17

139 11 13
                                        

                          Flashback

-Mi vida, ven aquí un momento.-Dijo mientras daba pequeñas palmaditas en su regazo, en señal de que me sentara allí.

Yo sin rechistar obedecí y me senté en su regazo, rodeando su cuello con mis brazos y él rodeaba mi cintura con sus manos.

Estábamos en su oficina ese día.

-Mi reina, sabes que en esta vida de los bajos mundos, a cada momento y a cada rato, nos puede llegar la muerte, o incluso puede estar siempre a nuestro lado, y te digo algo. Si a mí me llega a pasar algo por X razón, no quiero que llores, ni te lamentes ni nada por el estilo, y sigas tu vida con otra persona que te sepa valorar, pero no quiero que pienses en mi ni nada parecido. ¿Entendido?.-Dijo él mirándome con seriedad pero con cariño a la vez.

-Pero... Muzan... Eres mi esposo, ¿Como me pides algo así?.-Dije algo confundida.

-Lo sé, es raro, pero de verdad, eso es lo único que te pediré. Que sigas tu vida como quieras sin que nadie te diga que hacer ni te maltrate, tengas una familia sin siquiera recordar quien era yo. Eso es lo único que te pediré, preciosa.-Dijo él mirándome.

Yo solo lo miré con un pequeño puchero como si fuera a llorar.

-No te atrevas a llorar, no quiero que llores solo porque te digo esto... Eres muy sentimental, mi amor, no te puedo decir nada porque ya lloras.-Dijo él con una sonrisa.

-Pero es que me lo pide como si fuera algo normal decirlo tan de la nada.-Dije yo tratando de no soltar las lágrimas que estaba reteniendo.

-Pues, la muerte es algo normal. ¿No? Naces, gateas, caminas, creces , te reproduces y mueres. Y por más que trate de evitarlo, es algo que me va a pasar tarde o temprano.-Dijo él con obviedad.-Si eso algún día llega a pasar, el hecho de que yo muera primero que tú, solo quiero que sepas que te amo... Sé que es algo que ya sabes ya que siempre te lo digo, pero siempre lo diré. Te amo...-Dijo él viéndome con ternura.

Yo solo solté algunos sollozos mientras limpiaba algunas lágrimas.

Escuché como Muzan soltó una pequeña risita.

-Chiquita... No llores, no pongas esa carita...-Dijo él, tomando mis mejillas y dejando un beso largo y lento en mis labios.

Yo acepte su beso mientras seguía sollozando un poco. Unos minutos después, nos separamos, pero aún nuestros labios rozaban.

-Podrás parecer una inocente, pero quién te viera en la cama piensa todo lo contrario. Y más cuando me empiezas a montar mientras ruegas por más.-Dijo él de forma directa.

Yo solo le dí un pequeño empujón mientras él soltaba una risita.

-Ya, ya, tesoro...-Dijo él, dejando un último beso en mis labios...

                  Fin del Flashback

No había día en que no pensara en Muzan estando allí secuestrada. Ya habían pasado varios días allí podría decirse, y no podía evitar recordar ese recuerdo mientras lloraba, sin poder limpiar mis lágrimas porque mis manos seguían atadas a aquella silla.

-¿Vas a seguir llorando como una tonta? Ja, que débil.-Dice Akira mientras me veía desde la puerta del sótano en dónde estaba.

Y así quería que fuera su esposa cuando él me trataba así, que poco hombre.

Por lo menos podría decirse que Muzan era incluso más ablandado conmigo que Akira conmigo.

"Todo lo que mi ángel pida será para tí". ¿Cuántas veces Muzan no me dijo eso? Era tan tierno. Y no, no era ese tal síndrome de Estocolmo. Era la verdad.

Yo solo rodee los ojos al escuchar a Akira, ¿Cuándo planeaba sacarme de allí? Por Dios, ya estaba harta de verle la cara todo los días.

