Pokémon: Viaje a la extinción

Capítulo 10: Sombras en Ascenso

Capítulo 10: Sombras en Ascenso

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Tras su victoria en la primera ronda del torneo, Akira se tomó un momento para respirar, pero el peso de lo que había sucedido seguía presente. Casilda le acompañaba mientras caminaban por los pasillos de la arena, donde otros entrenadores, tanto derrotados como victoriosos, intercambiaban sus experiencias. Aunque había ganado, Akira no podía sacarse de la cabeza la sensación que había tenido al usar a Murkrow desde las sombras. Aquel truco funcionó, pero algo en su interior le decía que no todo estaba bajo control.

—¡Akira! —gritó Casilda, interrumpiendo sus pensamientos—. ¡Ahí está la lista de los próximos combates!

Se apresuraron a mirar la pantalla en el vestíbulo. El nombre de Akira aparecía junto al de su siguiente oponente: una chica llamada Yuki, famosa por ser una de las promesas del torneo. Ya había ganado varios combates en otros torneos menores y su equipo estaba formado por Pokémon de tipo hielo.

—Esto va a ser difícil —dijo Casilda, mordiéndose el labio—. Los Pokémon de tipo hielo son complicados, especialmente si ella tiene tanta experiencia.

Akira asintió, mirando a sus propios compañeros. Sabía que necesitaría algo más que velocidad y fuerza bruta. La próxima batalla requeriría estrategia. Mientras tanto, la voz de Giratina resonó en su mente, como siempre lo hacía cuando las sombras se intensificaban.

—Ella es poderosa, pero no invencible. Recuerda que las sombras son nuestras aliadas. Usa el entorno a tu favor —murmuró el ente sombrío.

Akira no respondió de inmediato. Aunque confiaba en Giratina, aún no estaba seguro de hasta dónde podía depender de ese poder. La línea entre su propia habilidad y lo que Giratina le ofrecía a veces se sentía borrosa. Decidió que esta batalla debía ganarla por sí mismo.

El día siguiente llegó más rápido de lo que Akira esperaba. La Arena Oeste estaba aún más abarrotada de lo que había estado durante la primera ronda, y los combates de los mejores novatos generaban mucha expectación. Akira, con Pichu en su hombro y su equipo listo, se preparaba para enfrentarse a Yuki.

Al entrar a la arena, el aire frío le dio una pista clara de lo que le esperaba. Yuki ya estaba allí, con una expresión calmada y serena, rodeada por sus Pokémon de tipo hielo. Junto a ella, un Snorunt esperaba ansioso la señal de inicio.

—Te vi en tu último combate —dijo Yuki con una sonrisa—. Tienes talento, pero los trucos no te salvarán esta vez.

Akira apretó los dientes. Sabía que tendría que ser más astuto que nunca. El árbitro levantó la mano, y el combate comenzó.

—¡Snorunt, usa Nieve Polvo! —gritó Yuki.

El pequeño Pokémon de hielo comenzó a crear una ráfaga de nieve que envolvió el campo de batalla, cubriendo todo en un manto blanco. La visibilidad disminuyó de inmediato, y Akira sabía que Yuki estaba preparando una trampa. La temperatura bajaba rápidamente, lo que debilitaba a su Pichu.

—No podemos enfrentarlos de frente, Pichu. Esquiva y prepárate —ordenó Akira.

Pichu corrió por el campo, evitando los proyectiles de nieve mientras esperaba la orden de ataque. Akira sabía que necesitaba hacer algo diferente. Pensó en Murkrow, en cómo las sombras podían ser su aliada, pero aún dudaba en usar ese poder tan abiertamente. En cambio, miró a Giratina en su forma enana, quien observaba desde las sombras del estadio, esperando la señal de su invocador.

El frío era abrumador, y Akira sintió que estaba perdiendo terreno. Necesitaba una distracción, algo que pudiera cambiar el rumbo del combate.

—¡Pichu, usa Chispa y corre por el campo! —ordenó.

Pichu, envolviéndose en electricidad, comenzó a correr, electrificando el suelo cubierto de nieve. Esto hizo que Snorunt perdiera el equilibrio y retrocediera.

—¡No te dejes intimidar, Snorunt! ¡Usa Rayo Hielo! —gritó Yuki.

Snorunt disparó una helada ráfaga hacia Pichu, quien apenas logró esquivarla. Akira sabía que si no cambiaba de estrategia pronto, el hielo los atraparía.

Fue en ese momento cuando sintió la conexión. La sombra a sus pies comenzó a moverse por sí sola, y Akira supo que tenía que arriesgarse.

—Muy bien, —murmuró entre dientes—. ¡Es tu turno!

Con un movimiento sutil, extendió su mano hacia el suelo y Murkrow salió de las sombras una vez más, esta vez con más fuerza y velocidad. Lo había invocado sin usar la Poké Ball, pero en medio de la batalla, nadie pareció notarlo.

—¡Murkrow, vuela alto y usa Golpe Aéreo! —gritó Akira.

Murkrow ascendió por encima de la tormenta de nieve, rompiendo la cortina blanca con su velocidad y precisión. Yuki miró con asombro mientras su Snorunt era golpeado de lleno por el ataque.

—¡Snorunt, resiste! —gritó Yuki, claramente desconcertada por la aparición de Murkrow.

Sin embargo, Murkrow no les dio respiro. Atacó nuevamente, aprovechando su velocidad para mantener a Snorunt bajo presión.

—¡Es el momento, Pichu! ¡Ataque Chispa! —ordenó Akira.

Pichu, que había estado esperando su oportunidad, se lanzó contra Snorunt, aprovechando que estaba debilitado por los ataques de Murkrow. El golpe fue certero, y Snorunt cayó al suelo, incapaz de continuar.

El árbitro levantó la mano.

—¡El ganador es Akira! —anunció.

La multitud estalló en aplausos, pero Akira apenas los escuchaba. Sabía que había ganado la batalla, pero la forma en que había dependido de las sombras le preocupaba. ¿Hasta dónde podía llevarlo este poder? ¿Y qué precio tendría que pagar?

Yuki se acercó después del combate, extendiendo la mano con una sonrisa a pesar de la derrota.

—Has mejorado mucho desde tu último combate —dijo—. Ese Murkrow es increíble. No sé cómo lo hiciste, pero fue un movimiento brillante.

Akira estrechó su mano, agradeciendo el cumplido. Pero mientras lo hacía, no podía dejar de sentir que algo más oscuro se estaba despertando dentro de él. Giratina, siempre presente, parecía más fuerte, más conectado a cada victoria que lograba.

—Esto es solo el comienzo —murmuró Giratina en su mente, casi con una sonrisa invisible.

Y Akira, aunque victorioso, sabía que tendría que estar más alerta que nunca.

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Fin del capítulo 10