CORAZONES EN PELIGRO

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Sinopsis

En el trabajo de Harry Styles, un hombre íntegro con voluntad de hierro, defender el honor y la justicia era algo tan natural como respirar. Al iniciarse la investigación de un asesinato, Styles volvió a coincidir con una joven y dinámica investigadora a la que había conocido en otros tiempos. Años atrás, su corazón estuvo unido al de _____ Langley, hasta que esta lanzó una explosiva acusación que conmovió los círculos políticos... y rompió la fe de Styles en ella.

No solo estaba en juego el orgullo de ambos. La investigación del homicidio iba volviéndose cada vez más compleja y peligrosa, y no tenían el tiempo de su parte. ¿Lograrían descubrir la verdad antes de que el asesino se cobrara otra víctima? ¿O caerían en el fuego cruzado...?

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Capítulo 1

Las paredes de la comisaría de los Rangers de Texas, en San Antonio, estaban llenas de fotografías enmarcadas en blanco y negro. Como espectros sepia de tiempos pasados, dominaban el moderno complejo de teléfonos, telefaxes y ordenadores. Los teléfonos no dejaban de sonar. Los empleados atendían al público en las mesas. El zumbido de la maquinaria saturaba la comisaría, extrañamente tranquilizador, semejante a una nana eléctrica.

El sargento Harry Styles estaba arrellanado en su silla giratoria. Su cabello castaño y rizado, con vetas rubias, brillaba bajo las luces del techo mientras el agente reflexionaba sobre el rimero de archivos colocados sobre la mesa. Sus ojos, grises y angostos, permanecían casi cerrados mientras meditaba sobre un contratiempo reciente.

Judd Dunn, un buen amigo y compañero, había estado a punto de ser atropellado por un coche hacía unas semanas, mientras realizaba una misión en la comisaría de San Antonio. Se había rumoreado que el suceso tenía relación con la investigación que el FBI estaba llevando a cabo sobre Jake Marsh, un mafioso de la localidad. Dunn había colaborado con el FBI en el caso, pero, poco después, había solicitado un traslado a la comisaría de Victoria, alegando motivos personales. Styles había heredado la investigación sobre Marsh. También el FBI estaba involucrado... o, más concretamente, un agente natural de Georgia, llamado Curtis Russell, al que Styles consideraba un incordio. Era curioso que Russell trabajara en un caso del FBI. Había pertenecido al Servicio Secreto. Naturalmente, se decía Marc, la gente cambiaba de trabajo continuamente. Él mismo era un buen ejemplo.

Al parecer, Russell se había metido a fondo en la investigación del caso Marsh. Simon Hart, el fiscal del Estado de Texas, había hablado por teléfono con Styles hacía dos días escasos, quejándose de la tenacidad de Russell. El ex agente del Servicio Secreto se hallaba ahora en Austin, poniendo histéricos a los agentes locales mientras hurgaba en sus archivos informáticos para investigar dos asesinatos que, según él, estaban relacionados con Marsh.

Marsh extendía sus tentáculos en toda suerte de negocios sucios, incluidos el chantaje, la prostitución y las apuestas ilegales, principalmente en San Antonio, donde vivía. No obstante, saber que realizaba operaciones ilegales y demostrarlo eran dos cosas distintas. Marsh era perro viejo en lo que se refería a eludir las investigaciones y los registros.

Lástima que ya no se pudiera disparar a los criminales, se dijo Styles caprichosamente mientras miraba una antigua fotografía de un Ranger de Texas que, montado a caballo, sujetaba con un lazo a un forajido herido y cubierto de polvo.

La mano de Styles fue hasta la culata de madera del Colt 45 que llevaba en la pistolera. Dado que los Rangers no vestían un uniforme específico, tenían libertad para elegir tanto su vestuario como las armas que empleaban. No obstante, la mayoría de los agentes de la comisaría llevaban camisa blanca y corbata, con la placa prendida en la pechera, así como sombreros Stetson y botas. Un Ranger era pulcro, educado, conservador y profesional en su

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