10

189 14 3
                                        

Al escuchar la voz de T/N a lo lejos, de inmediato dí la orden a las Uppermoons de empezar a atacar, y aproveché la situación para salir de allí e ir por T/N lo más rápido posible.

Al llegar a la habitación, ví a T/N saliendo de la misma.

-M-Muzan...-Soltó ella asustada y nerviosa mientras se acercaba a mí.

-Tranquila, tranquila, no pasa nada... Estarás bien..-Dije acercándola a mí, acostando su cabeza en mi pecho.

-¿Qué está pasando?.-Preguntó T/N viéndome con una mirada de nerviosismo.

-Luego te contaré, no hay tiempo ahora. Salgamos de acá, no quiero que salgas herida.-Dije tomándola de la mano, y tratando de salir de allí.-Pero primero, toma esto.-Dije tomando su mano y dejando en ella una pistola antes de empezar a caminar a gran velocidad, tratando de salir de allí.

Hubo un momento en dónde mi mente estaba tan perdida, que no me dí cuenta cuando solté la mano de T/N, ese fué mi gran error...

-!T-T/N!.Solté en voz alta, pero ya no quedaba tiempo, así que mientras la buscaba empecé a llamar refuerzos mientras empezaba a buscarla.

Pasaron solo unos minutos, y ya todos los refuerzos estaban en la mansión.

-Más vale que me expliques qué es todo esto.-Dije, viendo a Akira enfrente mío, apuntándonos el uno al otro con armas.

-Es solo... Venganza...-Dijo Akira con una carcajada.

-¿Qué venganza de mierda? Tú y yo ni siquiera tenemos rivalidad, ni tenemos lazos unidos. Si es por la estúpida de Daki, pues creéle lo que quieras, pero a mí no me vengas a ver la cara de estúpido.-Dije furioso.

-Vamos por partes. Realmente siempre quise tener un conflicto contigo, e incluso trate de ponerte en alerta con todos esos correos y con la "desaparición" de Hantengu, y además... Tu esposa está muy... Apetecible... ¿No crees?.-Dijo él con una sonrisa sádica.-¿Qué tal sí me das a esa mujer y te quedas con Daki—

-Ni se te ocurra, imbécil. T/N es solamente mía, y no soy un imbécil como para cambiarla por alguien como Daki.-Dije sin rodeos.

-Bueno... Veamos que pasa sí Daki se la llega a encontrar por los pasillos...-Dijo Akira, para luego soltar una carcajada maliciosa.

-¡¿Acaso eres estúpido, padre?! ¡¿A quién se le pasa por la mente meterse con un mafioso como Muzan?!, ¡¿Y mucho más meterse con su mujer?!.-Dijo Gyutaro con cierto enojo en su voz.

-Tu cállate, Gyutaro.-Dijo Akira hacia su hijo, y segundos después empezó a disparar en dirección hacia mí.

Pude esquivar con facilidad las balas. Ahora sí empezaría el verdadero conflicto.

Aunque, realmente no me importaba morir, lo único que quería es que T/N saliera viva. Ahora estaba empezando a sentirme culpable de meterla en este mundo tan rencoroso y miserable de la mafia...

Por otro lado...

...

Caminaba por los pasillos con rapidez, hasta que llegue a uno en específico, encontrándome con Daki cara a cara.

-Tu...-Solté algo nerviosa, pero sin demostrarlo.

Daki solo me miró con una risa arrogante antes de hablar.

-¿Estás lista para morir esta tarde? T/N Hayashi... O... T/N Kibutsuji, como ahora eres esposa de ese estúpido.-Soltó Daki con una sonrisa malvada.-¿Sabes? Realmente no te queda ese apellido, no me refiero que quede mal, si no... Que no mereces tenerlo, alguien como tú no merece tener un apellido tan importante para los bajos mundos, y más cuando eres simplemente una chica bonita con grandes tetas y trasero.-Dijo ella sin rodeos.-Realmente me preguntó que vió Muzan en una chica tan idiota como tú.-Dijo ella con una risa arrogante.

-Tal vez vió lo que en tí nunca verá ni aunque lo sueñes.-Dijo yo de forma directa.-Por más que sueñes un mundo de colores siendo esposa de Muzan, sabes muy bien que eso nunca ocurrirá. Así que... Estoy totalmente segura que solo estás ardida y resentida por el hecho de que Muzan nunca pasará a ser algo más que tu jefe. O... Ahora tú posible enemigo.-Dije ahora yo con una sonrisa arrogante en mi rostro.

Inmediatamente la sonrisa de Daki se borró.

-¿Tú quién te crees que eres para hablarme así, perra?.-Dijo Daki, empezando a cargar su pistola.

-no me hace falta creerme algo que ya soy...-Dije con una sonrisa maliciosa.

-Hagamos una cosa... Te dejaré viva sí te separas de Muzan y desapareces totalmente de su vida, de lo contrario... Tendrás que prepararte para conocer el verdadero infierno.-Dijo Daki desde una distancia considerable.

-Por más que lo trate, Muzan siempre me encontrará incluso si me escondo bajo las piedras. Y tú estás consciente de eso, así que... ¿Para qué ocultarme cuando ya lo tengo más enamorado que nunca? No es por creerme la gran cosa por ser su esposa o por sonar como una perra desesperada, solo... Hay que dejar las cosas muy claras entre las dos...-Dije con tono arrogante.

-Ya estoy empezando a desesperarme, así que piensa bien antes de colmar mi paciencia. O obedeces o empezaré a hacer las cosas por las malas.-Dijo ella, empezando a acortar los pasos entre nosotras.

Yo solo la mire con indiferencia, hasta que escuché su voz entrecortarse.

-T/N... Tengo que serte sincera. Podré sonar como una hipócrita doble cara, pero... No quiero hacerte daño, sólo... Sólo quiero satisfacer al estúpido de mi padre... Así que, por favor... Colabora... Ya estoy harta de recibir las órdenes de mi padre... Ayúdame...-Dijo ella, y pude notar las más mínimas lágrimas en sus ojos.

Yo no respondí para nada del mundo, solo me quedé callada mientras la veía.

-¡Te estoy diciendo que lo hagas por las buenas!.-Soltó Daki en un grito. Ver cómo jaló del gatillo de aquella pistola hizo que mi alma saliera de mi cuerpo por un instante. Podía jurar que ver esa bala dirigirse a mí hizo que mi corazón empezará a latir 200 latidos por segundo.

En cuestión de segundos, sentí esa bala impactar contra mi vientre, haciendo que mi corazón se acelere aún más, yo solo abrí los ojos como platos, tambaleándome de la impresión mientras ponía mi mano en mi vientre... Solté algunos sollozos, hasta que aquellos sollozos se convirtió en un grito desgarrador.

-¡AHHH!..-Solté en un grito desgarrador aún con mi mano en mi vientre, con mi vista en el mismo...

Aún no podía creer que esto me estuviera pasando a mí.... ¿Acaso moriría esa misma tarde?...

______________________________________

Qué feo caso..
Atte: La escritora

La Debilidad Del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora