¡no soy omega! ✧ kooktae

O17; inesperado

Jungkook llevaba cuatro días de pura frustración. Cuatro largos días en los que Taehyung lo había estado ignorando, a pesar de sus esfuerzos por explicarle lo sucedido.

Intentó también hablar con Jeonho, pero este también parecía haber decidido ignorarlo, lo que dejaba bastante claro que Jeonho era el principal involucrado en todo esto. No se la dejaré pasar tan fácil, pensaba Jungkook, claramente decidido a aclarar las cosas.

Era la hora del descanso, y como los últimos días, Taehyung no estaba sentado con él ni con los demás chicos.

Mientras sus amigos conversaban alegremente a su alrededor, Jungkook no podía apartar los ojos de una mesa más lejana donde Taehyung charlaba con Seojin. La visión del alfa acercándose demasiado al rostro de Taehyung hizo que una vena comenzara a palpitar en su cuello.

-¿Qué demonios cree que está haciendo? -murmuró para sí mismo, sintiendo el calor subir por su cuerpo.

Jimin, que estaba sentado a su lado, lo notó y se rió suavemente.

-Deja de mirarlo así, Jungkook. Seojin no tiene la culpa de nada.

Jungkook lo miró incrédulo. -¿No tiene la culpa? ¡Míralo! Se está metiendo donde no lo llaman.

-¿Tú crees? -intervino Yoongi, sin levantar la vista de su teléfono-. A mí me parece que están hablando de arquitectura o algo aburrido.

-¿Arquitectura? Claro, seguro... Por eso se le está pegando tanto -Jungkook apretó los dientes.

Sus amigos intercambiaron miradas entre ellos, claramente divirtiéndose con la reacción exagerada de Jungkook, pero él estaba demasiado concentrado en la escena frente a él como para darse cuenta.

De repente, ocurrió lo que más temía: Seojin inclinó su rostro hacia Taehyung y, sin previo aviso, dejó un beso en su mejilla.

El mundo entero pareció detenerse para Jungkook. El calor que sentía en su cuerpo estalló sin piedad como un volcán. "Eso no..." Sus palabras quedaron atrapadas en su garganta mientras el corazón le martilleaba con fuerza.

Besar a Taehyung en la mejilla era su tradición, algo que compartían desde que habían comenzado a ser cercanos. Nadie más tenía derecho a hacerlo.

Sin pensarlo, Jungkook se levantó bruscamente de su silla, que cayó al suelo con un golpe seco. Estaba más que listo para ir directamente hacia ellos, cuando Jimin y Yoongi lo sujetaron por los brazos, evitando que diera siquiera un paso más.

-¿Qué diablos haces? -preguntó Yoongi, sujetándolo con firmeza.

-Voy a ir a hablar con Seojin. ¡Se está pasando de la raya! -gruñó Jungkook, intentando liberarse.

-Tranquilo, Jungkook -dijo Jin desde su lugar, usando ese tono calmado que solía funcionar en situaciones así-. No puedes ir por ahí montando escenas. Además, no es el fin del mundo.

-¡¿No es el fin del mundo?! -repitió Jungkook, con los ojos muy abiertos-. Ese beso en la mejilla es nuestro, no de nadie más.

Jimin se rió, casi divertido por la reacción de su amigo.

-¿Desde cuándo las mejillas de Taehyung te pertenecen?

-No es eso... -comenzó Jungkook, pero no pudo terminar la frase porque, para su sorpresa, Namjoon también comenzó a reírse.

-Amigo -dijo Jimin, soltando uno de sus brazos-, creo que estás exagerando un poco.

Jungkook los miró, molesto. -No lo entienden. Taehyung está molesto conmigo, y ahora ese tipo aprovecha y... ¡le besa la mejilla como si nada!