Rivalidad y amor

Capitulo 14.

y Karime y Gala estaban acurrucadas en la cama, disfrutando de la paz que finalmente habían encontrado, cuando de pronto, la voz de la jefa sonó por el micrófono de la casa.

—Por favor, bajen de la suite. Es día de cine, todos al jardín.

Ambas se miraron con una mezcla de sorpresa y resignación. Karime suspiró y Gala le sonrió.

—Parece que no hay descanso para nosotras —dijo Gala mientras se levantaba.

—No lo parece —respondió Karime, levantándose también.

Bajaron juntas al jardín, donde los demás ya estaban acomodados. Encontraron un lugar para sentarse juntas, sin mucha atención a las miradas de los otros. La película comenzó, pero lo que realmente captó la atención de todos fue un video grabado en la suite. En la pantalla, se mostraban imágenes de ellas dos abrazadas, y una voz en off resonó en el jardín:

—Al parecer, Gala y Karime se reconciliaron.

Un murmullo recorrió a los presentes. Gala se tensó un poco al escuchar eso, pero no soltó la mano de Karime. Mientras tanto, Agustín, sentado unos metros más adelante, le susurró algo a Sian, que estaba a su lado. Aunque no se podía escuchar con claridad, Gala pudo notar el gesto molesto de Agustín.

Karime, sin embargo, la apretó ligeramente de la mano, como si le dijera que todo estaba bien. Gala le devolvió la presión, tratando de concentrarse en la película, aunque su mente seguía dándole vueltas a lo que Agustín pudiera estar diciendo sobre ellas.

La película continuaba, pero ni Gala ni Karime podían concentrarse del todo. El murmullo de los demás y las constantes miradas de Agustín pesaban en el ambiente. Al terminar la película, todos comenzaron a levantarse, pero antes de que Karime y Gala pudieran moverse, Agustín se acercó con el ceño fruncido.

—¿Así que reconciliadas, eh? —dijo, mirándolas directamente—. ¿Qué fue todo eso de la suite?

Gala lo miró fijamente, sintiendo el peso de sus palabras.

—Agustín, ya te lo dije. No hay nada más que hablar. Lo nuestro terminó.

Agustín apretó los puños, claramente frustrado.

—¿Eso es todo? ¿Así de fácil? ¿Me cambias por Karime y ya?

Karime intervino, levantándose con calma.

—No es cuestión de cambiar a nadie, Agustín. Las cosas pasan, y a veces es mejor no forzar algo que ya no funciona.

Agustín hizo una mueca, visiblemente irritado, pero no dijo nada más. Se dio la vuelta y caminó hacia el jardín, dejando a Gala y Karime de pie junto a la pantalla.

Briggite, que había estado observando de lejos, se acercó y soltó un comentario en tono de broma para relajar el ambiente.

—Bueno, parece que la película más interesante está sucediendo aquí.

Las tres rieron un poco, aunque la tensión seguía en el aire. Gala miró a Karime, y con un pequeño gesto, ambas decidieron alejarse de los demás y caminar hacia la suite de nuevo.

—¿Estás bien? —preguntó Karime en voz baja cuando ya estaban subiendo las escaleras.

—Sí... creo que sí —respondió Gala, pensativa—. Solo que... no esperaba que Agustín reaccionara así.

Karime la miró con comprensión.

—No es fácil para él, pero tomaste la decisión correcta.

Cuando llegaron a la suite, Gala se dejó caer en la cama, exhalando profundamente. Karime se sentó a su lado, en silencio, y después de unos momentos, se inclinó para abrazarla.