O12; el efecto de las feromonas

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Taehyung salió del salón justo cuando la clase terminó, agradecido por el fin de la jornada. El murmullo de los estudiantes comenzaba a llenar los pasillos, pero él solo quería llegar a su casa y descansar.

Sin embargo, al levantar la mirada, se encontró con una escena que le hizo detenerse en seco.

Jungkook estaba allí, recargado casualmente contra la pared justo al lado de la puerta. Una pierna flexionada apoyada sobre el muro, con un pantalón negro rasgado a la altura de las rodillas y una camiseta blanca de mangas cortas que se tensaba ligeramente sobre su pecho. Para completar el look, llevaba una chaqueta de cuero negra que le daba un aire rudo y peligroso, como si hubiera salido de una película de acción. Su cabello oscuro caía desordenado sobre su frente, y el brillo confiado en sus ojos hizo que a Taehyung se le acelerara el corazón.

El alfa levantó la mirada, sus ojos oscuros capturando los de Taehyung al instante. El omega reaccionó rápido, apartando la vista en cuanto sintió que había sido descubierto mirándolo.

Notó el calor subirle a las mejillas, seguro de que se estaba sonrojando, y eso solo lo hizo sentir más incómodo.

—¿Estás bien, Taehyung? —la voz grave de Jungkook lo alcanzó, burla y divertida.

Taehyung intentó mantener la calma mientras se acercaba al pasillo. No tenía intención de detenerse, pero Jungkook se empujó con un movimiento rápido de la pared y se colocó justo a su lado, caminando a su ritmo.

—Hola, Jungkook —murmuró Taehyung, intentando sonar casual.

—Hola, ¿eh? —Jungkook se inclinó un poco hacia él, sonriendo de manera traviesa—. Eso es todo lo que obtengo después de estar aquí esperándote como un modelo fuera de una revista de moda, ¿solo un “hola”?

Taehyung frunció el ceño, intentando ignorar el sonrojo que todavía no desaparecía. Sabía que Jungkook solo lo estaba molestando, como se le había hecho costumbre hacer, pero su corazón no dejaba de latir rápidamente por la cercanía del alfa.

—¿Me estabas esperando? —preguntó el peligris, sabiendo perfectamente que lo estaba, pero intentando parecer indiferente.

Jungkook soltó una risa suave, aquella que siempre le daba un toque peligroso pero encantador.

—Tal vez, o tal vez solo me gusta recargarme en las paredes como un chico malo de películas de los 90. ¿Qué crees?

Taehyung rodó los ojos, pero una pequeña sonrisa escapó de sus labios antes de que pudiera detenerla. Jungkook era irritante, pero también lograba hacerle reír sin proponérselo.

—Te crees muy gracioso, ¿no?

—Lo sé, lo sé —respondió Jungkook con una expresión de falsa modestia—. Soy un tipo de muchos talentos. Puedo hacer reír, puedo pelear —hizo una pausa y se giró hacia Taehyung con una sonrisa traviesa—. Y también puedo hacer que los betas tímidos se sonrojen con solo estar cerca.

Taehyung sintió que el calor en su rostro volvía con fuerza, y miró rápidamente hacia otro lado, queriendo escapar de esa conversación antes de que Jungkook lo hiciera sentir aún más nervioso.

—No me sonrojé —murmuró, sabiendo que estaba mintiendo descaradamente.

Jungkook soltó una ligera carcajada, obviamente divirtiéndose más con cada segundo.

—Claro, claro. Y yo soy un beta tímido como tú —bromeó, dándole un pequeño empujón en el hombro—. Oye, no tienes por qué ocultarlo. Hay gente que simplemente no puede resistirse a mi encanto. No te culpo.

Taehyung lo miró, esta vez sin poder contener la risa que salió de sus labios.

—¿Encanto? —repitió, arqueando una ceja—. Creo que te estás confiando demasiado, Jungkook. Alguien tiene que bajarte de esa nube.

¡no soy omega! ✧ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora