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Al día siguiente, desperté en la fría y oscura habitación...

-Mm..- Solté en un sonido adormilado y somnoliento mientras frotaba mis ojos.

Al ya estar un poco más despierta, pude ver la hora en el reloj de aguja que había en la pared colgado.
10:30 AM...

¿Tanto así había dormido? Bueno, ya que. Al mirar a mi lado en la cama, ví a Muzan dormido, ¿Desde cuándo había estado él allí? No parecía ser mucho tiempo, o bueno, no tanto como para pasar a mi lado desde que yo hubiera caído dormida.

Al tratar de sentarme en la cama, sentí como Muzan me tomo de la cintura y me tumbó de nuevo a su lado...

-No te vayas aún, corazón... Aún es muy temprano...- Dijo él en tono adormilado.

-Pero son las 10:30 de la mañana...- Dije en tono algo bajo mientras lo veía meter su rostro en medio de mis pechos. Que manía tenía con hacer eso.

-Mm..- Soltó él en tono de queja.

-No me importa, unos minutos más no será nada del otro mundo.- Dijo Muzan mientras rodeaba mi cintura con uno de sus brazos, subiendo su mirada hacia mí.

Esa mirada rojiza de él aveces me daba miedo, no por nada malo, solo era raro ver a alguien con un color de ojos tan peculiar en alguien. Pero eso lo hacía más atractivo de lo que ya era.

-Podría estar metido entre tus tetas todo el día si pudiera.- Dijo él mirándome.

Yo, con un pequeño sonrojo en mis mejillas, le dí un pequeño golpe en la parte de arriba de su cabeza.

-Muzan, no acabas ni de despertar bien y ya dices esas cosas.- Dije en tono de queja.

-Ya, ya, preciosa... No te pongas agresiva.- Dijo él acariciando mi espalda.

-Solo te lo dejaré pasar esta vez, para la próxima no prometo nada.- Dijo él mientras me veía de manera seria, aunque relajo su mirada unos segundos después.

-Bueno, ¿Y mi beso?, ¿Qué esperas? Dámelo.- Dijo él mientras me miraba de manera seria pero calmada.

Yo solo solté un suspiro, tomé sus mejillas y plante un sonoro beso en sus labios.

-¿Satisfecho?.- Dije mientras me separaba de él.

-No.- Dijo Muzan, y sin previo aviso me tomo por las caderas, y empezó a besar mis labios con deseo.

Yo solte un pequeño jadeo de sorpresa  por tal repentino acto, pero aún así le seguí el beso, acariciando sus hombros.

Aún no comprendía cómo fué que pase de tratarlo mal a tratarlo de esta manera actual. Tal vez porque me estaba empezando a enamorar de él de verdad.... No podía negarlo, él era demasiado guapo y atractivo, además de que me consentía bastante.

Aunque en parte, si mi madre de llegaba a enterar de esto, probablemente ya no estuviera en este mundo. Ella era muy sobreprotectora conmigo, además de histérica, pero, ahora era una adulta. Pero aún así, no podía negar que la extrañaba en parte.

Unos minutos después, nos paramos de besar.

-Me temo que tendré que irme por algunas horas, preciosa. Tengo algunos asuntos que atender, los cuales no pude hacerme cargo ayer por...- Dijo Muzan mientras volteaba su mirada.

Al entender a qué se refería del porque no lo había hecho ayer, un sonrojo apareció en mis mejillas. Y escuché como Muzan soltó una carcajada.

-Aww, mira qué rojita estás, mi vida.- Dijo él mientras me sentaba en su regazo. -Será mejor que te acostumbres a esas cosas, porque te puedo asegurar que no será la última vez que haremos eso..~.- Dijo él mientras soltaba una risita malvada.

...

Estaba en mi oficina junto a mis cómplices, mientras ellos hablaban sobre dicho negocio, yo escuchaba mientras revisaba correos desde mi laptop, hasta que ví algunos correos recientes algo... Extraños.

"No te sorprendas si algún día te llega un ataque sorpresa, Kibutsuji", "No estaría tan mal darte un pequeño susto, ¿No?".

Al leer esos correos, fruncí el ceño mientras seguía revisando a ver si habían más de ese estilo, pero por lo que veía, esos eran los únicos dos por ahora, y eran recientes, no tenían ni 24 horas...

De reojo voltee a ver a las Uppermoons, quienes hablaban sobre planes de como hacer llegar la mercancía por toda la ciudad de la manera más discreta y oculta posible.

-Tsk, de seguro es solo un juego...-Pensé mientras despegaba mi vista de aquella laptop, y recargaba mi espalda contra la silla en dónde estaba sentado.

Aunque eso sí, quien sea que haya mandado esos correos, ya es persona desaparecida... O tal vez muerta..

De seguro debía tener 2 dedos de frente para no saber con quién se estaba metiendo, pero... ¿Susto? ¿Que no me sorprendiera? ¿Ataque sorpresa?, ¿Qué mierda era todo eso?.

Si era de alguna mafia enemiga, ¿Cuál?, De tantas enemigos que ya tenía no me sorprendía, y si me tocaba decir a uno por uno, me quedaría sin lengua.

Mientras seguía escuchando a mis cómplices, me percaté de algo.

-¿Y Hantengu?.- Dije en tono serio y frío mientras apoyaba mis antebrazos en el escritorio.

Pude ver cómo todas las Uppermoons se quedaron calladas, hasta que uno de ellos habló.

-No lo hemos visto... De hecho, lleva varios días sin reportarse.- Dijo el hombre de ojos color amatista mientras me miraba.

-Y si es así, ¿Por qué mierda no me informaron?, Y si eres el único que sabía, se suponía que debías decirlo de inmediato, Michikatsu.- Dije en tono serio.-Eso si, si ese inútil se atreve a aparecer como si nada, que no crea que no le va a pasar nada.- Dijo con indiferencia.

Decir eso me había recordado a la situación de Minji cuando se había desaparecido por varios días. De alguna forma le agradecía eso, porque si no la hubiera mandado a vigilar, no tendría tal tesoro en mis brazos. A T/N..

Recordándolo bien... ¿Yo la había despedido? Creo que no... Bueno, pues lo haría después. No quería ver más a esa mujer delante de mis ojos, y mucho menos rodando por mi mansión.

Y para ser un poco más malvado, le revelaría que yo siempre fui quien tuvo a T/N..

Mientras seguía escuchando sus propuestas, de reojo notaba como Daki tenía una sonrisa maliciosa en su rostro mientras tenía su mirada fija en los demás. No me importaba, pero era raro verla sonriendo de esa forma, además, solo sonreía así cuando había hecho algo malo, algo muy malo.

Solo espero que esa cosa que haya hecho no me involucre a mi, ni a T/N. Ahora sabiendo sus planes le tenía algo de rabia, si. ¿Tan berrinchuda tenía que ser para tratar de hacerle la vida imposible a T/N solo por ser mi esposa y no ser ella? Que ridículo, de solo pensar eso ya me daba cuenta de cuan tanta mierda tenía en su mente, era repugnante.

...

Pensamientos de Daki:
Muzan, Muzan... Ahora que haz cometido tal falta por no ser yo a quien hayas escogido como esposa, ahora sufre las consecuencias... Y tal vez... No seas el único que vaya a salir herido de esta situación..
Fin del pensamiento de Daki:

La Debilidad Del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora