Único en Su Especie

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( Viñeta XXV)

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Kagome dejó sentado a Shippo sobre un gran mesón muy sofisticado e intentó prender aquella extraña cocina, al menos creía que era ello.

__ ¿ La ayudo señorita?. __

Recordó el rostro gentil de aquella demonesa mayor

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Recordó el rostro gentil de aquella demonesa mayor. Era una de las que se encontraba en el cuarto de Rin cuando llegó.

La azabache asintió.

__ Muchas gracias. __ se reverenció.

__ Quien debe agradecer soy yo. Usted es quien ha salvado a nuestra princesa. __ le devolvió la reverencia.

__ No ha sido mucho y yo por mi niña daría mi vida. __ dijo, mientras abría una barrita de cereal y le daba a Shippo que muy gustoso la aceptó comiendo y observando todo muy atento ese nuevo sitio donde se encontraba.

__ ¿ Quiere poner agua a hervir? __

__ Si, por favor. __

La anciana se veía atraída y llena de curiosidad por la bella joven, la misma que Rin consideraba su madre.

El pelirrojo hacía ruiditos de felicidad al comer y la ojiazul disfrutaba de verlo muy emocionado.

__ Que honor que un Kitsune la haya elegido con mucho amor como madre. __

La miró extrañada.

__ ¿ A que se refiere?. __

__ Tenía entendido que los de su tribu fueron eliminados hace tiempo atrás. Ni demonios, ni humanos los querían con vida. Pues la inteligencia de estos era tan superior a todo lo que se conocía que creían que con sus ilusiones y sus magias eran un gran peligro para que siguiesen existiendo. No eran muchos los de su especie y se relacionaban entre ellos para mantener su extraño linaje mágico. Se decía que si uno de su tribu te aceptaba debías considerarte bendecido por los Kamis puesto a que eran muy desconfiados y no se fiaban de cualquiera. __

Admiradora SecretaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora