Un tonto adorable 2 final

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El centro comercial Starcourt tiene esa vibra que te envuelve: luces brillantes, música pop en todas partes y el constante bullicio de gente yendo y viniendo. 

Es nuestro segundo hogar, el lugar donde paso más tiempo que en cualquier otro. Y aunque la mayoría del tiempo solo quiero huir de allí después del trabajo, la idea de ir al cine con Steve, curiosamente, no suena tan mal hoy .Puedo sentir el cansancio en los pies, pero el ambiente me hace sentir algo más relajada.

Caminamos juntos por los pasillos del centro comercial hacia el cine. Steve, como siempre, parece relajado, con las manos metidas en los bolsillos y una sonrisa perezosa en los labios. Yo, por otro lado, estoy un poco más nerviosa de lo que me gustaría admitir. No es como si esta fuera la primera vez que salimos a hacer algo los dos, pero hoy se siente diferente. 

más que Robin se fue con sus propios planes, dejándome sola con él

—¿Qué película quieres ver? —me pregunta Steve, rompiendo el silencio.

—No sé, algo que no sea una comedia romántica —respondo de inmediato. La sola idea de sentarme a ver algo romántico con él me pone más nerviosa de lo que estoy dispuesta a reconocer.

Él se ríe, como si hubiera leído mis pensamientos. —Sí, no te veo como el tipo de chica que disfruta de esas cosas cursis.

Levantó una ceja, fingiendo ofenderme. —¿Y tú sí? Porque si te gustan, eso explicaría muchas cosas, como tus desastrosos intentos de coqueteo.

Steve se ríe y me empuja suavemente con el hombro. —golpe bajo, TN. Muy bajo. Pensaba en algo de acción. Pero si prefieres otra cosa, estoy abierto a sugerencias —dice con una sonrisa casual.

Frunzo el ceño, tratando de decidirme. El cine tiene muchas opciones, pero de alguna manera, estar aquí con él me distrae más de lo que me gustaría admitir.

—Acción está bien —respondo, intentando sonar despreocupada. La verdad es que me da igual lo que vayamos a ver. 

No puedo dejar de pensar en lo que Robin dijo antes. "Te gusta." La idea sigue rondando en mi cabeza, y no sé cómo quitármela de encima. Me pregunto si, después de todo, tenía razón. Pero todavía no estoy lista para admitirlo.

Entramos al cine, y mientras él va a comprar las entradas, me quedo esperando en el vestíbulo, observando a la gente pasar. No puedo evitar pensar en lo extraño que es todo esto. Si alguien me hubiera dicho hace unos meses que estaría aquí, en el cine, disfrutando de la compañía de Steve Harrington, me habría reído en su cara. Pero aquí estamos.

Cuando vuelve con las entradas en la mano, sonríe y me entrega la mía. —Tenemos asientos en la fila del medio. Nada mal, ¿eh?

—No está mal —admito, tomando el boleto.

—Vamos por algo de palomitas. No puedo ver una película sin palomitas —dice, caminando hacia el mostrador de concesiones.

Lo sigo, aún preguntándome cómo es posible que haya terminado aquí. Mientras esperamos en la fila, Steve me mira de reojo, y puedo sentir que está a punto de decir algo más. Siempre tiene algo que decir.

—¿Sabes? —empieza, y su tono es más serio de lo que esperaba. —A veces pienso que no me tomas en serio.

Eso me sorprende. Me giro hacia él, sin saber exactamente cómo responder a eso. Claro, lo molesto todo el tiempo, y nuestros intercambios son mayormente burlas y comentarios sarcásticos. Pero nunca pensé que le afectara.

—¿Qué quieres decir? —pregunto, tratando de ocultar mi desconcierto.

Steve se encoge de hombros, pero sus ojos se suavizan, como si estuviera pensando bien lo que va a decir. —Es solo que... A veces me pregunto si realmente piensas que soy un tonto. No es que me importe demasiado, pero... ya sabes.

💕Steve Harrington's One shot 🏀💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora