Admiradora Secreta

El Espía del Oeste III

( Viñetas VIII)

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__ No puedo creer que Inuyasha sea gay. __

Kagome limpió una lágrima y siguió bebiendo a esas alturas las tres lloraban ebrias.

__ Qué es eso de gay?. __ preguntaron al mismo tiempo ambas confundidas ante la extraña palabra empleada por la joven.

Ayame se había gastado una caja de pañuelos descartables y Sango estaba en una nebulosa ahora que comprendía perfectamente del porque siempre Miroku llegaba mucho antes que su amigo querido el peliplata.

__ Que ama a otro hombre. __

La pelirroja comenzó a lagrimear  nuevamente mientras comía todo lo dulce que le permitía su estómago.

__ Ya.. ya no llores. __  La azabache la abrazó por sus hombros sin soltar la botella. __ Solo bebe.

Sango largaba profundos suspiros mientras por  momentos también bebía. Hoy le tocaba a ella escuchar la agonía de sus amigas, ya que quienes habían sido su hombro ese último tiempo, habían sido las mismas quienes ahora eran un caos.

__ Tú también lloras. __ la acusó.

__ Es que no puedo creer en como Inuyasha mantuvo este secreto por tanto tiempo, él solo. Lo conozco tanto que estoy segura que ha de estar sufriendo demasiado. Yo lo hubiese apoyado pero no confió en mí y eso me pone triste. __

La ojiazul a diferencia de la colorada que lloraba a gritos, solo derramaba lágrimas.  Quería acompañar a su Inu, lo adoraba más que nunca, estaba dispuesta a ayudarlo, a ser su hombro y no solo de él, sino de su querido Koga también.

Ellos merecían ser felices. Sabía que implicaría el sufrimiento de Ayame pero también estaría para cuidar de su hermosa amiga que no tenía dudas sanaría su corazón.

Y aunque ella debía de sentirse triste por haber sido engañada, no podía, es más, en su pecho no cabía tanta felicidad.

Sabía que no había chance alguna con Sesshomaru que ella no era suficiente y que dudaba que existiera alguien oportuno para el gran demonio pero...

El remordimiento por tener sentimientos hacía el, se evaporaba. Al menos era libre de sentir lo que su corazón dictaba sin culpa alguna.

Ya no sería más presa de su propia moral, ya no más. Ya podía dejar de cuestionarse que le estaba fallando al hanyo.

__ También conozco a Inu y con lo obstinado que es, creo que ha de pensar que lo juzgariamos que no perdonariamos su actuar. Es muy lógico. Por eso tendía a alejarse. Lo siento tanto por él. __

Las tres lloraban abrazadas rebasadas de emociones, totalmente ebrias mientras un demonio desde arriba solo arqueaba una ceja.

( Pobre mi lady, este Yako curará su bello corazón. )

-- " Tu lady" es una alcohólica. --

( Ella no es tal cosa!)

-- A sí? --

__ Bien!__ gritó, la azabache colocándose de pie rápidamente, de una manera graciosa haciendo que ante la ventisca todo su corto vestido deje ver parte de sus muslos algo que alborotó a Yako y también a cierto ojidorado aunque nunca lo admitiria que se sentía muy a gusto con tal esplendida visión.