SINOPSIS
Ella teme a la oscuridad.
Él lo gobierna.
Sus vestidos son demasiado ajustados, sus tacones demasiado altos. Se ríe demasiado fuerte, come sin decoro y confunde la mayoría de los dichos de los libros. La mayoría no saben que es solo un disfraz brillante, para ocultar un ataque de pánico.
Nadie puede romper la fachada de _____... nadie de todos modos, hasta que él venga.
La mayoría ve un modelo de moralidad; un agente especial que defiende la ley. En el inframundo de Nueva York, lo conocen como un estafador, un asesino, con una naturaleza tan fría como el corazón de hielo en su pecho. Harry Styles siempre ha seguido el plan de vida que había imaginado en su juventud, bajo las duras luces de una celda fría y húmeda. Con una inclinación por el orden y el número tres, nunca ha tenido la tentación de desviarse del rumbo. Pero quizás nunca se debería decir nunca...
En una noche de invierno sus vidas se entrelazan. Ella lo odia, odia su comportamiento frío, su arrogancia y su ojo demasiado perspicaz, pero a lo largo de los años, incluso cuando sus juegos consisten en insultar la apariencia y la inteligencia del otro, ella comienza a vivir para jugar con él.
En ningún lugar de los planes de Harry se había preparado para _____. Ella es el caos encarnado, no es su tipo, y está casada, pero nada de eso puede evitar que sus ojos la sigan a donde quiera que vaya.
Desde el principio, ella ni siquiera sabe que es suya, su frustración, su fascinación.
Su obsesión más loca.
PARTE I
1
HARRY
Ciudad de Nueva York Septiembre de 2015
—Dime un hecho sobre ti.
Los tic-tac del reloj llenaron el espacio entre nosotros. Con colores cálidos y una variedad de asientos, se suponía que la habitación era cómoda. Lástima que la atmósfera no hubiera recibido el memorándum; el aire era denso y empalagoso, como si todas las mentiras que se contaban allí hubieran quedado atrapadas por la eternidad.
Entrecerré los ojos cuando el guiño de Kyle Sheets de ayer se repitió en mi mente. Él había pasado por el mismo proceso— aunque con una acusación diferente—y de alguna manera había mentido para evitar tener hentai1 en la computadora de su trabajo. Yo era una mentira viviente que respiraba, pero la idea de estar en la misma categoría que ese bastardo me molestaba. Llevaba zapatillas de deporte con los trajes, por el amor de Dios.
1 Hentai: es una página de porno.
Pasando una mano pensativa por mi mandíbula, admití la verdad. —Tengo una personalidad adictiva2.
La doctora Sasha Taylor no pudo evitar que una chispa de sorpresa se iluminara en sus ojos, y para ocultar la reacción humana, dejó caer su atención en mi archivo que descansaba en su regazo. El traje de pantalón de la rubia no tenía una arruga. Asistió a Yale3 y tenía mucho dinero. La mujer de treinta y un años era todo lo que buscaba en una mujer: inteligente, hermosa, elegante.
—¿Alcohol? —preguntó. Sacudí mi cabeza. —¿Drogas?
Podría haber sido más fácil. —¿Mujeres?
Mujer.
Otra negación, pero, esta vez, sonreí.
Sus ojos se posaron en mis labios, tragó saliva y desvió la mirada. —Volveremos a esto en un momento —dije—. ¿Entiendes por qué estás aquí?