La Debilidad Del Mafioso

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-Te voy a extrañar, mucho..- Dije con algunas lágrimas en mis ojos mientras abrazaba a mi madre.

Si, sabía que no era un adiós, era aún hasta luego. Pero aún así, era mi madre, tener que alejarme de ella solo por mi futuro era una sensación considerablemente mala. "Pero T/N, eres una adulta, tienes 20 años". Si, era una adulta, pero eso no quitaba no querer estar con mi madre.

Ya habían pasado algunas horas que me había ido de Kyoto, y me baje de aquel tren al llegar a mi destino. Tokio.

-¡Minji!.- Dije mientras bajaba de aquel tren y corría hacia aquella chica, quien me esperaba en la estación del tren. Ella era quien me recibiría en Tokio y me dejaría hospedarme en su casa en lo que yo me independizaba. Seguramente algunos se preguntarían ¿Quién era Minji en mi vida?, Bueno, ella era mi mejor amiga desde la infancia, y ella se fue de aquel pueblo en dónde vivíamos por la misma razón que yo, un buen futuro.

Íbamos en el auto de Minji, conversando tranquilamente sobre que era sobre nuestras vidas, actualizandonos una a la otra. La radio sonaba a volumen bajo, pero se lograba escuchar. Y escuché como pasaron una información un tanto... Extraña...

"A partir de las 11 PM, se les recomienda no pasar por el centro de la ciudad, ya sea acompañado o solo. La mafia Kibutsuji estará en actividad durante esas horas y probablemente el día siguiente. Su seguridad es primero"

-Eh... Minji, ¿Qué mafia?..- Dije algo confundida mientras volteaba a verla.

Podía notar como ahora su mirada había pasado a ser una nerviosa....

-Bueno... No es nada, solo es una mafia, la más poderosa en todo el mundo, para ser exacta..- Escuché decir a Minji con una sonrisa nerviosa, pero no dije nada al respecto, solo asentí.

¿Por qué ella lucía nerviosa ahora? Si hace unos minutos estaba bien, bueno. Preferiré quedarme callada, probablemente lo mejor sería no decir nada sobre el tema, por ahora...

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Notaba como pasaban los días rápidamente, nada nuevo, pero lo que más me daba curiosidad era qué, Minji casi nunca estaba en casa. Probablemente estaba trabajando, pero a lo que me refería es que llegaba a altas horas de la madrugada, tipo 4 AM y se volvía a ir a las 8 AM. Pero... Realmente hubiera preferido quedarme con la duda...

Era unos de los pocos días en dónde Minji pasaba tiempo en casa, estábamos viendo una película, hasta que escuché el sonido del celular de Minji, quien tomo el mismo, y otra vez lo mismo...

-Oye, T/N... Tendré que irme por algunas horas, no me esperes despierta, no llegaré pronto...- escuché decir a Minji mientras que se levantaba del sillón y salía de la casa.

No tuve más remedio que irme a mi habitación, ya al haber apagado el televisor, claro.

¿Qué tanto hacia Minji en la calle?..

Minji' s Pov:

Salí bastante apresurada de la casa, tomando las llaves del auto y llendo a una velocidad bastante alta hacia un bar, no habían muchos carros por las carreteras, así que no había problema con ir a una velocidad tan alta.

Al llegar a aquel bar, rápidamente me baje y entre. Lo primero que oí fue aquella música alta y el olor a alcohol inundar mi nariz... Me dirigí a los baños y entre a unos de los cubículos, eso en realidad no era un cubículo cualquiera. Era una puerta secreta... Al entrar, me dirigí a aquella oficina, y con nerviosismo. Toque la misma dos veces

-Adelante.- escuché desde el otro lado de la puerta, esa voz seria y neutral siempre me daba escalofríos...

Giré de la perilla de la puerta mientras soltaba un suspiro bajo.

-Jefe...- Solté mientras veía a aquel sujeto mirarme fijamente de manera seria y fría. Junto con tres sujetos más.

-Llegas tarde, Minji. ¿Cuántas veces he dicho lo de las tardanzas? ¿Acaso hay algo más importante que tú trabajo?.- dijo aquel hombre mientras me miraba.

-... L-lo siento, jefe... No volverá a ocurrir- fui interrumpida.

-Lo que sea, ¿Se puede saber en dónde estuviste metida en todos estos días? Y espero que tengas todos los informes de las mafias enemigas que te pedí. Sino, ya sabes lo que te espera..- Dijo aquel sujeto.

Eso fue como que me hubieran tirado un balde de agua fría encima, incluso sentí como mis piernas flaquearon...

-.... N-no... Aun no tengo nada-

-Ay, Minji, Minji... ¡¿ACASO CREES QUÉ ESTE TRABAJO SE TOMA A LA LIGERA?!.- Escuché exclamar a aquel hombre- Te recuerdo que trabajas para una mafia. La mafia Kibutsuji.-