tomar medidas.

10 1 0
                                    

Valentín despertó lentamente, sintiendo el calor del cuerpo de Daniela contra él. La luz suave de la mañana se filtraba por la ventana, creando un ambiente acogedor. Mientras sus ojos se acostumbraban a la luz, sonrió al ver a Dany dormida, su rostro sereno y relajado. La paz de ese momento se rompió de repente por el sonido de un golpe repetido en la puerta.

“¿Quién puede ser a esta hora?” murmuró Valentín, sintiendo una punzada de molestia.

“No lo sé, pero suena como si estuvieran tratando de derribar la puerta,” respondió Daniela, despertándose de golpe. Ambas miradas se encontraron, un destello de preocupación cruzó por sus ojos.

Decidieron bajar juntos, su instinto de protección sobresaliendo mientras se dirigían hacia la puerta. Cuando la abrieron, se encontraron con una joven de cabello desarreglado y ojos brillantes de emoción. No era una fan cualquiera; su rostro mostraba una devoción casi maníaca.

“¡Daniela! ¡No puedo creer que estés aquí! Necesito un beso tuyo. ¡Por favor!” gritó la chica, sin darse cuenta de la incomodidad que creaba.

“Eh… hola,” dijo Valentín, tratando de mantener la calma. “¿Podrías darnos un momento, por favor?”

La chica ignoró a Valentín, enfocando su atención únicamente en Dany. “¡Solo un beso! ¡Prometo que no te voy a hacer daño!” La intensidad de su mirada era inquietante.

“Escucha, esto no es apropiado,” intervino Valentín, dando un paso adelante. “Te estás pasando de la raya.”

La joven se abalanzó hacia Daniela, su mano extendida, como si intentara atraparla en un abrazo.

“¡Daniela, por favor! Solo un beso, y luego me iré,” insistió, pero su tono se tornó amenazante, y Valentín sintió que la situación se intensificaba.

Sin pensarlo dos veces, Valentín empujó a la chica hacia atrás, intentando proteger a Dany. La joven perdió el equilibrio y cayó al suelo, justo cuando un par de miembros de seguridad llegaron a la escena.

“¡¿Qué está pasando aquí?!” preguntó uno de los guardias, mirando entre la chica en el suelo y la pareja.

“Ella estaba intentando atacar a mi esposa,” explicó Valentín, su voz tensa. “No entiende límites.”

La joven comenzó a gritar, levantándose y señalando a Dany. “¡Ella quiere estar conmigo! ¡No necesitas a este hombre!”

Los guardias intervinieron rápidamente, llevando a la fan obsesiva lejos de la puerta. Daniela miraba la escena, con una mezcla de incredulidad y desagrado.

Una vez que la situación se calmó, el aire en el apartamento se volvió pesado. Valentín se volvió hacia Dany, esperando ver que ella se sintiera aliviada, pero su expresión era de frustración.

“Valentín, no tenías que hacer eso. Estabas exagerando,” dijo ella, cruzando los brazos. “Era solo una fan. No me iba a hacer daño.”

“¡¿Exagerando?! Dany, estaba a punto de asaltarte! No puedo creer que no lo hayas visto,” replicó él, sintiendo que su paciencia se agotaba.

“No necesitas protegerme de esa manera,” respondió Daniela, su tono defensivo. “Soy una adulta. Puedo manejarlo.”

Ambos se miraron, la tensión palpable entre ellos. Finalmente, la frustración se volvió demasiado y decidieron separarse. “Necesito un tiempo a solas,” dijo Valentín, dirigiéndose a su habitación.

“Yo también,” murmuró Dany, sintiéndose igualmente herida y confundida mientras se retiraba a su propio cuarto.

La puerta se cerró con un golpe suave, dejando a ambos sumidos en sus pensamientos, cada uno lidiando con el caos que acababa de ocurrir y con la creciente distancia entre ellos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

enséñame a ser feliz Donde viven las historias. Descúbrelo ahora