Sinopsis_____ Drake y su hermano decidieron trasladarse a Jacobsville para solucionar sus problemas económicos y para huir del ex novio de _____, que estaba a punto de salir de la cárcel. Ella pronto se sintió atraída por su nuevo jefe, el veterinario Harry Styles, un hombre duro que vivía el momento, que amaba con verdadera pasión, pero a quien todavía le faltaba la mujer adecuada. Aquel rudo texano poco sospechaba que estaba a punto de ser domado por una hermosa mujer.
Capítulo 1
_____ Drake echó un vistazo a la consulta de veterinaria donde trabajaba. En sus ojos se reflejaba la preocupación. Buscaba a su jefe, el doctor Harry Styles. Últimamente estaba en pie de guerra y ella había sido el objetivo de la mayor parte de su sarcasmo y hostigamiento. Era la última contratada en la clínica. Su predecesora, Antonia, había dimitido y huido el mes anterior.
—Se ha ido a comer —le llegó un susurro desde detrás.
_____ dio un brinco. Su compañera, Keely Welsh Sinclair, la miraba con una sonrisa. La chica, más joven que ella, tenía diecinueve años mientras que _____ había cumplido los veintitrés, acababa de casarse con el atractivo Boone Sinclair, pero había mantenido el trabajo en la clínica a pesar de su fastuoso nuevo nivel de vida. Le encantaban los animales. Lo mismo que a _____. Pero se había estado preguntado si el amor por los animales era suficiente para soportar a Harry Styles.
—He perdido el albarán de entrega de la medicina de la dilofilariasis —dijo _____ con una mueca—. Sé que tiene que estar por aquí, pera no hacía nada más que gritarme y me bloqueé. Me ha dicho cosas terribles.
—Es otoño —dijo Keely.
—¿Perdón? —_____ frunció el ceño.
Es otoño —repitió.
_____ la miró sin expresión.
—Todos los otoños el doctor Styles tiene peor carácter del habitual y desaparece una semana. No deja ni un número de teléfono en caso de emergencia, no llama y nadie sabe dónde está. Cuando vuelve jamás dice dónde ha estado.
—Ha estado así desde que me contrató —señaló _____—. Y soy la quinta auxiliar de veterinaria de este año, me ha dicho la doctora King. El doctor Styles espantó a las demás.
—Tienes que gritarle tú o limitarte a sonreír cuando se pone así —dijo Keely en tono amable.
—Yo nunca grito a nadie
—Pues es un buen momento para empezar. De hecho...
—¿Dónde demonios está mi maldito impermeable?
—Decías que se había ido a comer... —dijo _____ pálida.
—Evidentemente ha vuelto —dijo Keely haciendo una mueca mientras el jefe irrumpía en la sala donde dos señoras estaban sentadas al lado de dos portagatos.
El doctor Harry Styles era alto, sobre el metro noventa, con ojos azul claro que brillaban como el acero. Tenía el pelo negro como el azabache, espeso y normalmente revuelto porque se pasaba las manos por él constantemente en los momentos de frustración. Tenía los pies grandes, como las manos. La nariz tenía que habérsela roto en algún momento, lo que confería aún más carácter a su rostro anguloso. No era guapo en el sentido convencional, pero las mujeres lo encontraban muy atractivo. Él no las encontraba atractivas. Sería difícil encontrar a alguien más misógino que Harry Styles en el condado de Jacobs, Texas.
—¿Mi impermeable? —repitió mirando a _____ como si fuese culpa suya.
_____ alzó la cabeza, que apenas llegaba al hombro de Harry, respiró hondo y dijo: