Rivalidad y amor

capitulo 10

Mientras Mariana se acomodaba en la mesa, Karime y Gala intentaron volver a la normalidad, aunque la tensión entre ellas aún persistía en el aire. Karime continuó cortando verduras, y Gala se dirigió a la estufa.

—¿Qué estás preparando? —preguntó Mariana, mirando curiosa.

—Una ensalada y un guisado —respondió Karime, tratando de centrarse en la comida.

Gala se acercó a la estufa y comenzó a calentar una sartén.

—Puedo ayudarte —ofreció, pero su tono sonaba más juguetón que útil.

—No, gracias. Estoy bien —replicó Karime, evitando su mirada.

Gala se quedó en silencio un momento, sintiendo que la tensión seguía fluyendo entre ellas. Sin embargo, decidió intentar romper el hielo.

—¿Sabes? Mariana tiene razón. Deberíamos hacer algo divertido más tarde, algo que nos haga olvidar todo este drama.

—No sé... —dijo Karime, frunciendo el ceño—. Tal vez deberíamos concentrarnos en la comida primero.

Gala, sin poder resistir la tentación, se acercó un poco más.

—¿Te gustaría que hiciera una cena especial? —preguntó, mientras la miraba con complicidad—. Podría ser nuestra manera de celebrar que no estamos peleando.

Karime sintió un ligero rubor en sus mejillas y no pudo evitar sonreír un poco.

—Eso suena... bien, creo.

Gala sonrió, complacida. Pero, antes de que pudieran seguir con la conversación, Briggite apareció en la cocina.

—¿De qué están hablando? —preguntó, con una mirada traviesa.

Gala se encogió de hombros.

—Solo planeando la cena, nada del otro mundo.

Briggite se acercó y le dio un codazo a Karime.

—¿Seguro que no hay algo más que deberíamos saber?

Karime se sonrojó, mientras Gala intentaba ocultar su risa.

—No, en serio. Solo estamos cocinando.

—Ya veremos —dijo Briggite con una sonrisa, antes de alejarse hacia la sala.

Gala y Karime se quedaron solas nuevamente, y Karime se sintió un poco más cómoda.

—Así que, ¿qué tal si hacemos una cena temática? —sugirió Gala, inclinándose hacia Karime de nuevo—. Podría ser una cena mexicana o algo divertido.

Karime miró a Gala, aún sintiendo esa chispa en el aire, pero ahora era más receptiva.

—¿Por qué no? Suena divertido.

—Perfecto —respondió Gala, sonriendo—. ¡Hoy cenaremos como reinas!

Karime no pudo evitar sonreír al escuchar eso. Ambas se pusieron a trabajar en la cena, y a pesar de la tensión que había antes, comenzaban a disfrutar de la compañía de la otra.

Mientras las dos continuaban cocinando, Gala decidió que era momento de dar un paso más. Se acercó lentamente a Karime, quien estaba distraída organizando los ingredientes en la mesa.

—Karime —dijo Gala, con un tono suave, haciendo que Karime levantara la mirada—. Necesito que sepas algo.

Karime, sintiendo la tensión en el ambiente, se giró hacia Gala, esperando lo peor.

—¿Qué pasa? —preguntó, aunque su voz traicionaba un ligero nerviosismo.

Gala, con una sonrisa traviesa, se movió de tal manera que acorraló a Karime contra la pared nuevamente, esta vez más decidida.