𝐏𝐔𝐑𝐄𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓
¿Un Black enamorado de un hijo de muggles?
Eso ya había ocurrido. ¿Qué limita que vuelva a suceder?
¿Y qué impide que el que se enamore de una hija de muggles sea el último heredero de la noble casa Black?
Al parecer...
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—De nuevo a Grimmauld Place—
Luego de salvar a Sirius, Potter, Black y Granger corrieron a esconderse con la ayuda de Dumbledore. Snape se puso como loco al enterarse de que Sirius Black había escapado.
Los días y semanas pasaron, y el año escolar llegó a su fin. Arcturus sabía que debía volver con los Malfoy, ya que ese era su hogar... ¿no?
—¿En qué tanto piensas, Artie? —preguntó Draco, lo que sobresaltó al joven Black.
—En nada —murmuró Arcturus, apoyando el brazo sobre su maleta. Ya no cargaba con un escarbato en sus pertenencias; Sally se había quedado con Hagrid, ya que Arcturus había sido un irresponsable todo el año, incapaz de cuidar bien a su mascota. "Al parecer no sirvo para cuidar a nadie", pensó con amargura. Miró a Draco y preguntó, casi sin pensar—: ¿Crees que tus padres se enojen si no voy este verano a tu casa?
La pregunta dejó a Draco desconcertado.
—¿Qué? ¿Acaso no quieres vivir más con nosotros? ¡Somos familia, Arcturus! Además, ¿a dónde irías?
—A Grimmauld Place.
Draco frunció el ceño, sorprendido por la respuesta.
—¿Otra vez con esas ideas, Arcturus? ¿Cómo vas a vivir solo en Grimmauld Place? ¡No sabes ni cocinar por Salazar! —protestó Draco mientras caminaban fuera de las mazmorras.
—Tengo a Kreacher —respondió Arcturus, firme.
—Es un elfo. Son inferiores, vamos, ¿acaso no recuerdas lo que pasó con Dobby? Nos abandonó por ser libre y se fue con ese estúpido de Potter.
—Eso es porque lo trataste mal —replicó Arcturus, su voz cargada de reproche—. Y no hables así de Kreacher ni de ningún elfo. En mi familia, los elfos domésticos eran tratados como parte de la familia, incluido Kreacher —dijo con énfasis, refiriéndose a los Black.
Draco resopló.
—¡Yo soy tu familia! —se quejó Draco, ofendido.
Arcturus lo miró, apretando los labios para no decir algo que pudiera empeorar la situación.
—Adiós, Draco. Le mandaré una carta a mi madrina para decirle dónde me quedaré este verano —dijo el Black mientras se adelantaba.
—¡Arcturus!
Pero el joven no lo escuchó, caminando más rápido hacia la salida del castillo.
Mientras se dirigía al Hogwarts Express, revisó el bolsillo de su abrigo, comprobando si le quedaban algunos galeones. Su mente estaba llena de dudas. ¿Realmente tenía sentido dejar la casa de los Malfoy solo porque su tío, al que ni siquiera conocía bien, había aparecido? Quizás no era muy razonable, pero ya había tomado su decisión. Además, quería ver a Kreacher; había comprado su regalo de Navidad y, esta vez, se lo entregaría personalmente.
