerte lluvia.

Podría estar perfectamente bien, ¿no? No es como si se fuera a derretir con un poco de lluvia.

—Está bien, dile que no se olvide de los cigarros. — añadí al final, cortando cualquier pensamiento que me hiciera parecer preocupado.

Fran asintió con la cabeza de manera lenta.

—Tranquilo, se lo digo. — y con eso, se fue.

09/03/2022 - Argentina, Latinoamérica.

MATÍAS

Caminaba entre las estanterías del supermercado, mirando distraídamente las golosinas y las cajas de snacks. Llevaba el móvil en la mano y pegado a la oreja, con Agustín en la línea, quien me iba diciendo lo que los chicos querían para la noche.