«Harry era el chico malo de la ciudad y yo la chica buena. Se suponía que no debía ocurrir».
Harry Styles es maleducado y peligroso, el típico chico malo. Entonces, ¿por qué la buena de ______, que tiene en Sawyer al novio perfecto, no puede evitar sentirse irresistiblemente atraída por él?
Atrévete a sentir el lado rebelde del amor.
Prólogo
Siete años antes ... Harry
—¿Has notado algo distinto en ______? —preguntó mi primo Sawyer mientras trepaba al árbol para sentarse a mi lado, en nuestra rama favorita con vistas al lago. Me encogí de hombros sin saber cómo responder a su pregunta. Claro que había reparado en algunas cosas respecto a ______, últimamente. En cómo le brillaban los ojos cuando reía y lo bonitas que se le veían las piernas en pantalón corto. Pero no se lo confesaría ni loco a Sawyer. Se lo contaría a ______ y los dos se partirían de risa.
—No —repliqué sin mirarle a la cara por miedo a que notara que estaba mintiendo.
—El otro día oí a mamá hablando con papá, le dijo que dentro de poco tú y yo empezaríamos a mirarla de manera distinta. Dijo que ______ se estaba convirtiendo en toda una belleza y que las cosas iban a cambiar entre los tres. No quiero que nada cambie —explicó Sawyer con tono preocupado.
No me atrevía a mirarle. Así que mantuve la vista fija en el lago.
—Yo de ti no me preocuparía. ______ sigue siendo ______. Siempre ha sido guapa, supongo, pero eso no importa. Es capaz de trepar a un árbol más rápido que cualquiera de los dos y llena los globos de agua como una profesional. Los tres somos amigos desde párvulos, eso no va a cambiar.
Me atreví a echarle una mirada de reojo a Sawyer. Mi explicación sonaba convincente, incluso para mí.
Sawyer sonrió y asintió con la cabeza.
—Tienes razón. A quién le importa si su pelo es como el de una princesa de las hadas. Sigue siendo ______. Y hablando de globos de agua, a ver si paráis ya de salir de noche a escondidas para lanzarlos a los coches de delante de mi casa. Mis padres os pillarán un día de éstos y yo no podré hacer nada para sacaros del lío.
Sonreí de oreja a oreja al recordar a ______ tapándose la boca para que no se le escapase la risa la noche anterior, cuando nos habíamos escabullido hasta aquí para llenar los globos. Estaba claro que a la chica le gustaba romper las reglas. Casi tanto como a mí.
—He oído mi nombre. Más os vale que no os estéis riendo del estúpido sujetador que me obliga a llevar mi madre. Os romperé la nariz a los dos si no
paráis.
La voz de ______ me sorprendió. Estaba de pie bajo el árbol, con un cubo lleno de grillos en una mano y una caña de pescar en la otra.
—¿Vamos a pescar o pensáis quedaros mirándome como si tuviera monos en la cara?
Capítulo uno
______
¿Por qué no pude llegar a casa sin tener que verlos? No estaba de humor para hacer de buena samaritana con Harry y la cutre de su novia. Aunque no iba conmigo, sabía que Sawyer habría esperado que me detuviese. Con un gruñido frustrado, frené y aparqué junto a Harry, que había puesto un poco de distancia entre él y su novia, que estaba en plena vomitona. Por lo que parecía, devolver la papilla no era un reclamo de apareamiento para Harry.
—¿Dónde has aparcado la camioneta, Harry? —pregunté en el tono más irritado del que era capaz.
Me devolvió esa ridícula sonrisa sexy que conseguía que todas las mujeres de la ciudad se derritiesen a sus pies. Me habría gustado creer que después de tantos años era inmune a su encanto, pero no lo era. Imposible ser inmune al chico malo de la ciudad.