💕Steve Harrington's One shot 🏀💕

Invisible parte 6

 Después de llevar a Will al cobertizo, todos tratábamos de mantener la calma, pero se notaba que nadie sabía con certeza qué hacer. Will, alterado y sedado, comenzó a hablar en código morse. Todos, incluyendo a Steve, Nancy y mi hermano Dustin, ayudaron a traducir lo que intentaba decir: "Cierra la puerta". Ese mensaje nos dejó helados, y justo después de descifrarlo, el teléfono sonó de repente. Nancy corrió a solo para colgarlo de inmediato y aventarlo al suelo, temerosa de que "él" pudiera estar escuchando, ese monstruo de la sombra que llamaban El Desuellamentes.

Todo parecía fuera de control. Joyce, Hopper, Jonathan y Will volvieron a la casa, preparándose para lo peor. Los ruidos de esas criaturas, los demo-dogs, empezaron a resonar afuera, como si estuvieran acechandonos. Los chillidos, por un momento, fueron aterradores, pero de repente... todo quedó en silencio.

La puerta principal de la casa se abrió de golpe, y una chica vestida de negro, con una mirada decidida y el cabello corto, entró. Todos parecieron llenarse de esperanza al verla, menos yo. No tenía ni idea de quién era, pero los demás parecían conocerla muy bien. "Once" le decían. Mike corrió a abrazarla con lágrimas en los ojos, seguido de Dustin, Lucas y hasta Max se puso feliz. Joyce también la abrazó con fuerza, mientras Hopper y Mike discutían en un rincón; parecía que Mike estaba molesto porque Hopper había estado escondiéndola.

Yo me mantuve en un rincón, observando cómo se desarrollaba todo. No conocía a Once, ni comprendía del todo lo que estaba ocurriendo, pero parecía que su llegada traía algún tipo de alivio, como si ella fuera clave para todo lo que estaba sucediendo. Dustin trató de explicarme en susurros que Once había ayudado antes en sacar a Will del upside down y matar a los demogorgon y que ahora era la única que podría detener al Desuellamentes y las criaturas.

Once se acercó a Will, mirando su estado, y parecía pensar en cómo podía ayudarlo. Mientras todos hablaban sobre cómo liberar a Will del monstruo que lo controlaba, se mencionó algo que llamó mi atención: el frío. Joyce estaba convencida de que al Desollamentes le gustaba el frío, y por lo tanto, la única forma de expulsarlo era usando calor extremo.

El plan era claro: Jonathan, Nancy y Joyce llevarían a Will a la cabaña de Hopper, donde lo rodearon de calentadores para expulsar a la criatura de su cuerpo. Mientras tanto, Once, con la ayuda de Hopper, cerraría el portal en el laboratorio con sus poderes. El resto de nosotros, Mike, Lucas, Dustin, Max, Steve y yo, nos quedamos en la casa para asegurarnos de que nada saliera mal y estar listos en caso de que necesitaran ayuda.

Me encontraba nerviosa, pero también había una pequeña parte de mí que sentía una extraña emoción. Estaba pasando algo muy grave, sí, pero al mismo tiempo... Steve Harrington, el chico que había sido invisible para él durante tanto tiempo, ahora no dejaba de preguntarme cómo me sentía.

—¿Estás bien? —me susurró mientras los demás discutían el plan.

Asentí, aunque estaba claro que no lo estaba del todo. La situación era aterradora, pero algo en la cercanía de Steve me hacía sentir un poco más tranquila.

—No te preocupes —agregó, con una sonrisa suave—. Poco a poco vas a entender todo esto. Es complicado, lo sé, pero estamos aquí para ayudarte.

Le devolví la sonrisa, sintiéndome un poco más segura, aunque aún no comprendía del todo qué estaba pasando. Mientras los demás se preparaban para salir en sus respectivos vehículos, Steve permanecía cerca de mí, algo que hacía que mi corazón latiera más rápido. Era surrealista que ahora, de alguna manera, él estuviera prestando atención. Durante tanto tiempo había sido solo "la chica invisible o la hermana de Dustin", pero ahora... parecía que algo  cambiando.

Cuando finalmente Jonathan, Nancy y Joyce se llevaron a Will a la cabaña, y Once y Hopper se dirigieron al laboratorio, nos quedamos los demás en la casa. El silencio que quedó atrás era abrumador. Nos miramos los unos a los otros, conscientes de que nuestro papel en todo esto era esperar. Sin embargo, la incertidumbre de no saber si el plan funcionará hacía que cada minuto se sintiera eterno.