Han Jisung es un padre joven que se hizo cargo de su hijo recién nacido por qué la madre no se sintió capaz de cuidar a un bebé quien ahora es un adolescente que busca un novio para su padre.
Han Peter, anda en busca de un papá.
-Historia 100% Mia...
»Eres el ángel que Dios me mando para hacer de mi vida una aventura«
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—Jisung— Andy me habló en la salida, Minho va conmigo, su mano sujeta la mía, Andy no ve con asco, aunque también su expresión y su aura son nauseabundas.
—¿Deseas algo?— Pregunté con calma.
—¿Quiero una prueba de paternidad?—
—¿Que? ¿Te volviste loca? No voy a obligar a Peter a hacerse una prueba de ADN, Peter es mi hijo ¿Lo has visto? Se parece a mí, si no lo hubiera visto nacer pensaría que él no es tú hijo, seamos sinceros, Andy, Peter no se parece absolutamente, nada a tí, acepta que perdiste y regresa a donde sea que has estado todo este tiempo, no me obligues a ponerte una orden de alejamiento, no hagas que Peter te odie, él está bien conmigo y con Minho.
—¿Crees que estará bien teniendo a dos hombres como padres? Se burlaran de él por no tener una familia normal.
—Por dios, Andy, ¿En qué siglo vives?— Andy iba responder pero fué interrumpida por una voz que me hizo temblar y no por la forma de su hablar si no por lo que dijo.
—¿Quiere la prueba de ADN señora Wilson?— Peter estaba ahí, parado frente a nosotros, se veía tranquilo pero soy su padre y se que hay un enorme caos dentro de él —Hagamos un trato ¿Le parece?— Dijo en tono firme y con una sonrisa ladina en sus labios.
—¿Que tipo de trato?— Preguntó ella con curiosidad y la verdad que yo también estaba curioso por saber lo que Peter tiene en mente y obviamente no lo detendré por qué se que todo lo que hace lo tiene fríamente calculado, Peter es más inteligente de lo que tú y yo podríamos serlo, a veces siento que en lugar de cerebro tiene un micro chip inteligente.
—Si la prueba da negativo, me iré con usted y me alejaré para siempre de mi Daddy, justo lo que quiere usted—
—Peter— Lo interrumpí, él me volteo a ver y me sonrió, sus ojitos me decían que confiara en él pero me es inevitable sentir miedo, Andy es capaz de pagar para que esa prueba de negativo y alejarme de Peter.
—Pero si la prueba da Positivo, usted se alejara de nosotros y dejara de molestarnos, se irá tal y como lo hizo cuando yo era un bebé, se irá sin mirar atrás—
—Sip, ahora estoy 100% seguro que tú hijo es un robot con personalidad humana— Murmuró Minho y Andy lo volteó a ver y al parecer no lo había visto bien porque se veía sorprendida después de escanearlo con la mirada.
—Deje de ver a mi papá, como una Fucking fox, no es que usted lo sea pero puedo ver que lo esta desnudando con la mirada — Minho casí se suelta en carcajadas y yo Fruncí mis cejas.
—Peter, modales por favor, puede que ella te haya abandonado pero aún Así, ella te trajo al mundo— Lo regañe aunque debo admitir que Andy es una zorra.
—Amo a Peter— Me susurró —Se parece a mí, aunque no lleve mi sangre— Debo admitir que sí, Peter tiene Cierto aire a Minho, es como si él fuera hijo de ambos aunque eso es absolutamente imposible.
—No estaba viendo a tú padre, estaba viendo a ¿Eres Lee Know, el modelo?— Preguntó, Peter y yo rodamos los ojos, otra ¿Fanática?.
—Si y es mi papá, también es novio de mi Daddy, así que deje de comérselo con la mirada y dígame si tenemos trato o no— Minho me acerco a él con más posesividad, como si fuera a mí a quien se estaban saboreando con la mirada.
Andy se acercó más a Peter y ambos estrecharon sus manos, se que algo está tratando, se le nota en la mirada, es una mentirosa muy habilidosa.
—Bueno— Peter saco una bolsita con dos cepillos de dientes, de su mini bolso, un Louis Vuitton que Felix le regaló para su cumpleaños número doce, mi hijo al parecer tenía todo preparado, luego saco unas tijeras y se cortó un mechon de cabello y se los entrego a Andy. —Necesitara esto— Andy tomó la bolsa —Ahi va el cepillo de dientes de mi Daddy y el mío, puede hacer su prueba y nosotros también haremos una por separado— Se acercó a mí y me pidió un mechon de cabello, deje que lo cortara, se dió también a Andy, y luego camino a donde estábamos Minho y yo, se colocó en medio de ambos y nos tomó de la mano como si fuera un niño de ocho años que no sabe cruzar la carretera, como si no hubiera hecho un trato de adultos con su madre.
—Adios, Ma-má— Deletreo y nos jalo obligandonos a caminar.