Solo... Solo quería ver y sentir los labios de Muzan contra los míos mientras nos decíamos cuánto nos amabamos...

Unas largas horas después, después de tantas ridiculeces que decía Akira, él salió del sótano, y ví como unos segundos después se abrió la puerta de nuevo, pero algo me decía que ese no era Akira.

Levanté mi mirada para tratar de por lo menos descifrar quien era. Unos segundos después, ví a una figura alta, con cabello largo, traje elegante y aquellos ojos amatista que dejaban loca a cualquiera, menos a mí al estar perdida en aquellos ojos rojizos de Muzan...

-Michikatsu...-Dije con algunas lágrimas en mis ojos aún.-Sácame de aquí, por favor... Te lo ruego.-Dije en tono suplicante.

-Tranquila, ya no estarás más acá. Muzan se entregará para liberarte.- Dijo Michikatsu, y pude notar una ligera sonrisa malvada en él apesar de la oscuridad.

Verlo sonreír así ya era indicio de que algo pasaría. Ya que Michikatsu nunca, NUNCA sonreía...

-¿Qu-Qué? ¿Cómo que se entregará?.-Dije viendo como empezaba a desatarme.

-Tu solo tranquila...-Dijo él terminando de desatarme, me levanté de la silla de dónde llevaba literalmente días...-P-Pero... ¿No puedo al menos hablar con él unos minutos?.-Dije mientras sentía como él me tomaba del brazo de manera firme pero sin lastimarme.

-No, no puedes. Fueron mismas órdenes de él mismo.-Dijo él de manera seria mientras salíamos rápido de allí.

No entendía cuál era el apuro, pero aún así seguí a la misma velocidad que él.

Luego de alejarnos algunas cuadras no tan lejanas, por inercia, voltee, y pude ver la figura de Muzan entrar a esa mansión. De inmediato, sentí mi corazón acelerarse, hasta que escuché a Michikatsu decir una cuenta regresiva.

-3... 2... 1...- Luego escuche como chasqueo los dedos.

-Eh... Michikat— No había terminado de hablar al escuchar un sonido fuerte, y al voltear de nuevo a la mansión, ví como esta... Explotaba.

Eso me dejó perpleja, abriendo los ojos como platos mientras mi corazón parecía que en algún momento iba a salir de mi pecho, y más cuando sabía que Muzan estaba allá adentro.
(La onda expansiva no llegaba a dónde estaban Michikatsu y T/N)

Quedé en shock por algunos segundos, tratando de asimilar lo que estaba viendo. Volteando a ver a Michikatsu y la mansión al mismo tiempo.

-...¡MUZAAAAAANNNNN!.- Grite con todas mis fuerzas empezando a soltar las lagrimas que estaba reteniendo.-¡¿Y tú cómo permites esta mierda?! ¡¿Por qué mierda estás tan sereno como si no estuviera pasando nada?!.-Dije totalmente alterada hacia Michikatsu mientras le daba un puñetazo en el pecho, que para él eso obviamente no hizo ni cosquillas.

Yo empecé a entrar en pánico al saber que lo más probable era que Muzan había muerto allí. Empezando a romper en llanto.

"No quiero que llores por mi, ni te lamentes ni nada por el estilo."...

¿En serio él creía que iba a cumplir eso cuando me había enamorado tanto de él y lo amaba más que a nada?...

Sentí como Michikatsu me rodeo con sus brazos, y yo de inmediato lo abracé con todas mis fuerzas, buscando consuelo. Más cuando él vacío que sentia en mi pecho no se llenaba con nada.

...

Escuchar aquel grito desde mi lugar fué sentir como mi corazón se arrugaba lentamente.

Pronto estaremos los dos juntos como siempre lo soñamos, T/N...

  ____________________________________

AHHHHHH, NO ESTOY SOPORTANDOOO.
Atte: La escritora.

La Debilidad Del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora